Barata,
con
unos
acabados
de
alta
calidad,
de
suficiente
potencia
para
cualquier
uso
y
hasta
ofrece
un
sonido
de
altura:
Xiaomi
prometía
una
tablet
rompedora.
Y
la
Redmi
Pad
Pro
cumple
con
creces,
pude
comprobarlo:
es
una
candidata
fija
al
trono
de
las
mejores
tablets
Android.
Enfrentarme
al
análisis
de
la
Redmi
Pad
Pro
desencadenó
un
choque
de
trenes,
ya
que
yo
venía
de
analizar
el
iPad
Pro
(2024).
Y
claro,
en
la
mesa
de
trabajo
tenía
una
de
las
tablets
más
caras
y
potentes
del
mercado
y
la
Redmi
Pad
Pro,
un
modelo
que,
pese
a
no
quitarse
de
encima
la
etiqueta
de
«tablet
barata»,
tampoco
perdía
el
orgullo
de
mostrar
características.
Porque,
¿podría
obtener
una
experiencia
similar
con
un
dispositivo
que
vale
una
décima
parte?
Tocaba
averiguarlo.
es
como
gana
dinero
Xiaomi
–
te
atraen
y
te
atrapan
Ficha
técnica
de
la
Redmi
Pad
Pro
Xiaomi |
|
---|---|
PANTALLA |
Panel
Resolución
Refresco
Dolby
600 |
DIMENSIONES |
280
571 |
PROCESADOR |
Qualcomm |
RAM |
6 LPDDR4X |
ALMACENAMIENTO |
128
UFS |
CÁMARA |
8 |
CÁMARA |
8 |
BATERÍA |
10.000
Carga |
SISTEMA |
Android HyperOS |
CONECTIVIDAD |
Wi-Fi
Bluetooth
USB |
OTROS |
Cuatro
Sonido |
PRECIO |
Xiaomi
Redmi
Pad
Pro
+
Funda
–
Tablet
de
12,1”
2,5K
(Snapdragon
7s
Gen
2,
6GB
de
RAM,
128GB
de
ROM,
4
Altavoces,
WiFi
+
Bluetooth
5.2,
batería
de
10000
mAh),
Gris
(Versión
ES)
*
Algún
precio
puede
haber
cambiado
desde
la
última
revisión
Diseño,
pantalla
y
sonido:
poco
que
objetar
para
el
precio

La
Redmi
Pad
Pro
es
una
tablet
que
se
siente
como
su
apellido,
Pro.
Muy
bien
construida,
con
un
aluminio
que
le
sienta
perfectamente
al
tacto,
su
peso
no
se
me
hace
exagerado
(pese
a
que
no
es
ligera)
y
es
suficientemente
manejable
como
para
que
llevarla
a
cualquier
parte
no
sea
un
problema.
Versátil,
con
una
gran
superficie
para
interactuar
con
su
pantalla,
los
marcos
son
bastante
delgados
y
con
todo
lo
necesario
para
disfrutar
del
contenido
multimedia,
Jack
de
3,5
mm
incluido.
Es
una
tablet
de
cantos
rectos
(mal)
con
los
bordes
suavizados
(bien):
no
se
marca
en
la
mano
ni
durante
largo
tiempo
sosteniéndola.
El
agarre
es
cómodo
pese
a
que
las
dimensiones
son
grandes:
los
cantos
suavizados
hacen
que
no
se
marquen
los
borden
en
las
manos
La
disposición
es
la
habitual
en
los
dispositivos
de
su
estilo:
según
se
sostiene
de
frente
en
vertical,
los
botones
de
volumen
quedan
en
la
esquina
derecha
y
el
de
encendido
en
la
parte
superior
derecha;
dispone
de
cuatro
altavoces
laterales
(dos
en
el
borde
inferior
y
otros
dos
en
el
superior),
y
en
el
canto
inferior
se
sitúan
el
puerto
USB
C
y
el
y
citado
Jack
de
auriculares.

