El realizador cordobés Octavio Revol Molina estrena este jueves en salas locales “El Ucumar”, una apuesta al cine de género, con una trama que gira en torno al terror que provoca una mítica criatura oriunda del noroeste argentino.
“Esta película propone algo novedoso, que puede incentivar a jóvenes cineastas y a colegas a filmar en los lugares exóticos del país. Es una película de monstruos, pero de uno argentino que puede tener repercusión internacional. En definitiva, puede ser la película génesis de un nuevo género, ‘criptozoología argentina’”, propuso Revol Molina en una entrevista con Télam sobre su tercer largometraje del director, luego de “Aninal moribus” y “Grimorio”.
Enmarcado en escenarios naturales, el filme de Revol Molina -quien también se encuentra desempeñando ahora el rol de productor del próximo filme del también realizador Eugenio Zanetti- sigue la investigación de tres jóvenes biólogos que llegan a la selva salteña con la intención de encontrar evidencia sobre la existencia de una especie de oso, pero en ese proceso son advertidos por los lugareños sobre la presencia de un monstruo que habita en la zona, algo que ellos consideran solo una leyenda local.
La trama, a partir de varios saltos temporales, va relatando las experiencias que tuvieron los pobladores con la mítica bestia, además de presentar distintas teorías de qué es y cómo apareció en el lugar, mientras los jóvenes siguen su peligroso derrotero.
Filmada en la ciudad de Metán (Salta) y en la reserva natural Cerro Colorado (Córdoba), la cinta cuenta con la actuación de Clara Kovacic, conocida como la «scream queen» (reina del grito) argentina; Santiago Zapata, Gastón Palermo, Nicolás Obregón e Hilda Quipirolo.
Trailer de El Ucumar.
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El ser mitológico que inspiró la película fue supuestamente avistado más de 30 veces en los últimos años, siempre en el Noroeste argentino, aunque su existencia nunca fue comprobada, según informaron distintos medios locales.
Según la fuente que se consulte, es un hombre oso, peludo y con rasgos humanoides, o también un ser más parecido a un mono gigante, que habita en cuevas y deambula por selvas y ríos. La leyenda del “ucumar” llega al cine como en su momento lo hicieron los legendarios “Pie Grande” y el “Yeti”, otras míticas y famosas criaturas de América del Norte y del Tíbet y Nepal, respectivamente.
Télam: ¿Cuál fue la génesis de la película?
Octavio Revol Molina: Estaba buscando ideas para un nuevo guion, quería hacer algo relacionado con algún monstruo argentino, y en Google encontré un artículo titulado “El hombre viejo del bosque”, de un profesor de antropología llamado Fernando Jorge Soto Roland, y esa nota me introdujo al “Ucumar” y desde ese momento no paré hasta finalizar el rodaje.
T: ¿Qué te atrajo de la leyenda del «Ucumar» para llevarla a la pantalla grande?
ORM: Principalmente, que nadie había hecho nada todavía con respecto a la criatura. Siempre trato de que mis proyectos tengan originalidad, y esto era demasiado original como para no hacerlo. Además, se suma a que todos los continentes tienen alguna criatura humanoide peluda, y el “Ucumar” en este caso es el menos conocido y el cine siempre es una puerta al mundo.
T: ¿Qué elementos tuviste en cuenta para contar la historia de un ser mitológico de la cultura popular local?
ORM: Respetar a los lugareños donde transcurre la historia. Cuando hicimos el casting, una de mis directivas fue que los personajes norteños debían ser realizados por actores y actrices de esas provincias. He visto muchas ficciones en las que los intérpretes tratan de imitar acentos, y en el 99 por ciento de los casos no les sale bien. Entiendo que para un actor o una actriz sea un desafío, pero no funciona.
T: La trama transcurre en escenarios naturales, ¿qué le aporta a la historia y cómo fue la experiencia de filmar en esos lugares?
ORM: Lo que aporta a la historia es que realmente en los lugares que se filmó la película es donde supuestamente se esconde el monstruo. Eso le dio un condimento especial a la hora de filmar, sobre todo, de noche. La experiencia fue increíble ya que tuvimos el apoyo de la provincia de Salta, donde fue declarada de interés cultural, y de la municipalidad de Metán, y por suerte no llovió ni un día. Más allá de los terribles jejenes, estar en el medio de la selva argentina fue algo inolvidable.
T: Hay muchas leyendas, mitos en cada región del país, ¿creés que son buenos disparadores para hacer cine o series?
ORM: Totalmente. Basta de asesinos, fantasmas, posesiones satánicas y vampiros. Todo eso ya está muy visto. ¡Vivan los monstruos! ¡Aguante “Nahuelito”!
T: ¿Cómo ves la situación actual del cine de género que se produce en Argentina?
ORM: En un crecimiento constante que no decae. Muchos festivales nacionales convocan a miles de espectadores que adoran el género. Lamentablemente, solo falta que los cines locales se animen a distribuir un poco más estas pelis que después terminan en un cajón juntando polvo.