Benedetto y su racha maldita en los penales: ¿debe seguir pateando?

«Tengo la personalidad suficiente para afrontar esos momentos y volver a agarrar la pelota en un penal”. Así había explicado Darío Benedetto su decisión de patear en la definición por penales ante Naciona, tras la pesadilla vivida ante Corinthians en la misma instancia de la Libertadores 2022, cuando falló dos (uno en tiempo regular y uno en la serie) y Boca se quedó afuera. Contra los uruguayo la metió y pareció dejar atrás esa súper mochila. Pero… en Junín volvieron todos los fantasmas.

Otra vez un penal, otra vez el karma, otra vez un golpazo contra la pared. Pipa volvió a fallar desde los 12 pasos y de nuevo el Xeneize se quedó sin nada. A los 42’ del ST, cuando el partido se moría y Boca perdía 1-0 con Sarmiento, remató fuerte, apenas direccionado, pero Devecchi lo adivinó y se lo atajó. De no creer.

Con este que falló, Benedetto lleva cuatro penales errados de los últimos seis que ejecutó: los dos de Corinthians, el de Talleres unos días después (por la Liga 2022) y el de este domingo. En el medio le convirtió a Olimpo por Copa Argentina y el citado ante Nacional. Y así, se plantea un doble escenario. Uno, más general: con esta estadística en contra, ¿debe seguir pateando, si tuviera la voluntad de hacerlo? Y otro, bien particular: si el miércoles, contra Racing, se presentara una nueva definición copera desde los 12 pasos, ¿Almirón debería elegirlo?

No puede ser peor el momento de Benedetto. Relegado como tercer nueve del plantel detrás de Cavani y Merentiel, en el 0-0 de la Copa contra Racing había entrado apenas un minuto, marcando que es para Almirón la última opción. Por eso en Junín tenía la chance de mostrarse, de levantar la cabeza. Pero lejos estuvo de eso: otro penal errado lo vuelve a poner en el centro de la crítica y también de la bronca de los hinchas.

Para colmo, como si fuera una maldición que lo incluye en el combo, este domingo Boca volvió a tener un penal después de casi un año. El último por el torneo local se lo habían dado ante el mismo rival y en la misma cancha y también lo falló: aquella vez fue Marcos Rojo, quien como si fuera poco terminó sufriendo la rotura de ligamentos cruzados de la rodilla derecha que lo sacó de la cancha casi diez meses. Para Pipa la tarde en Junín no fue tan fatal, pero sin dudas que es un nuevo paso atrás para él.

Pero hubo más. Benedetto, encima, terminó siendo parte del tumulto del final entre los jugadores de Sarmiento y de Boca, que terminó con dos expulsados (Blondel, del Xeneize, y Nahuel Gallardo, del local). Justamente el hijo del ex técnico de River lo acusó de haber desatado ese incidente tras el encuentro. “Me pegó una piña”, lo acusó. Sus calenturas le costaron caro en este último tiempo (la pelea con Zambrano o el gesto contra Racing en el Trofeo de Campeones que le valió cuatro fechas de suspensión) y otra vez estuvo cerca de pagar por una de ellas.

Si Benedetto buscaba alguna chance de meterse en la revancha contra Racing por la Libertadores, su partido con Sarmiento no lo ayudó en nada. Y para colmo, otra vez sufrió el karma de los penales. ¿Debe seguir pateando?