El Parlamento rechazó nombrar Presidenta a la titular del Senado

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Hubo cuatro intentos negativos del Parlamento para designar a una figura que suceda al actual mandatario Sergio Mattarella
Hubo cuatro intentos negativos del Parlamento para designar a una figura que suceda al actual mandatario, Sergio Mattarella.

La centroderecha italiana fracasó este viernes en su intento por convertir a la titular del Senado, Maria Elisabetta Alberti Casellati, en la primera Presidenta de la historia del país y deberá negociar con la centroizquierda para encontrar un nombre de común acuerdo para que suceda al actual mandatario, Sergio Mattarella.

Casellati había sido impulsada por las principales fuerzas de centroderecha que sin embargo no pudieron convencer a otros sectores y no alcanzaron los 505 votos necesarios que representan la mayoría simple de los 1.009 «grandes electores» que participan de la votación.

Su postulación, que este viernes alcanzó los 382 votos, fue la primera candidatura firme de la centroderecha en las votaciones que iniciaron el lunes y que, con la votación de esta mañana, acumulan ya cinco rondas sin acuerdo entre los partidos políticos.

Tras no llegar a un acuerdo por Casellati, la «sesión conjunta» que busca elegir al sucesor de Mattarella volverá a reunirse para votar a partir de las 17 de Italia (13 de Argentina) de este viernes.

El jueves, en un intento por medir fuerzas al ver que se demoraba la aparición de un candidato compartido con la centroizquierda, la centroderecha había dado la orden de la abstención a sus votantes y alcanzó 433 abstenciones.

Para poder ratificar a Casellati, las fuerzas de centroderecha necesitaban convencer a casi la mitad de los 140 grandes electores que se nuclean en partidos de centro o regionales, y que eran claves luego de la postura de la centroizquierda de rechazar la candidatura de la titular del Senado.

A medida que se suceden las votaciones sin llegar a un acuerdo entre las fuerzas políticas, vuelven a ganar fuerza las posibilidades de que los partidos que sostienen al premier Mario Draghi en el Gobierno (toda la centroizquierda y toda la centroderecha menos Hermanos de Italia) le pidan a Mattarella un «sacrificio» para aceptar un segundo mandato.

De hecho, el senador y expremier Matteo Renzi, uno de los referentes de la centroizquierda, planteó que para su sector «todavía está en la cancha» la hipótesis de pedirle a Mattarella que acepte un segundo mandato, pese a las resistencias iniciales del actual mandatario.

Mattarella, de 80 años, recibió el jueves 166 votos, en crecimiento frente a los 125 del miércoles y los 39 del martes más allá de su ya explicitada intención de abandonar el cargo el próximo jueves. Este viernes, el actual mandatario alcanzó 47 votos pese a la abstención de las principales fuerzas de centroizquierda.

La otra opción que vuelve a ser considerada por analistas y legisladores es la de un nuevo intento del premier Mario Draghi para superar los vetos que tiene de parte de la Liga y del Movimiento Cinco Estrellas para poder pasar del Palacio Chigi al del Quirinal.

La sesión conjunta que reúne a 6 senadores vitalicios de designación presidencial, 321 senadores y 630 diputados elegidos en las elecciones de 2018 y 58 delegados enviados por las 20 regiones del país se reúne en «sesión conjunta» desde el lunes y busca darle a Italia un nuevo jefe de Estado para los próximos siete años.

Según la Constitución, de todos modos, las atribuciones del Presidente son limitadas, concentradas en la firma de leyes y el ámbito protocolar, mientras que la gestión cotidiana la lleva adelante el Primer Ministro.

En las primeras tres votaciones, el mínimo para ser elegido Presidente era de dos tercios (673 votos), mientras que a partir de la cuarta votación y hasta que se llegue a un acuerdo el umbral es el de mayoría simple, 505 apoyos.

Draghi, impulsado por sectores del centroizquierdista Partido Democrático y que aparecía como un candidato firme al inicio de las votaciones, perdió puestos en la carrera a la Presidencia luego de los vetos explícitos que recibió de las dos fuerzas con mayor cantidad de electores, el Movimiento Cinco Estrellas y la Liga.

De todos modos, su aprobada gestión al frente del Ejecutivo le da todavía chances para poder convertirse en el primer dirigente en pasar de forma directa del Palacio Chigi al Quirinal.

El expresidente de Diputados Pierferdinando Casini, elogiado por los sectores de centro de todos los bloques y que este viernes alcanzó los siete votos, es otra de las opciones que podría ser compartido por todos los sectores en las próximas votaciones.

Además del nombre que ocupará la Presidencia durante los próximos siete años, la elección del sucesor de Mattarella puede tener consecuencias sobre el Gobierno de Draghi, en su cargo desde febrero de 2021 en base a una designación del actual mandatario.

Con casi todos los partidos con representación parlamentaria dentro de la coalición de Gobierno, Draghi planteó a fin del año pasado que la intención es que las fuerzas que lo sostienen puedan también converger en un candidato común para la Presidencia y evitar así una crisis política.

Las votaciones continuarán hasta que las distintas fuerzas del país alcancen un acuerdo por un nombre que logre los 505 votos necesarios.