Ciclo Riquelme: seis técnicos en Boca, adiós en YPF y más

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29/09/2024
10:50hs.

Actualizado
al
29/09/2024
10:51hs.


Suenan
las
campanas
del
ocaso…

Era
un
secreto
a
voces,
más
allá
de
la
reunión
que
tuvieron
Diego
Martínez
y
el
Consejo
de
Fútbol
-sin
Juan
Román
Riquelme-
en
el
inicio
de
la
semana
posterior
a
la
derrota
con
River
en
el
Superclásico,
todo
parecía
indicar
que
los
días
estaban
contados.
Y
claro,
cuando
algunos
pensaban
que
la
visita
a
Córdoba
podía
generar,
por
lo
menos,
un
poco
de
paz
en
medio
de
tanto
caos,
lo
cierto
es
que
resulto
ser
todo
lo
contrario.
Boca
jugó
un
partido
muy
malo,
los
de
Diego
Martínez
se
vieron
doblegados
por
Belgrano,
que
le
ganó
en
todos
lados
y,
de
no
ser
por
Leandro
Brey,
la
noche
pudo
ser
aún
peor.

Tras
la
caída,
el
entrenador
aseguró
que
presentó
la
renuncia
y
se
convirtió
en
el
sexto
entrenador
que
se
va
desde
la
llegada
de
Riquelme
a
la
dirigencia
de
Boca.

La
gestión
de
Riquelme
estuvo
marcada

por
varios
títulos
locales
que
consiguió
y
también
por
haber
alcanzado
la
final
de
la
Libertadores
2023
y
la
semi
en
2020

(caída
con
Santos).

Y
también
por
la
inestabilidad
de
los
entrenadores,
ya
que
sumó
cinco
en
su
gestión
como
vice
segundo
.
¿Qué
pasó
con
cada
uno?
Fueron
diferentes
casos
y
situaciones,
ninguno
terminó
en
paz.
Y
ninguno
consiguiendo
una
identidad
futbolística
que
sedujera
a
la
gente
y
al
propio
ex
10.


Dejá
tu
opinión


El
equipo
de
Russo

Primero
fue

Miguel
Angel
Russo
,
que
había
ganado
la
Libertadores
2007
con
Boca
y
con
un
Riquelme
de
alta
gama,
uno
de
los
mejores
de
su
carrera.
Cuando
asumió
y
luego
de
la
salida
de
Daniel
Angelici
y
de
Gustavo
Alfaro,

Riquelme
decidió
apostar
por
un
DT
querido
en
Boca,
con
experiencia
.
Supo
llevar
a
Tevez
y
le
arañó
un
título
muy
festejado
en
plena
pandemia
a
River,
con
ese
1-0
a
Gimnasia
de
La
Plata
y
el
equipo
de
Gallardo
empatando
de
visitante
en
la
última
fecha
contra
Atlético
Tucumán,
cuando
dependía
de

mismo.

Russo campeón con Gimnasia.Russo
campeón
con
Gimnasia.

Russo
arrancó
en
enero
de
2020:
fueron
60
partido,
con
30
ganados
contando
definiciones
por
penales
(dos
eliminado
a
River),
18
empates
y
12
derrotas,
obteniendo
la
Copa
de
la
Liga
y
la
Copa
Maradona,
por
penales
vs.
Banfield
.
Se
fue
luego
de
algunos
resultados
malos
en
el
torneo
local,
tras
estar
contra
las
cuerdas:
le
comunicaron
que
no
seguiría.


La
llegada
de
uno
de
Inferiores

Luego
fue
el
turno
de

Sebastián
Battaglia
,
quien
ya
había
dirigido
al
equipo
cuando
volvió
de
la
vergonzosa
eliminación
contra
el
Atlético
Mineiro
en
Libertadores
2021
y
Russo
y
cía.
tuvieron
que
hacer
aislamiento
por
la
pandemia.
El
más
ganador
de
la
historia
del
club,
con
anterior
experiencia
en
Almagro,
arrancó
en
agosto
de
2021,
luego
de
dirigir
en
Reserva.

