El Parlamento francés dio su última luz verde al proyecto de ley para prorrogar hasta el 10 de julio el estado de emergencia sanitaria por el coronavirus, luego de que diputados y senadores alcanzaran un acuerdo sobre los puntos más controvertidos del texto.
Con 252 votos a favor y 87 en contra, la iniciativa fue aprobada primero por el Senado, dominado por la oposición conservadora, para luego ser validado a mano alzada en la Cámara baja, donde una escisión en el oficialismo amenaza con dejar al gobierno sin la mayoría parlamentaria.
Tras la aprobación final, el presidente de la Cámara alta, el conservador Gérard Larcher, anunció que consultará al Consejo constitucional para asegurarse que las medidas son «necesarias y adaptadas a las circunstancias», reportó el diario Le Figaro.
Desde hace días, el proyecto había sido fuente de polémica entre la oposición y el oficialismo en las dos cámaras parlamentarias por divergencias sobre la responsabilidad penal de las autoridades en el desconfinamiento previsto por el gobierno a partir del lunes.
Un punto de tensión particular era el caso de los intendentes, quienes serán los responsables directos de la reapertura de las escuelas; una medida criticada por algunos opositores por considerarla prematura.
El visto bueno de la iniciativa se logró esta tarde en una reunión de la comisión mixta parlamentaria, en la que los legisladores acordaron un texto común sobre la responsabilidad penal tanto de los actores públicos como privados, y también sobre el seguimiento de los infectados de Covid-19 y sus contactos, otra cuestión que causaba controversia.
«Los actores locales van a poder reabrir desde el lunes las escuelas y las empresas con la confianza y serenidad indispensables al éxito del desconfinamiento», dijo un senador citado por el vespertino Le Monde.
En tanto, el líder de los senadores centristas Hervé Marseille consideró positivo que el Parlamento pueda mostrar su unidad «en estos momentos complicados».
Sin embargo, la crisis sobre la gestión de la pandemia de coronavirus ha impactado a la unidad política en torno al presidente Emmanuel Macron, luego de que el diario Les Échos revelara hoy que varios diputados de su partido, La República en Marcha (LREM), se disponen a abandonarlo, con el riesgo de terminar con la mayoría oficialista en la Cámara baja.
Según informó ese periódico, al menos una decena de diputados oficialistas -muchos de ellos cercanos al insurrecto ex ministro de Ecología Nicolas Hulot- pretenden crear la semana próxima un nuevo grupo en la Asamblea Nacional con parlamentarios de otras formaciones de izquierda.
Le sénat a voté aujourd’hui le PJL urgence. un texte d’équilibre a été trouvé avec l’AN entre lutte contre l’épidémie et respect des libertés individuelles. Le sénat a également obtenu une clarification sur la responsabilité pénale des maires et des chefs d’entreprise.
— Gérard Larcher (@gerard_larcher) May 9, 2020
La escisión dejaría a LREM con 286 diputados, tres por debajo de los 289 necesarios para la mayoría, pero la noticia parece no afectar al gobierno, ya que aún cuentan con el respaldo de los 46 diputados centristas y de otros nueve de una formación independiente aliada.
«Me sorprenden los tiempos, a tres días del desconfinamiento, en un momento decisivo para el país, pero espero a ver la configuración exacta de este grupo. ¿Estará con la mayoría, en la oposición o en una posición intermedia?», se interrogó el delegado general de LREM, Stanislas Guerini.
La fractura podría afectar aún más a la valoración del gobierno, que ya se vio golpeado en las encuestas por sus idas y vueltas en la gestión de la crisis sanitaria.
Con casi 138.854 infectados y 26.310 muertos, Francia es el cuarto país más golpeado por el nuevo coronavirus en Europa.
Tras casi dos meses de cuarentena obligatoria por el brote, las condiciones sanitarias están dadas en Francia para iniciar el próximo lunes la salida paulatina del confinamiento, según ratificaron hoy las autoridades sanitarias.
En su último reporte, el ministerio de Salud informó sólo 80 decesos en la última jornada, la cifra más baja desde que comenzó el confinamiento, el 17 de marzo.
El balance médico confirmó así una tendencia a la baja sostenida en el número de fallecimientos, mientras que también detectó una lenta disminución de casos graves, con 56 menos en la última jornada.