El
metal
ofrece
un
acabado
pulido
y
con
una
ligera
textura
rugosa
que
no
sólo
facilita
el
agarre,
también
dificulta
el
anclaje
de
las
huellas
dactilares.
La
pantalla
dispone
de
un
acabado
oleofóbico
y
no
es
demasiado
sucia;
por
lo
que,
en
conjunto,
no
se
hace
muy
necesario
andar
con
el
trapo
antimanchas
(ni
en
la
sesión
de
fotos,
aleluya).
Sí
que
retienen
algo
de
polvo
los
objetivos,
que
son
gigantescos.
Hablemos
de
la
cara
trasera
de
la
Redmi
Pad
Pro.
Limpia,
con
el
nombre
de
«Redmi»
como
única
decoración
y
con
una
cámara
posterior
y
flash
que
sobresalen
mucho
del
cuerpo.
Muchísimo,
estos
elementos
son
exagerados
y
rompen
con
la
elegancia
y
sobriedad
del
diseño.
Y
sin
que
la
tablet
destaque
especialmente
en
fotografía,
como
detallaré
más
adelante.
Pantalla

Ni
siquiera
la
tablet
más
potente
de
Xiaomi,
la
Xiaomi
Pad
6S
Pro
12.4,
equipa
paneles
OLED,
por
lo
que
tampoco
esperaba
esta
tecnología
en
la
Redmi
Pad
Pro
(la
marca
se
reserva
estos
paneles
para
sus
smartphones).
Eso
sí,
no
es
que
la
Redmi
Pad
Pro
monte
un
mala
pantalla,
que
para
el
precio
que
tiene
el
dispositivo
se
basta
y
se
sobra
para
sobresalir
en
cualquier
entorno.
Excepto
en
exteriores
y
a
plena
luz
del
día,
ahí
sí
que
sufre.
Algo
lógico
tratándose
de
una
tablet.

Los
datos
técnicos
dejan
en
buen
lugar
a
nuestro
protagonista
de
análisis:
pantalla
LCD
IPS
de
12,1
pulgadas
con
resolución
de
2.560
x
1.600
píxeles;
dispone
de
refresco
variable
con
un
máximo
de
120
Hz;
el
brillo
pico
para
contenido
HDR
asciende
hasta
los
600
nits;
el
aprovechamiento
del
frontal
es
del
83,6
%,
y
el
ratio
es
de
16:10.

He
apreciado
ciertas
dificultades
con
los
ángulos
de
visión,
los
colores
varían
de
tonalidad
al
inclinar
la
tablet.
También
varía
en
exceso
la
retroiluminación
del
panel:
el
brillo
baja
de
forma
notoria
con
la
inclinación
(lo
ideal
es
mantener
la
pantalla
completamente
perpendicular
a
la
vista).
Pese
a
que
no
se
pierde
la
noción
de
lo
que
se
reproduce
en
pantalla,
sí
que
sufre
alteraciones
que
reducen
la
sensación
de
calidad
del
panel.
La
respuesta
al
toque
es
buena,
el
calibrado
por
defecto
se
me
hace
algo
frío,
en
la
retroiluminación
predomina
cierta
tonalidad
amarillenta,
en
el
modo
estándar
Xiaomi
mantiene
una
saturación
ajustada
y
el
brillo
automático
es
demasiado
rebelde:
cambia
constantemente,
a
menudo
dejando
la
pantalla
tan
oscura
que
cuesta
apreciar
los
detalles.
Con
otro
punto
a
destacar:
de
noche
y
en
completa
oscuridad
deslumbra
ligeramente
(no
es
mal
soporte
de
lectura,
incluye
un
modo
de
iluminación
indicado
para
ello).
Sonido

Este
apartado
me
sorprendió
especialmente
de
la
Redmi
Pad
Pro,
es
una
de
los
dispositivos
económicos
con
mejor
sonido
que
he
probado
últimamente:
si
alguien
quiere
una
buena
tablet
en
relación
precio/audio,
ya
tiene
ganadora.
Cuatro
altavoces
y
suficiente
potencia
para
hacerse
notar
incluso
en
la
distancia.
El
sonido
es
de
calidad,
aunque
a
máximo
volumen
los
agudos
destacan
en
exceso,
incluso
con
cierta
distorsión
metálica.
Los
bajos
tienen
pegada,
ver
una
película
de
acción
en
la
Redmi
Pad
Pro
maximiza
la
experiencia
sensorial.
Es
compatible
con
Dolby
Atmos,
medí
una
presión
sonora
máxima
de
89
dB
y
encontré
otro
aspecto
que
aprecié
positivo:
las
cámaras
de
resonancia
de
los
altavoces
no
transmiten
excesiva
vibración
al
cuerpo
de
la
tablet.
Sostenerla
con
el
audio
a
máximo
no
transmite
incomodidad
(aunque
puede
dejar
sordo,
doy
fe).