Battaglia y su familia, campeón vs. Tigre.Battaglia
y
su
familia,
campeón
vs.
Tigre.


Battaglia
llegó
a
ser
campeón:
primero
de
Copa
Argentina
al
vencer
por
penales
a
Talleres
y
luego
Copa
de
la
Liga
2022
,
tras
dejar
en
el
camino
a
Defensa
y
Justicia,
Racing
y
después
de
golear
a
Tigre
en
la
final
de
Córdoba.
Dirigió
seis
partidos
de
la
Liga
(que
ganó
Boca
finalmente
con
Ibarra)
y
luego
fue
despedido
en
una
YPF:
el
equipo
no
jugaba
bien
y
había
quedado
afuera
de
la
Libertadores
2022
tras
los
penales
errados
por
Benedetto.
Esa
misma
noche,
Battaglia
cuestionó
que
le
faltaban
refuerzos,
que
no
le
habían
traído,
y
la
bomba
detonó:
lo
echaron
en
una
estación
de
servicio
cuando
ya
venía
desde
hacía
tiempo
contra
las
cuerdas.

El
Patrón
Bermúdez
explicó
cómo
fue
esa
salida
en
la
YPF: «Porque
fue
un
día
movidísimo,
porque
el
plantel
trabajó
a
la
tarde
en
el
predio,
porque
nosotros
estuvimos
desde
el
mediodía
trabajando
muchísimo,
haciendo
llamados,
consensuando,
no
es
fácil
tomar
una
decisión
así,
hay
que
estar
convencidos,
analizar
varias
cosas.
El
regreso
del
entrenamiento
para
la
zona
en
donde
vive
Sebastián
fue
traumático,
hubo
un
problema,
lo
recuerdo
claramente,
en
General
Paz
ese
día,
un
problema
de
orden
público,
un
problema
de
tránsito,
se
demoró
más
de
dos
horas
en
llegar
a
su
residencia.
Cuando
llegamos
lo
llamamos,
venía
cansado,
sofocado
por
el
tránsito,
quisimos
tener
un
punto
de
encuentro
equidistante
a
la
distancia
que
estábamos
nosotros.
Nada
más».


Otro
ex
compañeros
de
años
dorados

Luego
fue
el
turno
de
otro
histórico
de
la
casa:

Hugo
Benjamín
Ibarra
,
que
estaba
en
la
Reserva
y
subió
a
Primera,
en
su
primera
experiencia
(hoy
sigue
sin
dirigir).
Uno
de
confianza
de
Riquelme,
compañero
de
años
dorados
con
títulos
internacionales.

El
Negro
empezó
el
11
de
julio
de
2022
y
se
fue
en
marzo
de
este
2023
.
Las
presentaciones
del
equipo
dejaron
bastante
que
desear
y
es
por
eso
que
Juan
Román
Riquelme
y
el
Consejo
tomaron
la
drástica
decisión
de
cesar
al
Negro
de
su
cargo.

Ibarra campeón luego de empatar con Independiente, en octubre 2022.Ibarra
campeón
luego
de
empatar
con
Independiente,
en
octubre
2022.

En
total,
Ibarra
dirigió
36
partidos
al
frente
del
Xeneize,
cosechando
una
efectividad
del
62,04%:
20
victorias,
siete
empate
y
nueve
derrotas,
con
44
goles
a
favor
y
33
en
contra.
Claro,
lo
destacable
es
que
cuatro
de
las
caídas
de
su
ciclo
en
Boca
fueron
en
este
2023.

Conquistó
la
Liga
Profesional
2022
(empató
con
Independiente
en
la
última
fecha
y
zafó
porque
River
superó
a
Racing)
y
la
Supercopa
Argentina
2022
frente
a
Patronato

(la
rompió
Benedetto,
fue
a
principios
de
2023).
Además,
sufrió
los
duros
golpazos
ante
Racing
en
las
finales
del
Trofeo
de
Campeones
2022
y
la
Supercopa
Internacional
2022.
El
equipo
nunca
encontró
una
línea
de
juego.
El
Negro
quería
seguir,
no
quería
renunciar,
pero
lo
echaron
por
malas
actuaciones
y
resultados.


