Es
extraño.
Nunca
creí
tener
que
escribir
sobre
algo
parecido,
pero
aún
así,
aquí
estoy.
No
por
nada,
sino
porque
he
sido
usuario
de
Windows
desde
que
tengo
uso
de
razón
y
gran
parte
de
la
culpa
la
tiene
mi
afición
por
los
videojuegos,
siendo
el
sistema
operativo
más
confiable
y
compatible
con
la
mayoría
de
títulos
que
salen
en
el
mercado.
Pero
repito,
aún
así,
aquí
estoy.
Aunque,
como
todo,
tengo
mis
razones
y
desde
luego,
no
me
arrepiento
en
absoluto.
Creí
que
macOS
iba
a
ser
todo
un
infierno
para
mí
a
la
hora
de
adaptarme
a
este
sistema.
Sin
embargo,
es
como
si
un
viejo
amigo
me
estuviese
esperando
con
los
brazos
abiertos.
Para
dar
algo
de
contexto,
necesitaba
un
ordenador
portátil
ultraligero
y
con
una
gran
batería
para
poder
trabajar
cuando
estoy
fuera
o
se
me
requiere
para
algún
evento.
Sabiendo
ya
de
por
sí
que
los
portátiles
ultraligeros
son
relativamente
caros
independientemente
de
las
especificaciones
técnicas
que
puedan
tener,
en
mi
interior
había
una
semilla
que
comenzaba
a
crecer
y
era
la
curiosidad
de
probar
de
primera
mano
lo
que
había
hecho
Apple
con
sus
procesadores
propios
basados
en
ARM.
CONFIGURAR
un
IPHONE,
IPAD
o
IMAC
MACBOOK
BIEN
Dando
el
paso
hacia
un
mundo
desconocido
Tras
debatirlo
seriamente
con
la
almohada,
en
su
momento
decidí
decantarme
por
un
MacBook
Air
con
chip
M2.
Ligero,
gran
batería,
eficiente
y
más
que
suficiente
para
todo
lo
que
voy
a
hacer
con
él.
Ya
tengo
el
PC
de
escritorio
en
casa
para
jugar,
así
que
supe
que
este
equipo
tenía
que
ir
orientado
a
trabajar
en
remoto
y
multimedia.
Aproveché
una
buena
oferta
del
equipo,
algo
que
me
alentó
aún
más
en
tomar
esta
decisión,
y
días
después
llegó
a
mi
casa,
rebosando
de
júbilo.

Suelo
tener
la
mente
muy
abierta
cuando
se
trata
de
utilizar
cualquier
tipo
de
dispositivo
o
sistema.
Aunque
llevo
años
con
Android,
en
mis
manos
han
pasado
también
un
iPhone
3GS
y
un
iPhone
5,
así
como
mi
indestructible
iPad
Air,
que
aún
a
día
de
hoy
le
doy
uso.
Aunque
también
haya
tenido
cierta
experiencia
con
diversas
distribuciones
de
Linux,
en
ordenadores
siempre
me
he
decantado
por
Windows,
precisamente
por
ser
el
sistema
operativo
que
menos
complicaciones
da
a
la
hora
de
jugar
(aunque
a
veces
no
nos
lo
ponga
muy
fácil
con
su
inconsistencia
e
innumerables
fallos).
Sin
embargo,
nunca
tuve
la
suerte
de
probar
macOS.
Hasta
ahora.
Y
dios,
comienzo
a
entender
muchas
de
las
cuestiones
que
la
gente
ama
de
estos
equipos.
Diseño
impecable,
ligero,
silencioso
a
más
no
poder
y
todo
lo
que
conlleva
un
dispositivo
de
Apple.
Ahí
queda
todo
claro.
Sin
embargo,
mi
idea
en
este
artículo
era
simplemente
contar
mi
experiencia
con
el
software.
No
vengo
a
descubrir
nada
ni
a
entrar
en
tontas
disputas,
sino
quizás
a
arrojar
algo
de
luz
para
aquellos
que
quieran
también
dar
el
paso.
MacOS
ha
sido
para
mí
como
subir
de
nivel,
aunque
también
existen
sacrificios
y
pienso
que
debes
de
tener
claro
cuáles
son
tus
intenciones
con
este
sistema
antes
de
dar
el
paso.
Mi
experiencia
con
el
ecosistema
He
querido
que
mi
transición
a
macOS
(al
menos
en
portátil,
de
momento)
fuese
lo
más
nativa
posible,
es
decir,
quería
utilizar
el
sistema
con
el
mínimo
de
software
de
terceros
posible
para
ver
cómo
resolvía
Apple
mis
problemas
sin
ayuda
externa.
Lógicamente,
para
algunas
cosas
no
he
tenido
más
elección
que
tirar
de
software
de
terceros,
aunque
desde
luego
me
ha
sorprendido
el
diseño
de
macOS
y
su
filosofía
de «funcionar
sin
complicaciones».
Aunque
un
iPhone
sea
un
dispositivo
tremendamente
potente,
considero
que
son
muy
pocos
los
que
se
aventuran
a
sacarle
el
máximo
provecho
y
muchos
los
que
se
decantan
por
este
smartphone
para
quitarse
de
complicaciones.
Y
lo
entiendo,
ya
que
todo
está
empaquetado
para
que
funcione
desde
el
primer
momento
en
el
que
lo
enciendes.
Eso
siempre
me
ha
atraído,
y
en
Mac
ocurre
lo
mismo.
Creo
que
el
ejemplo
más
claro
y
tonto
para
reflejar
esta
idea
es
el
hecho
de
que
el
equipo
se
encienda
con
tan
solo
abrir
la
tapa.