Los
auriculares
se
llevan
bien
con
la
tablet:
tanto
da
que
se
use
cable,
con
ese
bienvenido
puerto
de
3,5
mm,
como
emparejando
un
dispositivo
de
audio
por
Bluetooth.
Sonido
de
calidad,
con
matices,
HyperOS
incluye
mejoras
auditivas
por
software
(sonido
de
Xiaomi
y
el
citado
Dolby
Atmos),
dispone
de
ecualizador
gráfico
de
diez
bandas
y
es
compatible
con
los
códecs
Bluetooth
habituales:
SBC,
AAC,
aptX
(normal,
HD,
Adaptive
y
TWS+)
y
LDAC.
Rendimiento,
software
y
autonomía:
demasiadas
lagunas

Entremos
en
la
potencia
bruta.
¿Cómo
se
le
da
el
rendimiento
a
la
Redmi
Pad
Pro?
Tras
esta
pregunta
retórica
a
mí
se
me
ocurre
un
«regulinchi»:
si
bien
en
líneas
generales
no
da
problemas
a
la
hora
de
mover
juegos
y
la
capa,
he
apreciado
demasiados
tirones
en
el
día
a
día
como
para
llevarme
la
mejor
impresión
en
este
apartado.
El
Snapdragon
7s
Gen
2
elegido
por
Xiaomi
debería
comportarse
a
las
mil
maravillas
en
todas
las
situaciones,
pero
lo
cierto
es
que
peca
de
estabilidad
y
de
potencia
máxima.
No
sólo
por
las
capacidades
del
procesador,
también
por
la
penalización
del
propio
HyperOS:
se
nota
mucho
el
peso
de
la
capa
de
Xiaomi.

Algunos
saltos
en
las
animaciones
al
saltar
entre
apps,
la
interfaz
se
me
ha
congelado
alguna
vez
con
determinados
procesos
en
segundo
plano
(como
actualizar
las
aplicaciones),
el
teclado
en
pantalla
a
menudo
tarda
segundos
en
aparecer
y
los
juegos,
pese
a
que
el
aspecto
gráfico
se
mantiene
a
un
nivel
decente,
también
se
ven
penalizados
por
cierta
inconsistencia
en
el
rendimiento.
Disponer
de
memoria
RAM
LPDDR4X
y
almacenamiento
UFS
2.2
no
es
un
alivio
para
la
ejecución
del
software.

De
izquierda
a
derecha:
Geekbench
6,
3D
Mark
Wild
Life
Unlimited
y
PCMark
Work
3.0
Toca
averiguar
los
números
de
benchmark
enfrentando
a
la
Redmi
Pad
Pro
contra
nuestros
tres
habituales:
Geekbench,
3D
Mark
y
PC
Mark.
xiaomi |
|
---|---|
procesador |
Qualcomm |
memoria |
6 |
geekbench |
|
3d |
3.031 |
pcmark |
12.512 |
Los
números
obtenidos
dejan
bien
claro
que
la
potencia
bruta
no
es
la
cualidad
más
subrayable
de
la
tablet.
Nada
que
objetar,
Xiaomi
no
apunta
a
esa
diana,
pero
sí
que
me
habría
gustado
una
mayor
consistencia
general
en
la
experiencia
de
uso.
Es
probable
que
con
las
sucesivas
actualizaciones
de
software
Xiaomi
logre
corregir
alguno
de
de
estos
inconvenientes
de
ejecución.
Además,
siempre
se
le
puede
sacar
un
extra
eliminando
todo
lo
superfluo
de
HyperOS,
que
es
mucho.
Software

HyperOS
y
bloatware
es
casi
un
sinónimo,
especialmente
en
los
dispositivos
Redmi,
que
son
los
más
económicos
del
portafolio
de
Xiaomi.
Pese
a
ello,
he
apreciado
mucha
más
limpieza
de
la
que
me
esperaba:
no
hay
un
exceso
de
juegos
preinstalados
y
las
apps
superfluas
pueden
eliminarse
sin
demasiado
problema.
El
desinstalado
presente
en
HyperOS
es
perfecto
para
la
tarea,
lleva
gustándome
desde
MIUI.