Herrón,
rueda
de
auxilio

Si
hay
un
hombre
de
perfil
bajo
que
se
coló
desde
el
principio
es
Mariano
Herrón,
que
fue
compañero
de
Riquelme
en
Argentinos.
Llegó
de
la
mano
de
Román
en
2020,
fue
ayudante
de
Russo
y
luego
siguió
con
Battaglia.
Bajó
a
Reserva
y
luego
fue
siempre
hombre
de
confianza
del
vice,
mirando
los
partidos
con
él
desde
un
palco.

Herrón, siempre con Riquelme.Herrón,
siempre
con
Riquelme.

Contó
Herrón,
que
volverá
a
ser
rueda
de
auxilio
y
que
en
su
momento
dirigió
en
el
debut
en
la
Libertadores
contra
Monagas
en
Venezuela: «La
gratitud
mía
para
con
Román
es
porque
yo
estoy
acá
(en
Boca)
gracias
a
él,
es
la
realidad.
Me
invitó
a
formar
parte
de
este
proyecto.
Agradecido
también
a
Miguel
(Russo),
que
aceptó
que
yo
trabaje
con
él.
Pero
la
invitación
principal
fue
la
de
Román.
Nos
hemos
enfrentado
muchas
veces
cuando
éramos
jugadores.
Quedó
en
el
recuerdo
aquel
partido
en
el
que
lo
hice
marca
personal
(Argentinos
1-1
Boca,
en
1999),
porque
empatamos
y
salió
bastante
bien.
Pero
si
Román
hubiera
hecho
alguno
de
los
dos
goles
que
pegaron
en
los
palos
nadie
se
hubiera
acordado
de
Mariano
Herrón.
Son
anécdotas
que
quedan:
mi
relación
con
él
va
más
allá
de
esos
partidos
y
ahora
nos
toca
trabajar
juntos.
Nos
conocemos
desde
los
10,
11
años,
de
las
Inferiores
de
Argentinos»


La
apuesta
por
uno
de
afuera

Cuando
se
fue
Ibarra
y
quedó
Herrón,
estaba
claro
que
buscaban
rápidamente
para
la
Libertadores
alguien
de
peso.
Boca
descartó
a
Gareca
y
fue
por
Martino,
quien
agradeció,
dijo
que
no
y
luego
fue
al
Inter
Miami.
Y
Riquelme
se
decidió
por
uno
que
no
tenía
identificación
con
Boca,
que
siempre
le
había
gustado
por
sus
apuestas
ofensivas.

Fue
por
eso
que
eligió
en
su
momento
a
Jorge
Almirón,
más
allá
de
que
venía
de
una
muy
mala
campaña
en
el
Elche
y
que
sus
últimos
años
no
habían
sido
buenos.
Almirón
tuvo
el
coraje
de
agarrar
en
la
previa
del
segundo
partido
de
Libertadores
y
pudo
levantar
en
un
momento
al
equipo,
aunque
sin
encontrar
una
identidad.
De
hecho,
Riquelme
siempre
repetía,
como
con
los
anteriores
técnicos,
que
se
debía
jugar
mejor.
Valoraba
la
campaña
en
la
Libertadores,
pero
remarcando
que
el
nivel
podía
mejorarse.

Almirón
hizo
una
mala
campaña
local,
llegó
a
la
final
de
la
Libertadores
por
penales,
perdió
los
dos
superclásicos
y
alcanzó
la
semifinal
de
la
Copa
Argentina
(con
Almagro
y
Talleres,
por
penales
también).
Y
una
vez
que
cayó
en
la
final
con
Fluminense
y
con
varios
errores
en
los
cambios
durante
la
gestión,
terminó
yéndolo
solo.
Sabía
que
estaba
en
la
mira
y
eligió
irse
antes.

Fue
el
primer
entrenador
del
ciclo
que
no
consagrarse
campeón.

El
balance
fue
este:
43
partidos
con
22
victorias,
si
se
consideran
como
triunfos
los
empates
que
culminaron
en
triunfos
en
definición
por
penales;
y
tuvo
13
derrotas.

