A
veces
me
encuentro
con
noticias
que
critican
cómo
los
millennials,
mi
generación,
queriendo
ser
padres
y
madres
con
mucha
consideración,
paciencia
y
comprensión,
sin
imponer,
comprendiendo
la
individualidad
de
cada
persona…
están
criando «o
creando»
a
gente
muy
caprichosa
y
a
personas
irrespetuosas
con
las
normas.
Mucha
gente
millennial
está
ahora
en
la
tarea
de
criar
una
nueva
generación,
que
no
es
la
Z,
sino
la
generación
Alfa.
Los
adolescentes
más
jóvenes,
niños,
niñas
y
niñes
y
quienes
aún
están
naciendo,
son
generación
Alfa.
Más
o
menos
se
calcula
que
es
esa
gente
nacida
entre
2010
y
ahora
mismo.
Y,
como
ha
pasado
siempre,
las
marcas
estudian
bien
cómo
llegarán
a
ser
sus
comportamientos.
El
marketing
se
adapta
para
vender.
Y
esos
estudios,
como
ha
pasado
también
antes,
nos
van
dando
pistas
de
qué
puede
llegar
a
pasar.
Mientras
se
multiplican
los
jefes
y
empresas
que
se
quejan
de
la
forma
de
ser
de
la
Generación
Z
y
hay
muchos
expertos
que
abogan
por
comprenderlos
y
dejar
las
críticas
de
lado,
dentro
de
muy
pocos
años
la
indiosincracia
tendrá
que
adaptarse
a
la
Generación
Alfa.
Personas
que
han
nacido
viendo
a
todo
el
mundo
que
les
rodea
con
smartphone
todas
las
horas
del
día
lo
que
no
solo
está
afectando
a
sus
experiencias,
sino
que
definirá
el
modo
en
que
interactuará
con
sus
semejantes.
Qué
se
espera
de
la
Generación
Alfa
En
pocas
palabras,
la
Generación
Alfa
se
define
como
aquellos
nacidos
entre
2010
y
2024.
Cada
semana
nacen
más
de
2,8
millones
en
todo
el
mundo.
Cuando
todos
hayan
nacido
(2025),
serán
casi
2
mil
millones:
la
generación
más
grande
en
la
historia
del
mundo,
de
acuerdo
conmccrindle.
Si
bien
son
la
generación
más
joven,
tienen
influencia
de
marca
y
poder
adquisitivo
más
allá
de
su
edad.
Ellos
dan
forma
al
panorama
de
las
redes
sociales,
son
los
que
influyen
en
la
cultura
popular,
los
consumidores
emergentes
y,
para
finales
de
la
década
de
2020,
pasarán
a
la
edad
adulta
y
a
la
fuerza
laboral.
Ya
se
empieza
a
especular
con
cómo
afrontarán
esa
edad
adulta
e
incluso
hay
quienes
prevén
que
van
a
educarse
durante
más
años,
comenzarán
a
ganar
dinero
años
más
tarde
y
se
quedarán
en
casa
con
sus
padres
incluso
más
tarde
que
sus
predecesores,
la
Generación
Z
y
la
Generación
Y
o
millennials.
Por
el
momento,
su
niñez
y
comienzos
de
la
adolescencia
está
marcada
por
las
pantallas
y
el
mundo
digital.
Tienen
una
mayor
alfabetización
digital
pero
eso
puede
traducirse
en
una
formación
social
deficiente,
como
sucede
en
general
a
todo
el
mundo
cuando
pasamos
más
tiempo
comunicándonos
por
redes
sociales
en
vez
de
con
los
colegas
o
las
familias
alrededor
de
una
mesa.
Aislamiento
social
e
inteligencia
artificial
Si
bien
hay
datos
limitados
que
se
centran
únicamente
en
la
Generación
Alfa
debido
a
su
corta
edad,
hay
quienes
se
atreven
a
anticipar
tendencias
futuras
en
función
de
los
panoramas
sociales
y
tecnológicos
en
los
que
están
creciendo.
La
pandemia
de
COVID-19
también
ha
desempeñado
un
papel
importante
en
la
configuración
de
esta
generación,
con
expectativas
de
una
mayor
integración
de
la
tecnología
en
sus
vidas
como
resultado
del
distanciamiento
social
y
bloqueos
relacionados
con
la
pandemia.
Además,
la
Inteligencia
Artificial
(IA)
está
preparada
para
influir
significativamente
en
la
Generación
Alfa,
de
forma
similar
a
los
impactos
de
los
teléfonos
móviles
e
Internet
en
las
generaciones
anteriores.
La
integración
de
la
IA
en
la
educación
y
los
juguetes
está
fomentando
la
inteligencia
emocional,
el
aprendizaje
personalizado
y
el
crecimiento
entre
estos
jóvenes.
Esta
tendencia
indica
un
futuro
en
el
que
los
enfoques
educativos
y
los
lugares
de
trabajo
estarán
muy
influidos
por
la
IA.
Como
hijos
de
los
Millennials
y
hermanos
menores
de
la
Generación
Z,
los
valores
y
comportamientos
de
la
Generación
Alfa
están
siendo
moldeados
por
estas
generaciones
anteriores.
Esto
incluye
su
enfoque
de
la
tecnología,
la
educación
y
las
cuestiones
sociales.
En
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