Este viernes 1 de enero se estrenó en Movistar+ el final de ‘Dime quién soy’, adaptación televisiva de la popular novela de Julia Navarro que nos cuenta la vida de Amelia Garayoa a lo largo de nueve episodios. En Espinof hemos tenido la oportunidad de charlar con su protagonista Irene Escolar, quien nos ha comentado todas las claves del desenlace de la serie. Como es lógico, hay spoilers de aquí en adelante.
El cambio de Amelia
Lo primero que llama la atención del capítulo es el salto temporal que se produce desde el cliffhanger con el que concluía el octavo episodio, por lo que quisimos saber qué había sido de la vida de Amelia en todos esos años de los que no llegamos a saber nada:
Yo creo que viene un periodo de asumir ciertas decisiones, asumir la culpa por lo que ha sucedido a lo largo de la serie, abandonando a su hijo. Es algo con lo que ella va cargando después, viéndose vinculada con el atentado que deja sin piernas a Max. Para mí hay algo de penitencia en el último capítulo, como de que hasta que no paga las deudas con los demás, que se materializa un poco en la figura de Max y ella pagando por todo lo que ha hecho viviendo en un lugar en el que no quiere vivir es la única manera de pagar todo eso.
Eso es algo que Escolar sabe reflejar muy bien transmitiendo un cansancio vital sin necesidad de expresarlo directamente, pero queda la duda sobre hasta qué punto es esa penitencia a la que alude la actriz o también tiene algo que ver su inactividad durante todo este tiempo, a lo que ella comenta lo siguiente:
Es una mezcla de las dos cosas. A mí me interesaba mucho el personaje de Amelia porque está lleno de contradicciones como cualquier ser humano complejo e interesante. Es difícil encontrar personajes que tengas estas aristas, porque ella se mueve todo el rato entre estas dos cosas, lo que ella debe vivir y lo que quiere vivir, no sabiendo muy bien dónde está su lugar. Durante toda la serie hay esta búsqueda de su identidad.
Yo creo que en esta etapa final ella asume que no puede seguir haciendo lo que quiere porque pone en riesgo a mucha gente haciéndolo, pero también hay esa necesidad de vivir, de estar en riesgo que creo que la mantiene viva. Todo eso se pierde y yo creo que en el último capítulo estaba todo eso peso de los años, también el cansancio, la inactividad y lo que a eso te lleva. La tristeza y la impotencia de no poder vivir como quieres pero por otro lado sabiendo que es lo que tienes que hacer.
La duda
De hecho, Amelia para recuperar la energía vital al ayudar a Konrad al intentar escapar de las autoridades, lo cual les lleva a utilizar el sistema de alcantarillado, una localización muy llamativa de la que Escolar apunta esto:
Ese alcantarillado está en Budapest, son unas catacumbas que también utilizamos en el capítulo 6, es la misma localización que cuando allí vamos por el gueto. La verdad es que era un sitio bastante complejo de rodar porque hacía muchísimo frío, la humedad era increíble, pero por otro lado fotografiaba muy bien y todo era profundamente real. Hasta necesitábamos un mapa para poder estar allí abajo.
Esa secuencia llega a su fin con Amelia aparentemente tentada de dejar atrás a su familia para finalmente volver con ellos. Un momento con mucha fuerza que Escolar resume de la siguiente forma:
Para mí ese momento era muy importante, porque cuando ella mira al personaje de Albert James, que también ha sido fundamental en su vida, es la única vez que la vemos pagar por lo que hace realmente. El resto de la serie ella va tirando hacia delante y pasando por todos los demás para hacer lo que siente y quiere. En ese momento ella asume su lugar y su culpa, muy profundamente. En lo que puede, ayuda y colabora, pero sabe que tiene que permanecer allí aunque no quiera.
Está claro que Amelia ha cambiado mucho desde el primer episodio hasta el último, ya que al arrancar la serie no tiene problemas en dejar atrás a su familia pero aquí es lo que la retiene. Sobre la evolución del personaje, esto es lo que destaca la actriz:
Lo más interesante para mí al abordar este personaje era este recorrido. cuando ves el primer capítulo y el último entiendes muy bien el cambio que hay, el peso de una vida. Ella empieza como todos, hay algo ingenuo y por descubrir, y más en la vida de ella. Lo interesante en su vida es que va aprendiendo con el espectador lo que tiene que aprender, no hay nada aprendido. En el primer capítulo ella no sabe nada, solamente tiene mucha curiosidad.
Todo lo que tiene después es un gran aprendizaje, muchas aventuras y también mucho dolor, que es lo que la acaba haciendo aprender. Al principio ella tiene que seguir ese motor, es que no le queda otra, y creo que al final tampoco le queda otra, porque no puede cargar con más errores. También me interesaba que era una mujer que tomaba decisiones egoístas, que eso la hace imperfecta, pero hay un momento en el que decide ser consecuente con la vida que ha elegido.
La tardía libertad
Después de eso llega otro salto temporal de casi tres décadas que coincide con la caída del muro de Berlín. Es entonces cuando Amelia recupera su libertad, algo que la serie asocia de forma clara a ese paseo silente que lleva al personaje a pasar por el muro, una escena muy simbólica en la que la interpretación de Escolar va muy en la línea de lo expuesto hasta entonces en ‘Dime quién soy’:
Eso en concreto es algo que sucede en toda la serie, yo sabía que todo tenía que contarlo a través de la mirada y el estado físico. Es muy sutil, porque tampoco se puede explicar todo lo que le está pasando por dentro. Yo pensaba que en mi trabajo ideal, la gente sentirá y habrá algo que se entienda sin palabras. Creo que esto ocurre en muchos momentos a lo largo de la serie, que no acabas de entender muy bien, pero hay algo que te hace seguir eso. Yo leyendo la novela, que hay más explicaciones, había muchos momentos que decía «Pues esto, ¿por qué lo hace?». Teníamos que encontrar una razón con la que yo conecte, aunque nadie vaya a saber cuál es, para que el espectador pueda ir conmigo.
Fue de la última etapa del rodaje y yo tenía como muy dentro este personaje. Fue muy emocionante, porque era como estar pasando el muro viviendo otra vida. Yo sentí mucha emoción, como estar viviendo algo único, y también creo que es la primera vez en la que ella puede respirar tranquila, ya no tiene nada más que pagar. Ha purgado su culpa y puede ser metafóricamente libre cruzando el muro y también literalmente dentro de ella misma. Por eso también está este momento de mirar a cámara, que es como un guiño al espectador.
Dime quién soy (Éxitos)
Finalmente, ‘Dime quién soy’ se despide con un breve epílogo que reúne a Amelia con su primer hijo, pero su memoria está ya muy dañada, dando la sensación de que el uso del blanco y negro se asocia a este hecho. Escolar apunta lo siguiente al respecto:
Es una decisión de dirección, pero yo entiendo que apunta por donde tú dices, el presente es en blanco y negro, como si el recuerdo de su vida fuese el color y todo lo otro tuviera que ver con la oscuridad, pero no sé cuál es el motivo de la decisión última.