La
interfaz
de
sistema
se
adapta
bien
a
la
experiencia
tablet
con
una
plantilla
que
se
acomoda
tanto
al
uso
en
vertical
como
al
horizontal.
El
dock
inferior
con
los
accesos
directos
es
ideal
para
tener
a
mano
todo
lo
necesario
para
el
día
a
día
y
también
destaca
las
apps
recientes,
a
lo
iPadOS.

HyperOS
permite
trabajar
con
dos
aplicaciones
a
la
vez
gracias
a
la
pantalla
partida,
el
uso
de
ventanas
flotantes
aumenta
la
productividad
sin
que
la
ejecución
se
vea
lastrada
en
exceso
por
el
hardware
y
las
funciones
del
lápiz
complementan
el
uso
como
soporte
de
escritura
y
de
dibujo.

Junto
con
la
Redmi
Pad
Pro
estuve
probando
los
accesorios
de
la
tablet:
el
lápiz
y
la
funda
teclado.
HyperOS
se
complementa
perfectamente
con
ellos,
como
decía:
la
latencia
del
Redmi
Smart
Pen
es
mínima,
los
trazos
sobre
la
pantalla
son
muy
precisos
y
la
sensación
de
calidad
y
respuesta
que
arroja
están
a
la
altura
de
una
tablet
mucho
más
cara.
Lo
mismo
con
la
funda
teclado,
aunque
con
matices:
su
construcción
y
encaje
de
la
tablet
parecen
las
de
una
funda
no
oficial.
Pese
a
esto,
la
escritura
tecla
a
tecla
con
el
conjunto
no
decepciona.

HyperOS
es
una
capa
muy
pesada,
también
es
de
las
que
más
opciones
ofrece
al
usuario.
Personalización
máxima,
controles
de
ajuste
para
casi
todas
las
funciones
de
software
y
hardware,
se
conecta
fácilmente
con
otros
dispositivos
de
Xiaomi
para
facilitar
la
multitarea
entre
todos
ellos,
admite
duplicación
de
apps,
Xiaomi
incluye
servicios
añadidos
si
se
registra
la
cuenta
en
la
tablet
(como
un
segundo
sistema
de
localización)
y,
también,
múltiples
sugerencias
a
modo
de
publicidad.
Como
recomendación
de
aplicaciones
en
las
carpetas,
en
el
cajón
de
apps
y
anuncios
en
la
pantalla
de
bloqueo.
Esto
puede
desactivarse.
Batería

Los
10.000
mAh
de
capacidad
que
monta
la
Redmi
Pad
Pro
deberían
de
ser
suficientes
como
para
hacer
de
la
tablet
un
complemento
para
varios
días.
Es
tal
que
así,
ya
que
me
ha
aguantado
diversas
jornadas
con
una
carga
y
como
uso
esporádico.
En
este
punto
me
ha
sorprendido
el
reducido
consumo
con
la
pantalla
apagada,
aquí
hacen
muy
buen
trabajo
el
procesador
y
la
optimización
de
HyperOS.

En
términos
de
consumo,
con
varias
horas
diarias
de
navegación
y
streaming
bajo
WiFi,
la
Redmi
Pad
Pro
aguanta
dos
o
tres
días
sacando
más
de
diez
horas
de
pantalla
de
media.
El
problema
llega
con
el
consumo
a
máximos,
como
los
juegos
con
alta
carga
gráfica:
según
lo
que
he
medido,
el
gasto
de
batería
se
sitúa
en
torno
al
20
%
cada
hora
(sobre
un
10
%
reproduciendo
contenido
en
streaming
bajo
WiFi).
Subir
de
vueltas
al
procesador
le
saca
los
colores
a
la
batería,
siempre
sin
que
se
note
apenas
calentamiento:
el
sistema
de
refrigeración
pasiva
de
la
tablet
está
muy
conseguido.
La
Redmi
Pad
Pro
es
compatible
con
carga
rápida
de
33
W,
pero
Xiaomi
no
incluye
cargador
en
la
caja
La
autonomía
no
está
a
mal
nivel,
pero
tiene
un
ya
habitual
lastre:
Xiaomi
no
incluye
el
cargador
con
la
tablet,
por
lo
que
hay
que
aprovechar
el
que
haya
por
casa.
La
marca
asegura
que
es
compatible
con
carga
rápida
de
hasta
33
W,
durante
mis
pruebas
alcancé
un
máximo
de
28
W.
Con
los
siguientes
tiempos
de
0
a
100:
-
5
minutos
de
carga:
4
%
de
batería. -
10
minutos
de
carga:
10
%
de
batería. -
20
minutos
de
carga:
21
%
de
batería. -
30
minutos
de
carga:
32
%
de
batería. -
50
minutos
de
carga:
54
%
de
batería. -
Total:
1
hora
y
35
minutos.
Cámaras:
no
hace
fotos
geniales,
pero
tampoco
se
defiende
mal