Con
un
buen
tiempo
en
macOS
Sequoia,
mi
experiencia
refleja
lo
que
he
vivido
todo
este
tiempo
con
el
último
sistema
operativo
de
Apple.
La
gran
mayoría
de
mis
artículos
en
Genbeta
han
sido
escritos
desde
el
teclado
del
MacBook
Air,
por
lo
que
me
ha
dado
tiempo
de
sobra
a
descubrir
gran
parte
del
tejido
que
conforma
macOS
y
entender
sus
virtudes
y
carencias.
Como
decía
antes,
me
ha
sorprendido
lo
bien
y
rápido
que
me
he
acabado
adaptando
a
macOS.
Lo
cierto
es
que
se
trata
de
un
sistema
operativo
que
se
precia
a
ello,
y
Apple
te
lo
da
todo
muy
mascado
para
que
no
te
atragantes.
Además,
el
sistema
ofrece
una
serie
de
características
muy
destinadas
a
la
productividad
y
a
un
enfoque
multimedia,
justo
precisamente
lo
que
buscaba.
Una
vez
modificado
el
dock
con
las
únicas
aplicaciones
que
quería
que
apareciesen
en
el
escritorio
y
habiendo
cambiado
el
fondo,
estaba
listo
para
descubrir
qué
es
lo
que
me
depararía
macOS.
Y
quizás
entre
todas
sus
cualidades
la
que
más
encaja
según
mi
experiencia
ha
sido
la
comodidad.
Un
sistema
operativo
enfocado
en
la
productividad
y
multimedia
Por
un
lado, ‘Mission
Control’
me
permitía
estar
al
tanto
de
todo
lo
que
tenía
abierto,
una
función
muy
a
mano
y
que
precisamente
ofrece
control
al
usuario.
Por
otro
lado ‘Finder’
y ‘Spotlight’,
herramientas
muy
eficaces
para
encontrar
todo
lo
que
permanece
en
el
almacenamiento
interno
de
tu
equipo.
No
obstante,
quizás
la
característica
que
más
me
ha
llamado
la
atención
son
las
esquinas
activas,
permitiéndome
realizar
diversas
tareas
con
tan
solo
colocar
el
puntero
del
ratón
en
cualquiera
de
las
cuatro
esquinas.
Es
super
útil
y
en
mi
ocasión
las
he
configurado
para
abrir
el
Launchpad
(menú
con
todas
las
apps),
Mission
Control
y
apagar
la
pantalla.
En
macOS
siento
que
las
funciones
del
sistema
están
mucho
más
cerca
del
usuario
y
no
tienes
que
indagar
demasiado
para
montártelo
bien
a
la
hora
de
realizar
cualquier
tarea.
Además,
para
nuestro
trabajo,
realizar
capturas
de
pantalla
o
eliminar
el
fondo
de
algunas
imágenes
suelen
ser
tareas
que
hacemos
prácticamente
a
diario
y
que
en
macOS
se
encuentran
muy
a
mano.

