Lo que parecía interminable, finalmente se acabó. Pablo Guiñazú, el volante que llegó entre algunas dudas para sacar a Talleres de la B Nacional y terminó enamorando a cada hincha, le puso el punto final a su impecable carrera como jugador profesional a los 40 años.
La tarde en la Boutique estuvo, de manera inevitable, cargada de emoción. El presidente del club, Andrés Fassi, introdujo al capitán recordando una de las tardes de gloria con la camiseta albiazul. «No me caben dudas de que en ese gol en la cancha de All Boys, fue tu viejo el que te ayudó a patear esa pelota», destacó sobre aquel bombazo para el ascenso a Primera División.
«Nos hubiera gustado organizar esto con más tiempo, pero solo tuvimos un par de horas. Sí prometemos hacer un partido despedida como tu historia, tus códigos y tu familia lo merecen, Cholito», aclaró el dirigente antes de darle paso al protagonista principal de la tarde.
Inolvidable
Bajo el «olé, olé, olé, Cholooo, Cholooo», Guiñazú confirmó que se retira con la simpleza que lo caracteriza. «Querían que juegue hasta los 52, pero los huesitos no dan más. Es la decisión más difícil de mi vida, pero me encuentra con una felicidad plena. Estoy parado al frente de mis hijos, de mi mamá, de mis hermanos y de mis íntimos amigos», anunció.
«Hoy estoy acá, simplemente para decir un gracias enorme. Es el momento de empezar a ser padre, esposo, hijo, hermano, amigo. Me han sostenido durante 22 años. Es hora de devolver», explicó sobre la decisión.
“Algo me dijo ‘es hasta acá Peladito’”, manifestó el zurdo y reconoció que “podía ganar 10-0 en Santiago (ante Palestino) pero era lo mismo. Simplemente, estoy acá para decir un gracias enorme”.
Por último, dedicó elogios para sus compañeros y dirigentes: «Me han dado tres años más de fútbol. He hecho nuevos amigos en la ciudad, que no conocía. Tengo el alma llena de amigos, de familia y de fútbol. Lo digo de corazón: no hubiese imaginado en toda mi linda carrera, decir basta en un club tan hermoso con tanta gente buena».
Fuente: El Doce TV