Las
tablets
no
son
dispositivos
pensados
para
obtener
contenido
multimedia,
es
algo
que
a
nadie
va
a
chocarle.
Grandes,
pesadas,
son
como
conducir
un
autobús
para
salir
a
comprar
el
pan.
Eso
sí,
los
fabricantes
decidieron
no
dejarlas
por
completo
de
lado
a
la
hora
de
hacer
fotos,
como
le
ocurre
a
la
Redmi
Pad
Pro.
Y
eso
que
mirándola
es
fácil
prejuzgarla.
«Dime
de
qué
presumes
y
te
diré
de
lo
que
careces».
Éste
fue
el
dicho
que
vino
a
mi
mente
cuando
me
encontré
con
los
dos
enormes
módulos
fotográficos
traseros,
el
propio
de
la
cámara
y
el
del
flash
LED.
En
lo
técnico,
los
datos
de
la
Redmi
Pad
Pro
quedan
tal
que
así:
-
Cámara
posterior.
Sensor
de
8
megapíxeles
con
objetivo
que
ofrece
apertura
f/2.0
y
distancia
focal
de
2,783
mm.
El
tamaño
del
sensor
es
de
3,66
x
2,74
mm
(1/4
de
pulgada). -
Cámara
frontal.
Sensor
de
8
megapíxeles
con
apertura
f/2.28
y
distancia
focal
de
1,93
mm.
Tamaño
del
sensor
idéntico
a
la
cámara
trasera:
1/4
de
pulgada. -
La
Redmi
Pad
Pro
incluye
flash
trasero.
Pareja
de
cámaras
de
8
megapíxeles,
una
por
delante
y
otra
por
detrás.
El
rendimiento
no
aspiraba
a
ser
muy
alto
y
el
tamaño
de
los
objetivos
traseros
resulta
pretencioso.
Tuvieron
que
venir
las
pruebas
fotográficas
para
callarme
la
boca.

No
es
que
la
Redmi
Pad
Pro
tenga
la
cámara
de
un
smartphone,
pero
se
defiende
mucho
mejor
de
lo
que
parece.
Las
tomas
a
la
luz
del
día
tienen
suficiente
detalle
y
no
acusan
de
excesivo
ruido
a
simple
vista.
Saturación
controlada,
colorimetría
bastante
justa,
hace
lo
que
puede
con
el
rango
dinámico
pese
a
ofrecer
HDR
(tiende
a
sobrexponer
subiendo
los
valores
de
ISO,
incluso
quemando
áreas
iluminadas)
y
hasta
aplica
cierto
bokeh
sin
que
la
app
incluya
modo
retrato.

Esta
foto
me
parece
bastante
lograda
para
ser
obtenida
por
una
tablet
que
cuesta
300
euros.
Gran
detalle,
la
cámara
mantiene
en
foco
todo
el
sujeto
(el
punto
de
enfoque
está
marcado
manualmente),
hay
que
hacer
zoom
para
apreciar
el
ruido
y
las
acuarelas
y
hasta
mantiene
en
equilibrio
el
color.
El
balance
de
blancos
es
acertado.
Con
la
caída
de
luz
obviamente
la
cámara
sufre.
Pero,
nuevamente,
no
me
parece
tan
mal
desempeño
tratándose
del
tipo
de
dispositivo
que
es
y
de
su
economía.
Tiene
modo
noche
sin
que
logre
hacer
mucho
con
muy
poca
luz,
carece
de
ajustes
manuales
y
la
app
de
cámara
de
HyperOS
acusa
de
falta
de
ajustes,
habitual
en
una
tablet.

