El campeón tiene mil variantes. Puede salir distraído o a quemar naves desde el arranque como anoche. San Lorenzo sacó pecho en La Bombonerita ante Boca y lo venció 83-72 para quedar 9-0 y firmar un comienzo bárbaro en la Liga que lo tiene como único líder. Avanza con la esperanza de ir por su cuarto título al hilo, algo inédito en la competencia.
El arranque fue inmejorable, con buen balance defensivo y varias bombas para alejarse rápidamente 14-2 y dejando a Boca con esos dos puntos apenas hasta la mitad del primer cuarto. El Penka Aguirre volvió a la titularidad con todo (venía de ser suplente porque se recuperaba de una molestia en su mano derecha) y condujo al equipo de la mejor manera. El base terminó con 19 puntos y 6 asistencias.
Pero no todo lo que brilla es oro y esa intensidad con la que jugó el primer tiempo fue mermando en el segundo. Porque la defensa no fue la misma y porque Boca tampoco lo fue. El Xeneize levantó mucho de la mano de Adrián Boccia y Jasiel Rivero, los dos puntales de la arremetida para llegar a igualarlo en 59 cuando restaban 8 minutos para el final del juego.
Pero el Ciclón es de responder en los momentos límite. Una bomba de Marcos Mata, ayer en otro rol ayudando en la pintura por la ausencia de Calfani (se recupera de un golpe del partido anterior), más la presencia de Joel Anthony debajo del aro que cada día es más preponderante), volvieron a inclinar la balanza para el lado del campeón. Tucker puso la daga con un triple y falta, y San Lorenzo se escapó otra vez, y resultó inalcanzable para Boca.
El Cuervo defendió con intensidad, fue más inteligente a la hora de atacar y se sacó de encima a uno de sus escoltas, volviendo a demostrar que este año va por todo, buscando el tetracampeonato.
