En la mayoría de las familias existe una rutina para la vida diaria, que nos permite coordinar y organizarnos para llevar las actividades de todos los miembros de una forma ordenada y funcional, desde lo básico como la hora de levantarse y de comer, hasta los horarios de otras actividades fuera de casa.
Pero cuando llegan las vacaciones todo cambia, y esta rutina que nos había llevado de forma organizada durante un tiempo, se ve interrumpida. Sin embargo, esto no es necesariamente malo e incluso es una buena oportunidad de aprendizaje para toda la familia. Te contamos cómo adaptarte en las vacaciones con los niños, para que todos los miembros de la familia disfruten.
Las vacaciones, una pausa en las rutinas
La mayoría de las personas cuando pensamos en vacaciones, inmediatamente nos imaginamos un momento de descanso, libres de trabajo y preocupaciones. Y es que la palabra «vacaciones», solemos relacionarla con placer y relajación, pues es una temporada ideal para escapar de la rutina y darnos la oportunidad de frenar un poco nuestro acelerado ritmo de vida.
Aunque claro, las cosas son un poco (o bastante) distintas cuando ya somos padres. Anteriormente te he hablado de lo que deseamos las madres en vacaciones y te comenté que he notado dos posturas principales que tienen acerca de ellas quienes ya tienen hijos: las aman o las odian.
Por un lado, están quienes las aman, pues lo ven como comentaba al inicio: un momento ideal para vivir los días sin tantas prisas. Pero por otro, están quienes las odian, ya que ven interrumpida la rutina que finalmente habían logrado establecer dentro de casa y eso les hace pensar que las cosas pueden volverse un poco caóticas.
Aunque personalmente pertenezco al primer grupo porque me encanta no tener que estar corriendo por las mañanas mientras preparo todas mis cosas y las de mi hija antes de salir de casa para asistir a nuestras respectivas actividades, entiendo que interrumpir o dejar la rutina que nos había funcionado puede llegar a ser un poco inquietante.
Adaptarse a las vacaciones con niños
En realidad, pasar de la rutina a la relajación, es más sencillo que hacerlo a la inversa, pero justamente porque sabemos lo que puede costar establecer rutinas dentro de casa, podemos intentar mantenerlas cuando toda la familia se encuentra de vacaciones.
Con mantener la rutina, me refiero a las actividades y métodos de organización que diario o semanalmente se manejan en casa, como los horarios para dormir de los niños, los tiempos para comer, si se tienen días asignados para las tareas de organización y limpieza en casa, etcétera.
Pero debemos recordar, que así como al volver al trabajo nos adaptamos nuevamente al ir y venir diario, adaptarse a las vacaciones también es algo que debemos hacer, no solamente porque es un cambio en el ritmo diario, sino porque las vacaciones son algo que debemos disfrutar cada vez que podamos, especialmente cuando hay niños en casa, pues es una grandiosa oportunidad para pasar tiempo en familia.
La clave para unas vacaciones felices: ser flexibles
Las vacaciones son uno de los momentos más esperados del año por chicos y grandes, y como decía al inicio, es una temporada en la que podemos decirle adiós a la rutina, comenzar a relajarnos un poco y divertirnos más. Esto, desde luego, lo lograremos siendo flexibles.
Con «ser flexibles» no quiero decir que digamos sí a todo lo que ellos nos pidan o que nos olvidemos por completo de la rutina y reine el desorden en casa, sino a tener la capacidad de desestructurar esa rigidez con pequeñas cosas para aprovechar el tiempo en familia. Un ejemplo de lo que quiero decir, es en el caso de que tengamos días específicos asignados para la organización dentro de casa.
Digamos: los sábados es el día que usualmente lavamos la ropa, pero si un día nuestros hijos desean que hagamos otra actividad en familia, seguro podemos dejar esta tarea para después, sin la presión de necesitar prendas en particular para la escuela o trabajo.
Estando todos de vacaciones, tenemos la oportunidad de tener flexibilidad en este aspecto y hacerlo otro día de la semana. Incluso, podríamos explicarles que usualmente tenemos un día asignado, pero podemos cambiarlo para en otro en el que ellos nos ayuden, y así aprovechar esta temporada para comenzar a involucrarlos y enseñarlos a hacer algunas de esas tareas en casa si aún no sabían cómo, algo que se ha comprobado tiene muchos beneficios para su desarrollo.
Otro ejemplo en el que podemos ser flexibles durante vacaciones, son las pequeñas cosas, como los horarios de dormir de los niños. No pasará nada por uno o dos días que permanezcan despiertos con nosotros más allá de su hora usual de dormir, o que despierten hasta que ellos lo decidan, sin alarmas ni prisas porque no hay que madrugar.
O quizás, si la alimentación es algo que cuidamos mucho en el día a día, en vacaciones podemos darnos el lujo de desayunar algo no muy saludable o de comer el postre antes que la comida. La idea es que salgamos un poco de la rutina, permitiendo tener estos momentos de diversión y complicidad en familia con el pretexto de las vacaciones.
Con cosas pequeñas como éstas, no solamente haremos de las vacaciones una experiencia más divertida para toda la familia, sino también nosotros aprenderemos a relajarnos y le enseñaremos a los niños que ante algunas situaciones es posible y positivo ser flexible, y que tener esta capacidad de hacerlo nos ayudará al momento de tener que adaptarnos en otras situaciones para que las cosas funcionen mejor o podamos disfrutar más.
Desde luego, debemos explicar a los niños que el motivo por el cual estamos siendo más flexibles, es porque también es bueno serlo de vez en cuando y las vacaciones nos dan esa posibilidad para hacerlo, explicándoles que una vez que se hayan terminado, habremos de retomar la rutina, lo cual también es muy positivo para ellos y para el funcionamiento de toda la familia.
Pasarlo bien en familia es el objetivo de las vacaciones, y relajándonos con los horarios y siendo flexibles, podremos adaptarnos para que todos disfrutemos de este periodo de descanso y regresemos a la rutina más relajados y felices.
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