El
ruido
y
las
acuarelas
deslumbran
las
fotos
con
media
y
baja
iluminación,
a
menudo
hasta
hacerlas
casi
inservibles.
Y
la
cámara
frontal
se
mantiene
más
o
menos
en
línea,
las
dos
ofrecen
un
sensor
parecido
pese
a
que
los
objetivos
son
diferentes.
En
grabación
de
vídeo
los
recortes
en
hardware
y
software
pesan
mucho
más,
sobre
todo
en
la
calidad
resultante:
las
tomas
no
son
excesivamente
malas,
algo
apagadas
en
color,
el
autoenfoque
suele
trabajar
en
exceso
y
la
resolución
máxima
que
obtiene
es
1080p
y
30
fps.
Los
resultados
son
similares
por
delante
y
por
detrás.
Y
en
videoconferencias
es
donde
más
partido
se
le
saca
a
esa
cámara
delantera:
la
Redmi
Pad
Pro
es
válida
para
Google
Meet
y
similares.
Sin
que
la
calidad
de
vídeo
sea
una
maravilla.
A
continuación
tienes
una
muestra
de
fotos
sin
editar
y
tomadas
por
la
Redmi
Pad
Pro.
Accede
a
este
álbum
de
Google
Fotos
para
verlas.
Xiaomi
Redmi
Pad
Pro,
la
opinión
y
nota
de
Xataka

Las
sensaciones
que
me
deja
la
tablet
fueron
muy
positivas,
especialmente
por
todo
lo
que
ofrece
para
ser
un
modelo
económico.
Que
tengamos
esa
pantalla
de
12,1
pulgadas,
la
construcción
de
lujo,
un
gran
sonido
y
un
procesador
reconocible
en
una
Redmi
Pad
Pro
que
parte
de
los
300
euros
es
digno
de
agradecerle
a
Xiaomi.
Sin
que
ello
empañe
los
inconvenientes,
que
los
tiene.

Pese
a
que
el
Snapdragon
7
Gen
2
debería
ser
un
SoC
competente,
en
esta
tablet
se
«arrastra»
más
de
lo
que
debería.
El
consumo
a
máximo
rendimiento
es
alto,
el
brillo
automático
y
los
ángulos
de
visión
de
la
pantalla
necesitan
mejorar,
HyperOS
devora
recursos
pese
a
las
grandes
ventajas
que
aporta
su
modo
tablet
y
los
módulos
de
cámara
traseros
son
descomunales
para
las
fotografías
tan
discretas
de
la
Redmi
Pad
Pro,
pese
a
que
no
tenga
tan
malas
cámaras.
Desentonan
en
el
marco
de
un
diseño
y
construcción
envidiables.
Es
una
gran
recomendación,
no
se
me
ocurriría
elegir
otro
modelo
si
quisiera
una
buena
tablet
Android
y
mi
presupuesto
fuese
ajustado:
tanto
para
reproducir
contenido
multimedia
como
soporte
de
estudio,
toma
de
notas
y
dibujo,
no
hace
falta
gastarse
más.
La
Redmi
Pad
Pro
da
mucho
más
de
lo
que
cuesta,
ésta
podría
ser
la
frase
con
la
que
resumir
el
análisis.
8,2
Diseño
8,75
Pantalla
8,25
Rendimiento
7,5
Software
7,5
Autonomía
8,75
A
favor
-
Construcción
de
excelente
calidad
para
el
precio. -
Buen
sonido. -
Pantalla
de
grandes
dimensiones
y
con
alta
resolución.
En
contra
-
El
procesador
se
muestra
más
justo
de
lo
que
debería. -
HyperOS
no
termina
de
estar
optimizado. -
Sin
cargador
en
la
caja.
Xiaomi
Redmi
Pad
Pro
+
Funda
–
Tablet
de
12,1”
2,5K
(Snapdragon
7s
Gen
2,
6GB
de
RAM,
128GB
de
ROM,
4
Altavoces,
WiFi
+
Bluetooth
5.2,
batería
de
10000
mAh),
Gris
(Versión
ES)
*
Algún
precio
puede
haber
cambiado
desde
la
última
revisión
Este
dispositivo
ha
sido
cedido
para
la
prueba
por
parte
de
Xiaomi.
Puedes
consultar
cómo
hacemos
las
reviews
en
Xataka
y
nuestra
política
de
relaciones
con
empresas.
Imagen
|
Iván
Linares
En
Xataka
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Mejores
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(2024):
cuál
comprar
y
12
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recomendados
para
todos
los
bolsillos
y
necesidades