Almirón y la medalla, en Río. Almirón
y
la
medalla,
en
Río.

Diego
Martínez,
de
los
meses
de
buen
juego
a
los
gestos
de
Román
en
el
palco


La
llegada
de
Diego
Martínez
era
una
apuesta
o
quizás
no
tanto
.
El
entrenador
que
ya
había
trabajado
en
las
juveniles
del
Xeneize
y
que
formó
a
Luca
Langoni,
Valentín
Barco
y
Facundo
Colidio,

entre
otros,
era
un
DT
del
gusto
de
Román.

Luego
de
una
conflictiva
salida
de
Huracán,
algo
que
generó
una
tensión
entre
las
dirigencia
que
aún
continúa
vigente,
Martínez
se
puso
el
buzo
de
Boca
para
convertirse
en
el
primer
DT
del
Riquelme
presidente.

Y
claro,
la
llegada
de
Diego
Martínez
al
banco
de
suplentes
fue
muy
buena.
Claro,
si
bien
Boca
se
terminó
metiendo
casi
por
la
ventana
en
los
cuartos
de
final
de
la
Copa
de
la
Liga,
en
donde
venció
a
Godoy
Cruz,
que
fue
líder
de
la
Zona
B.

Sin
embargo,
más
allá
de
que
el
conjunto
del
Gigolo
se
metió
por
la
ventana,
el
nivel
del
equipo
era
de
alto
vuelo,
algo
que
afirmó
en
aquella
ya
lejana
victoria
ante
River
en
los
cuartos
de
final
de
la
Copa
de
la
Liga,

en
donde
el
Xeneize
no
solo
le
ganó
bien
arriba,
se
plantó
como
hace
un
largo
tiempo
no
lo
hacía.

Y
el
primer
quiebre
llegaría
en
la
semifinal
con
Estudiantes.
En
un
partido
en
el
que
Boca
fue
ampliamente
superior,
una
patada
de
Cristian
Lema
arruinó
todo
lo
que
había
hecho
el
equipo
de
Diego
Martínez.
El
central
le
metió
un
patadón
infernal
a
Tiago
Palacios
dentro
del
área
para
que
Edwin
Cetré
empatará
el
partido
para
que
luego
el
Pincha
eliminé
a
Boca.

Desde
allí
en
adelante,
Boca
nunca
volvió
a
ser
el
mismo.
Los
de
Diego
Martínez
entraron
en
un
sube
y
baja
de
rendimiento,
que
atravesaba
pequeñas
crisis
que
empezaban
a
generar
conflictos
dentro
del
vestuario.

Desde
el
episodio
de
Benedetto
y
la
frase
de «noches
alegres
y
mañanas
tristes»,
pasando
por
el
cruce
del
entrenador
con
Marcelo
Saracchi,
la
insólita
expulsión
de
Luis
Advíncula
en
Belo
Horizonte,
la
eliminación
con
Cruzeiro,
el
enojo
de
Sergio
Romero
con
los
hinchas
en
el
último
Superclásico
y
más…

Aquella
tarde
de
hace
una
semana
terminó
siendo
condenatoria,
la
continuidad
de
Martínez
luego
del
Superclásico
fue
una
simple
extensión
de
la
agonía.
En
Córdoba,
Boca
fue
una
continuidad
del
flojísimo
equipo
que
se
vio
hace
una
semana
en
La
Bombonera
y
que
el
propio

Riquelme
había
condenado
con
sus
eufóricos
gestos
en
uno
de
los
palcos
del
estadio
luego
de
la
derrota
ante
River
.
Esta
vez,
la
oficina
no
fue
una
YPF,
fue
la
sala
de
prensa
del
Estadio
Alberdi,
en
donde
Martínez
dijo: «Hoy
no
va
a
haber
ida
y
vuelta,
quiero
informarles
que
presenté
la
renuncia,
hablé
con
la
gente
del
Consejo.
No
vamos
a
continuar
a
cargo
de
nuestra
función
como
cuerpo
técnico.
Agradecido
al
club
y
al
presidente»
,
cerró
el
DT
en
su
última
conferencia
de
prensa
con
el
buzo
de
entrenador.

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