Cualquier amante de los coches habrá tenido, al menos una vez en su vida, el debate sobre cuál es el mejor Mazda MX-5 de todos los tiempos. Está claro que sobre gustos no hay nada escrito y las cuatro generaciones tienen sus seguidores, pero todo el mundo coincidirá en el que el más tentador de todos los Miata es el último que ha hecho Mazda.
No nos referimos al Mazda MX-5 ND, o más bien sí, pero más matices. Y es que hablamos de una versión a escala del deportivo japonés que se ha hecho con chocolate y a la que no falta absolutamente ningún detalle.
Más petrolhead que un ramo de flores
Hay quien hace arte con la pintura, con los derrapes y, por supuesto, con la ingeniería. Hay tantas formas de manifestar el talento que incluso se puede hacer con chocolate, ya sea a través de una receta que haga magia con el sabor, o con una escultura en miniatura de uno de los deportivos más populares del mundo.
Eso es lo que ha hecho el japonés Kenta Hasegawa para celebrar el último 14 de febrero. Regalar bombones está muy visto, así que este pastelero decidió reproducir a escala un Mazda MX-5 RF para convertir San Valentín en un día más petrolhead, pero igual de empalagoso.
El resultado es una pequeña obra de arte comestible con la que Mazda celebró San Valentín a través de una serie de fotos en sus redes sociales. En ellas se puede apreciar el nivel de detalle de esta escultura, que fue presentada en una sencilla caja decorada con un lazo. Sin duda, habría sido el regalo perfecto para cualquier amante del mítico roadster.
今日は #バレンタインデー 。
今年はチョコレートで「ロードスター RF」を作ってみました🚗
ハッピーバレンタイン!素敵な1日をお過ごしください🍫
今日は3回に分けてバレンタイン投稿を実施予定です。
次回は15時、ぜひ一緒に楽しんでいただけるとうれしいです! pic.twitter.com/yVGj8zHRCx— マツダ株式会社 (@Mazda_PR) February 14, 2023
Pero Kenta Hasegawa no se conformó con reproducir el Mazda MX-5 de techo duro. También utilizó el chocolate para dar forma a varias piezas del biplaza, como el sistema de escape o la transmisión y todos los componentes del eje delantero.
Tampoco faltan los limpiaparabrisas, el salpicadero, los asientos y las ruedas. Para rematarlo, Hasewawa reprodujo el logotipo de Mazda con chocolate blanco.
Como se puede ver en las imágenes, todas estas reproducciones son a una escala tan reducida que los asientos ocupan más o menos lo mismo que un grano de chocolate. Pero hay un inconveniente: es imposible comprar este MX-5 porque Mazda y Hasegawa han limitado su producción a una sola unidad, la de las fotos. Un one-off en toda regla.
Lo que no sabemos es si aguantó lo suficiente como para sobrevivir al 14 de febrero o si alguien pudo con la tentación y acabó comiéndose este MX-5 RF. Francamente, costaría tener una maqueta así en la estantería, y no solo por el riesgo de que se derrita cuando llegue el calor, sino por lo difícil que sería no hincarle el diente.