Netflix hizo la promesa de estrenar al menos una nueva película cada semana, pero lo cierto es que la plataforma no se conforma con eso y no es nada raro que nos llegue más de una cinta original en ese periodo de tiempo. De hecho, esta semana serán cuatro los largometrajes que lance en exclusiva, aunque los focos se centrarán en ‘A todos los chicos: Para siempre’, cierre de la trilogía romántica liderada por Lana Condor y Noah Centineo, pero hoy vengo a hablaros de uno de los otros tres títulos, en concreto del thriller sueco ‘Punto rojo‘ (‘Red Dot’) que hoy jueves 11 de febrero.
Es curioso que Netflix presente una película así en las vísperas de San Valentín, ya que es cierto que tiene cierto elemento romántico con una pareja intentando reconducir su relación en una escapada para hacer montañismo, pero todo se convierte en una pesadilla cuando notan un punto rojo apuntándoles. A partir de ahí, ‘Punto rojo’ se convierte en un thriller de supervivencia que juega con las expectativas del público con acierto.
Engancha desde el principio
‘Punto rojo’ es una película que sabe muy bien qué es lo que busca en todo momento, valiéndose de un gancho muy usado por J.J. Abrams en una etapa de su carrera para enganchar al espectador desde el minuto 1 para luego sentar las bases de la relación de la pareja formada por Nanna Blondell y Anastasios Soulis, manteniendo en todo momento un ritmo ágil sin sacrificar la necesidad de que el público conecte con esos personajes para que luego pueda importarle las penurias a las que van a tener que hacer frente.
De esta forma, Alain Darborg, director y también coguionista de la película junto a Per Dickson, ofrece una eficaz presentación en la que, poco a poco, uno empieza a olerse por dónde van a ir los tiros. A fin de cuentas, ya hemos visto varias películas en las que una persona o una pareja se ve metida en un lío tremendo por cualquier estupidez, acrecentándose cada vez más la sensación de peligro.
Sin embargo, Darborg sigue jugando con la incógnita alrededor de ese misterioso punto rojo durante muchos minutos, dejando que sean los peligros naturales los que lleven a la pareja protagonista al borde del colapso en varios momentos. Y es que ‘Punto rojo’ se convierte en cierto momento en una huida hacia delante sin un punto de destino claro para sus protagonistas. Simplemente hay que seguir con vida y mantenerse a salvo de una amenaza al mismo tiempo concreta y difusa.
Esto sirve para acercar más a los personajes interpretados por Blondell y Soulis, ya que hacer frente a situaciones extremas hace que sus diferencias, bien presentadas en su primer acto, queden completamente de lado ante esa amenaza común. La actuación de ambos encaja muy bien con la creciente intensidad buscada por Darborg y en ningún momento surge esa temida sensación de repetición, de estar enfrentándose una y otra vez a lo mismo sin que exista ningún tipo de progresión.
Elevando la intensidad
Ahí la película se ve beneficiada por intentar ir casi siempre al grano sin caer en el error de acelerar demasiado el ritmo en algunas escenas, provocando así altibajos. Para bien o para mal -que no hay película que guste a todo el mundo-, ‘Punto rojo’ es una propuesta muy compacta por ese lado y creo que los problemas que pueda tener van a depender sobre todo de una decisión de guion que probablemente cause cierta división entre el público.
Y es que ‘Punto rojo’ juega bastante con la perspectiva que pueda tener el público de lo que sucede para llegado el momento de poner todas las cartas encima de la mesa, optar por una explicación que habrá quien vea un poco cogida con pinzas o incluso tramposa. No entraré en detalles al respecto, pero obviamente eso hace que la película cambie y personalmente creo que lo hace para mejor, ya que a toda esa creciente intensidad se añade un elemento más personal que nos obliga a revisar lo que habíamos dado por sentado en diferentes niveles.
Esto enriquece más ‘Punto rojo’ en todos los sentidos, desde la intensidad de los hechos que cuenta hasta las propias interpretaciones de su reparto al darle una mayor profundidad a todo. Es un salto necesario para que la película pueda dar un gran paso adelante y cerrar la película por todo lo alto siempre y cuando uno acepte el giro que propone.
En resumidas cuentas
‘Punto rojo’ es un thriller notable que sabe cómo captar la atención del espectador desde sus primeros minutos y con el ritmo adecuado para uno sienta interés en todo momento hacia lo que sucede. El sólido trabajo de sus dos protagonistas y un curioso trabajo de puesta en escena para buscar una atmósfera opresiva a menudo en lugares abiertos te mantiene enganchado hasta el final, sabiendo además sorprender al espectador.
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