Previsualiza
cualquier
archivo
haciendo
clic
y
pulsando
la
barra
espaciadora
Cualquier
captura
de
pantalla
se
puede
guardar
directamente
desde
que
la
haces
en
el
escritorio
o
en
el
portapapeles,
y
si
haces
clic
derecho
en
cualquier
imagen
te
encontrarás
con
la
función
para
eliminar
el
fondo
de
serie.
Además,
tenemos
varias
opciones
para
realizar
capturas
de
pantalla,
ya
que
también
podemos
seleccionar
por
zonas
e
incluso
capturar
vídeo
por
zonas
si
presionamos
CMD
+
Shift
+
5.
La
grabación
también
es
posible
desde
Quicktime,
por
lo
que
se
trata
de
una
función
muy
útil.

Grabación
de
vídeo
en
Quicktime
Tampoco
podía
dejarme
atrás
el
hecho
de
poder
previsualizar
prácticamente
cualquier
tipo
de
archivo.
Y
es
que
con
tan
solo
hacer
clic
en
un
elemento
y
pulsar
la
barra
espaciadora,
podremos
previsualizar
documentos,
imágenes,
vídeos
y
demás
sin
abrir
ningún
programa,
una
característica
tremendamente
útil
y
de
esas
que
se
echan
de
menos
en
Windows.

Además,
quizá
otra
de
las
herramientas
nativas
más
útiles
enfocadas
en
la
productividad
es
la
sustitución
de
texto.
Y
es
que
el
usuario
cuenta
con
una
herramienta
de
serie
para
invocar
cualquier
texto
con
tan
solo
escribir
un
par
de
letras.
Te
lo
explico
con
un
ejemplo,
ya
que
creo
que
se
entenderá
mejor.
Y
es
que
en
muchas
ocasiones
suelo
buscar
artículos
de
Genbeta
mediante
el
buscador
de
Google,
y
para
ello
utilizo
el
comando ‘site:genbeta.com‘
después
de
cada
búsqueda.
Sin
embargo,
en
macOS
he
configurado
que,
cada
vez
que
yo
escriba ‘gb‘,
el
texto
se
sustituya
automáticamente
por ‘site:genbeta.com‘.
Esto
te
puede
servir
además
para
no
perder
tiempo
introduciendo
tu
DNI,
tu
dirección,
o
básicamente
cualquier
texto
que
te
parezca
recurrente.
La
forma
en
la
que
se
instalan
las
aplicaciones
también
me
ha
parecido
curiosa.
Y
es
que
cuando
abrimos
un
archivo
DMG
tenemos
la
opción
de
ejecutar
en
un
entorno
aislado
la
aplicación
en
cuestión
o ‘arrastrarla’
al
sistema
de
almacenamiento
para
instalarla
en
el
equipo.
Quizá
es
uno
de
los
puntos
que
más
chocan,
sobre
todo
si
eres
usuario
de
Windows,
ya
que
es
un
proceso
notablemente
distinto.
Como
decía
antes,
no
vengo
a
descubrir
nada
que
no
se
sepa
ya
y
muchas
de
estas
funciones
las
podemos
replicar
también
en
Windows,
aunque
con
la
diferencia
de
que
necesitaremos
programas
de
terceros
para
ello.

Y
hablando
de
programas
de
terceros,
he
tenido
que
descargar
algunas
aplicaciones
para
seguir
usando
algunas
funciones
que
no
podía
perder
de
vista.
Por
un
lado,
una
alternativa
a
WinRAR:
BetterZIP.
Por
otro,
un
reproductor
multimedia
compatible
con
la
mayoría
de
formatos.
En
esta
ocasión
me
he
decantado
por
IINA,
app
open-source
que
podemos
descargar
desde
su
página
de
Github.
No
obstante,
VLC
también
se
encuentra
disponible,
siendo
la
vieja
confiable.
Además
de
ello,
aplicaciones
que
suelo
utilizar
en
mi
día
a
día
adaptadas
a
Mac:
Slack,
Discord,
Steam,
Telegram,
WhatsApp,
Nordpass
y
Moonlight
(mi
app
de
confianza
para
jugar
en
streaming).
Además,
macOS
dispone
de
múltiples
emuladores
para
juegos
retro,
por
lo
que
se
trata
de
un
gran
equipo
al
que
poder
instalarle
miles
de
juegos
viejunos.
Otra
de
las
decisiones
que
me
parecen
muy
acertadas
en
macOS
es
que
cada
aplicación
cuente
con
su
propia
barra
superior
personalizada
para
encontrar
de
primera
mano
el
apartado
de
configuración
de
la
app
y
demás.
De
esta
manera,
todo
queda
mucho
más
a
mano
y
no
tenemos
por
qué
pasarnos
continuamente
buceando
en
menús
para
encontrar
lo
que
necesitamos.

