Jesús María. El intendente Luis Picat fue invitado por el Concejo Deliberante a dar su discurso anual en la primera sesión del Período Ordinario, realizada en la explanada de la Estación del Ferrocarril.
Habló casi media hora y fue interrumpido varias veces por aplausos de los vecinos presentes.
Su discurso tuvo dos tramos bien diferenciados: primero lanzó fuertes denuncias a la administración anterior y después anunció políticas que harán realidad algunas de sus promesas de campaña.
“Las urnas ya hablaron y por eso no vamos a polemizar con nadie por la herencia; sólo vamos a informar el estado de las cuentas que recibimos”, arrancó diciendo apenas pasados los saludos de rigor.
Una deuda de 89 millones de pesos que merece una denuncia judicial si hay pruebas del desmanejo expuesto o una querella si no las hubiese o se comprobara que fue una información malintencionada: malversación de fondos e incumplimiento de los deberes de funcionario público quedaron flotando tras la enumeración de irregularidades que hizo el Intendente: “Dinero que ustedes pusieron, seguramente, para una obra de pavimento y que no se hizo, también dinero de obras que aportó el gobierno nacional y provincial, pero que tampoco fueron concluidas; a esto le debemos sumar la deuda en infraestructura ambiental (…) y también tenemos una denuncia judicial sobre el terreno de enterramiento de residuos”.
A las acusaciones lanzadas bajo el edulcorado preámbulo “no vamos a polemizar” se sumaron el incremento de la planta de personal un 24 por ciento, cuyos sueldos representa el 60 por ciento del presupuesto; y falta de fondos genuinos para obras. Esto no lo tomó por sorpresa, pero engrosó el inventario de la dote.
También en los ahorros que hicieron lanzó otro párrafo envenenado: que se dejara de enviarle fondos municipales al partido al que pertenecía la anterior gestión. No lo explicó, pero se trata del aporte a una agrupación de municipios vecinalistas y del PRO que funcionó como órgano de representación de los mismos para negociar soluciones con la Provincia: el COMUPRO, una copia del Foro de Intendentes Radicales, al que Picat no adhirió.