Es un gesto bastante habitual entre los padres tirar de los brazos de los niños para levantarlos del suelo, del carrito, subirlos al bordillo o incluso para jugar al avión o columpiarlos.
Aunque se haga sin ninguna intención de hacerles daño, tirar de los brazos de los niños puede causar una lesión muy dolorosa. Los movimientos bruscos y los tirones pueden provocar una luxación de codo, la más común entre los pequeños, o una de hombro.
Una lesión muy dolorosa y frecuente
En los niños pequeños las articulaciones son aún muy delicadas y corren el riesgo de dislocarse, es decir, salirse de su lugar. A medida que se hacen mayores, los ligamentos se fortalecen y este riesgo disminuye.
La luxación de codo, también conocida como codo extraído o “codo de niñera” es una dislocación de la cabeza del radio, hueso que junto con el cúbito forma el antebrazo. Es una lesión muy dolorosa que impide que el niño doble o gire el brazo.
Si el niño se echa a llorar y no puede mover ni flexionar o estirar el brazo, es necesario llevarlo a urgencias. No se inflama demasiado pero el antebrazo quedará en posición de pronación, o sea, con la palma de la mano mirando hacia el suelo y el antebrazo rotado.
Si el médico confirma la luxación tiene que realizar una maniobra de flexión (sólo puede realizarla un médico) para volver a colocar la cabeza del hueso dentro de la articulación.
Después de la de codo, la luxación de hombro es la más frecuente entre los más pequeños. Al levantar al niño de uno o de los dos brazos el peso del cuerpo puede provocar que la cabeza del húmero se disloque de la cavidad de la escápula.
También pueden provocarse por una caída o cuando lo tenemos cogido de la mano y el niño gira sobre sí mismo, por eso hay que tener especial cuidado con tirar de los brazos a los niños.
Después de una luxación es probable que el codo se salga más fácilmente al estirar el brazo. Si las luxaciones son reiteradas, el codo es propenso a dislocarse con mucha facilidad y en ese caso habrá que colocar un vendaje para que los ligamentos recuperen su firmeza.
¿Cómo levantarlos?
Lo más recomendable y seguro es cogerlos suavemente de las axilas cuando queremos levantarlos o jugar con ellos.