Sin
embargo,
no
todo
es
un
camino
de
rosas
en
macOS.
Y
es
que
en
comparación
a
Windows,
considero
que
todavía
hay
trabajo
pendiente
en
lo
que
respecta
a
la
gestión
de
ventanas,
aunque
mejorase
mucho
en
Sequoia.
Y
es
que
hay
ocasiones
en
las
que
cuesta
colocarlas
justo
donde
el
usuario
quiere
y
la
filosofía
de
Apple
de
querer
controlar
cada
aspecto
de
su
sistema
choca
en
este
sentido,
ya
que
pienso
que
existe
mayor
preferencia
por
hacer
que
las
cosas
queden
bien
en
pantalla
en
vez
de
darle
libertad
al
usuario
y
ofrecerle
facilidades
para
colocar
las
ventanas
en
cualquier
lugar.
En
este
aspecto,
mi
compañero
Antonio
Sabán,
al
que
considero
experto
en
la
materia,
me
recomendó
la
app
de
Magnet
para
la
gestión
de
ventanas.
Honestamente
pienso
que
la
experiencia
con
la
gestión
de
ventanas
es
mucho
mejor
desde
aplicaciones
de
terceros
que
modifican
esta
experiencia
a
la
que
ofrece
Apple
de
base.
En
este
sentido,
Windows
no
tiene
rival.
El
trackpad
y
el
teclado
del
MacBook,
la
perfecta
combinación
Que
todo
esté
mucho
más
a
mano
también
tiene
que
ver
con
las
excelentísimas
mecánicas
del
trackpad
multi-touch.
Y
es
que
una
vez
aprendidas,
navegar
por
todo
el
sistema
de
macOS
mediante
unos
pocos
gestos
es
una
auténtica
gozada.
En
Windows
también
tenemos
una
serie
de
gestos
para
navegar
por
el
sistema
a
través
del
trackpad,
aunque
ni
se
le
acerca
a
la
suela
de
los
zapatos
de
lo
que
se
puede
hacer
con
el
que
se
encuentra
integrado
en
todos
los
MacBooks.
Uno,
dos,
tres,
cuatro
y
hasta
cinco
dedos
de
un
lado
para
otro
y
con
funciones
para
cada
gesto.
Cuando
uno
se
acostumbra
a
ello,
es
difícil
volver
atrás.

El
teclado
es
otra
de
las
cuestiones
que
no
entendía
por
qué
amaba
tanto
la
gente.
Y
aunque
la
fórmula
no
es
infalible,
los
de
tipo
tijera
en
Mac
han
acabado
conquistando
a
sus
usuarios.
Y
ya
veo
por
qué.
Permiten
escribir
rápido,
son
silenciosos
y
se
amoldan
fácilmente
al
dedo
a
la
hora
de
presionar
la
tecla,
por
lo
que
escribir,
una
labor
cotidiana
para
mí,
también
acaba
siendo
una
gozada.
Piensa
bien
cuál
es
el
uso
que
le
quieres
dar
antes
de
dar
el
salto
Podríamos
también
entrar
en
aspectos
como
la
calidad
de
la
pantalla
del
equipo,
lo
increíblemente
eficiente
que
es
el
M2
junto
al
software
de
Apple,
la
magia
del
ecosistema
que
ha
cimentado
la
compañía
con
sus
productos,
o
el
diseño
de
los
mismos.
Sin
embargo,
creo
que
son
temas
que
merecen
ser
debatidos
con
mayor
profundidad
y
de
los
que
nuestros
compañeros
de
Applesfera
han
cubierto
continuamente
todos
estos
años.
Entrar
a
macOS
significa
además
realizar
una
serie
de
sacrificios,
sobre
todo
en
lo
que
respecta
a
salir
de
nuestra
zona
de
confort.
Habrá
funciones
que
seguramente
no
te
gusten
o
que
quizás
el
sistema
no
cubra
todas
tus
necesidades.
Es
por
ello
que
si
tienes
la
inquietud
de
probar
este
sistema
operativo,
ten
muy
presente
antes
qué
uso
vas
a
querer
darle
y
si
crees
que
cumplirá
con
ello.
Una
versión
anterior
de
este
artículo
se
publicó
en
2023.
En
Genbeta
|
Linus
Torvalds
rechazó
una
oferta
de
Steve
Jobs
para
trabajar
en
Apple.
Y
no
tuvo
que
ver
con
el
dinero



































