«Seamos realistas. Este coche no va a ganar ningún concurso de belleza, pero tú tampoco». Así de sincero se muestra el propietario de un Toyota Corolla de 1999 en su anuncio a la caza de un comprador. En un ejercicio de brutal honestidad, el dueño nos lo deja claro: «Deja de mentirte y deja de mentirle a tu esposa. Este no es el automóvil que quieres, es el automóvil que te mereces: el jodido Toyota Corolla 1999«.
Este coche te sobrevivirá, sobrevivirá a tus hijos
El anuncio fue puesto a la venta en Craiglist, pero por razones que desconocemos, el dueño lo eliminó. Quizá pensaba que no iba a triunfar. El caso es que un usuario de Twitter lo ha rescatado, permitiéndonos disfrutar de este monólogo humorístico gracias al cual nos dan ganas hasta de ver el coche en persona.
The Fine AF 1999 Toyota Corolla, wasn’t going to put this on twitter but the guy took it off of Craig’s list so I felt the need to keep the story alive😂 pic.twitter.com/7Pbrayqn58
— Brendan Tokarski (@btredwing98) 23 de abril de 2018
«¿Quieres un coche que te haga el trabajo? ¿Quieres un coche que no dé problemas? ¿Quieres un coche que literalmente nadie elogie? No busques más». Lo cierto es que las características de este veterano son de esperar para un vehículo que cuenta casi con dos décadas a sus espaldas, pero expuestas así, resultan bastante divertidas.
Hablemos de las características:
- Bluetooth: no.
- Techo solar: no.
- Ruedas de lujo: no.
- Cámara de visión trasera: no, pero tiene una ventana trasera transparente y tienes un puto cuello que puedes girar.
Entre los datos más interesantes que destaca el propietario son que «el color exterior de este automóvil es gris, pero su color interior también es gris. En el manual del propietario, el aceite aparece como ‘opcional’. Cuando este automóvil fue presentado en el Salón del Automóvil de Detroit en 1998, provocó que los 2.000 asistentes bostezaran espontáneamente».
Lo cierto es que se vende como un coche muy resistente que hace tiempo comenzó a hacer un ruido extraño que su propietario ignoró y despareció, y que además promete sobrevivirte y sobrevivir a tus hijos.
Así que nos encontramos ante otro caso de anuncios de coches muy ingeniosos, que son los que más empuje tienen, sobre todo en el mercado norteamericano. Hemos asistido a locuras como la de aquel ejercicio de poesía para vender un Peugeot 206 o esa maravilla de puesta en escena del Honda Accord del 96 que acabó viendo su precio por las nubes.