‘Call of Duty’ necesitaba un cambio, y si hay una saga capaz de aguantar lo que le echen, esa sin duda es la de Treyarch. Con ‘Black Ops 4’ han intentando el truco de manos más difícil al que se han enfrentado hasta ahora, coger la campaña que levantaba aplausos durante el E3 durante los primeros ‘Modern Warfare’ y deshacerse de ella en favor del modo Blackout.
Cambiar el modo historia por un modo Battle Royale parecía una locura, pero lo cierto es que las cifras de los usuarios indicaban que la campaña ya no le interesaba a casi nadie, así que estaban trabajando en algo que los jugadores no valoraban positivamente.
Tras intentar una experiencia cooperativa en la anterior entrega, David Vonderhaar y Dan Bunting explicaban en una entrevista reciente que el cambio era necesario. Que de alguna forma tenían que romper los esquemas del público para poder ganárselo de nuevo.
«Lo más importante sobre el desarrollo de un videojuego es ser capaz de adaptarte. Si no puedes mirar algo y decir honestamente «no es lo suficientemente bueno», o «no es lo que queremos y necesitamos un cambio», si no puedes hacer eso, entonces no te estás adaptando. No vas a evolucionar de para poder ofrecer experiencias excitantes para los fans.
El desarrollo es un viaje. Hemos intentando muchas ideas y cosas distintas. El juego que estamos haciendo ha evolucionado con el tiempo y eso es parte del desarrollo. No recuerdo ningún juego que hayamos hecho que no haya tenido algún cambio dramático en la fase de prototipo. Para eso sirven los prototipos. Prototipas ideas, algunas funcionan genial, otras no lo hacen y a partir de ello pivotas. Encuentras una nueva idea y te centras en eso. Sigues la diversión.»
Según la percepción general de Blackout, parece que la decisión ha sido la acertada y, por fin, ahora tienen entre manos una nueva experiencia que les sirva para seguir apoyando ese concepto de comunidad que desde hace años han intentado sumar al multijugador. Puede que este también tuviese su público, pero era evidente que se estaba quedando atrás. Por suerte, han sabido ganarse nuestra atención de nuevo.