Vertigo echa el cierre. El mítico sello de DC Comics deja de existir en uno de esos volantazos editoriales que deja huérfanos a algunas de las mejores obras del cómic estadounidenses y sus respectivas adaptaciones. Porque, al igual que Marvel y DC, Hollywood no ha parado de hacer series y películas basadas en cómics publicados bajo este mítico sello (el último ‘The Kitchen’).
DC se deshace del sello para centrarse en tres líneas editorales: DC Kids, DC (los superhéroes y sus cabeceras “de toda la vida”) y DC Black Label, que está centrada a un público más adulto y en el que se mezclan títulos superheroicos con reediciones de clásicos de Vertigo (como ‘V de Vendetta’). Esto ya indicaba que el futuro de la línea estaba en el aire.
Pero Vertigo no ha muerto. A Vertigo la han dejado morir. Tras la marcha de Karen Berger, fundadora del sello, en 2012 en DC no sabían bien qué hacer con ella y en los últimos siete años nos hemos encontrado con una serie de continuos relanzamientos y redirecciones que, si bien todos han tenido alguna serie destacada, han pasado sin pena ni gloria.
Lo cual es una pena teniendo en cuenta que Vertigo ha sido la casa donde han vivido obras como ‘The Sandman’, ‘Hellblazer’, ‘La Cosa del pantano’ (‘Swamp Thing’), ‘La Patrulla condenada’ (‘Doom Patrol’) y han nacido ‘Predicador’, ‘100 Balas’, ‘Los invisibles’, ‘Transmetropolitan’ y tantas otras obras míticas. No solo en sus 26 años de historia oficial, sino en el decenio anterior.
Los 80: fichando a Alan Moore, Neil Gaiman y Grant Morrison
Karen Berger acababa de salir de la universidad, no tenía ni idea de cómics y ya tenía su primer trabajo como asistente editorial en DC Comics. Bajo la tutela de Paul Levitz, empezó a trabajar codo a codo con Len Wein editando historias que, sin duda, viraban hacia un público más adulto.
Esto incluía hacerse con el control de un pequeño título de un desconocido británico llamado Alan Moore: ‘La Cosa del pantano’. En el cómic (cuya truncada adaptación se ha estrenado hace poco), Moore hizo lo que mejor sabía: deconstruir un héroe y reconvertirle en un uno con la naturaleza. Un monumental cómic que se convertiría en una de tantas obras maestras del británico editadas en colaboración de Berger y de Wein.
Ahí estaba, claro, ‘Watchmen’. Otra deconstrucción de héroes, esta vez con los héroes de Charlton Comics cuyos derechos había adquirido DC poco tiempo atrás. La influencia de esta obra es innegable y supuso un nuevo modo de ver a los superhéroes que recibió una adaptación sin parangón.
A Berger le apasionaba el modo de ver y contar historias de los británicos y eso le granjeó un viaje a cazar talentos a Reino Unido. Un viaje que fue fundamental en la llamada “invasión británica”. Durante su breve encuentro con Neil Gaiman, este le vendió la idea para otra de las series fundamentales de Vertigo: ‘The Sandman’, del cual salió una década después un spin off titulado ‘Lucifer’ (que cuenta con una sana adaptación en televisión).
No fue el único: en la segunda mitad de los ochenta, la era “pre Vertigo”, surgirían el ‘Hellblazer’ de Jamie Delano, que se convertiría en la serie más larga de la editorial (protagonizada por un secundario de ‘La Cosa del Pantano’ llamado John Constantine); Grant Morrison relanzaría ‘La Patrulla Condenada’ y la transformaría para siempre en la versión surreal y metaficticia de la que tanto bebe la serie de televisión…
Un sello para reunirlos a todos y conquistar la televisión (y el cine)
Tras años conquistando al público adulto y a la crítica, Karen Berger convenció a los jefes de que tanto talento junto se había ganado formar un sello editorial aparte. Y así fue, en 1993 nacería Vertigo como tal, un lugar donde refugiarse en un momento en el que los superhéroes, con honrosas excepciones, vivían su peor momento.
La libertad que se respiraba en Vertigo supuso que durante los años 90 surgieran otros clásicos del cómic: ‘Predicador’, en el que Garth Ennis y Steve Dillon nos ofrecían un cómic gamberro e irreverente y que Seth Rogen transformaría en una gran serie de televisión; ‘100 Balas’, en el que Brian Azzarello y Eduardo Risso se adentraban en un noir espeluznante; ‘Transmetropolitan’, la mirada sardónica y certera del periodismo político por parte de Warren Ellis…
Y en los albores del siglo XXI tendríamos ‘Y: El Último Hombre’, cuya adaptación televisiva lleva años a la espera de ponerse finalmente en marcha y que supone junto a ‘Fabulas’ (que también ha inspirado ciertas series de televisión) las últimas de las series “míticas” de la editorial.
Además, si hablamos de televisión, no puedo dejarme en el tintero la breve ‘Human Target‘ (que con sus cambios evidentes bebía de la versión de Milligan del personaje) la sensacional ‘iZombie’, basada (“pobremente” como se suele decir) en el cómic de Chris Robertson y Mike Allred, una fantástica (y divertida) serie de zombis.
Con este cierre (que esta vez parece definitivo), DC no solo se carga toda una marca de referencia, sino a una que ha hecho historia del cómic y que ha influenciado a grandes películas de los últimos tiempos. Una decisión que ha dejado (temporalmente) sin hogar a grandes personajes del cine, televisión y cómic.