Las personas con diabetes tienen entre dos y tres veces más riesgo de desarrollar depresión

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La depresión es un factor de riesgo para desarrollar el síndrome metabólico, que incluye condiciones como hipertensión arterial, obesidad y resistencia a la insulina y que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2.

De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud, las muertes por diabetes aumentaron en un 70% a nivel mundial entre 2000 y 2019, con un incremento del 80% de mortalidad en los hombres.

En la Argentina, según cifras de la 4° Encuesta Nacional de Factores de Riesgo, la prevalencia autorreportada de glucemia elevada o diabetes aumentó de 9,8% en 2013 a 12,7% en 2018.

Ante esta situación, los profesionales buscan generar más conciencia respecto de la necesidad de romper con el binomio mente-cuerpo para ir hacia un abordaje interdisciplinario de las enfermedades.

Así quedó expresado durante el Fórum regional «Haciendo visible lo invisible: tomando conciencia de las enfermedades no transmisibles» donde el médico psiquiatra Marcelo Cetkovich, vicepresidente de la Asociación Argentina de Psiquiatras señaló: «En los últimos años, empezamos a ocuparnos mucho de las comorbilidades asociadas a la depresión, que son otras enfermedades que coexisten con ésta en un mismo paciente».

«Cuando vemos los datos epidemiológicos, las personas que presentan depresión tienen una expectativa de vida menor que la población general y la primera explicación es porque presentan un índice de suicidio más elevado, es una realidad que no debemos desconocer. Sin embargo, además, la depresión es un factor de riesgo independiente para desarrollar una serie de condiciones clínicas entre las cuales las más importantes son las afecciones cardiovasculares», dijo.

Además indicó que «se consolidó mucho un campo de estudio que es el síndrome metabólico, un cuadro altamente prevalente en personas con trastornos del ánimo. Lo curioso es la interrelación entre ambas problemáticas: la depresión es un factor de riesgo para desarrollar síndrome metabólico -como así también, hipertensión arterial, obesidad y diabetes- y, al mismo tiempo, el síndrome metabólico además de ser un factor de riesgo para desarrollar enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2, contribuye a la aparición de la depresión. Los trastornos del ánimo comparten una serie de parámetros comunes con las enfermedades cardiometabólicas y, concretamente, con la diabetes».

Por su parte, la doctora Argelia Lara Soares sostuvo que en el mundo de la diabetes una de las complicaciones más temidas es la neuropatía diabética y dentro de este amplio espectro de posibilidades, la neuropatía diabética dolorosa. 

Lara Solares es anestesióloga, especialista en Clínica del Dolor, jefe de la Clínica del Dolor del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, en la Ciudad de México y compartió panel con el Dr. Cetkovich con su ponencia denominada ‘Diabetes y sus complicaciones más dolorosas’.

En diálogo con la prensa Lara Soares dijo: «Se estima que esta condición se puede encontrar en hasta un 50% de los pacientes diabéticos, dependerá también de la cronicidad de la enfermedad, del perfil individual del paciente, de su evolución y de si es diabetes tipo 1 o 2. En algunos casos puede ser muy incapacitante, de ahí la importancia de poder detectarla oportunamente».

Según explicó hay dos indicadores para identificar el dolor neuropático en diabetes «la disestesia» que se caracteriza «por una sensación anormal y dolorosa que puede ser de cualquier tipo» mientras que otro de los indicadores es «la alodinia» que es «la sensación de dolor ante estímulos que no deberían doler, como el roce de la ropa o la sábana».

En ese sentido comentó: «Es muy incómodo para el paciente tolerar todas estas sensaciones. El espectro de intensidad también es amplio, para algunos será muy leve y para otros insoportable, impactando sobre la funcionalidad y el movimiento, dos parámetros de evaluación clínica a los que debe prestarse atención».

Al ser consultada acerca del vínculo entre el dolor y la depresión en los pacientes diabéticos con dolor neuropático, Lara Solares expresó: «Por un lado está el dolor, por otro la ansiedad y/o depresión y por otro los trastornos del sueño. Son esferas diferentes».

«Hay datos que señalan que si evaluamos a un grupo de pacientes con dolor crónico como suele ser el dolor neuropático, un 35% tendrá depresión, un 55% ansiedad y 70% trastornos del sueño, y hay quienes lo tienen todo», añadió.

En tanto, dijo: «La afectación de la calidad de vida es algo muy serio en estos pacientes diabéticos, especialmente si se convierte en un dolor refractario. Si el dolor neuropático no se alivia,  Si el dolor neuropático no se alivia, aparecerá la depresión en algún momento o ansiedad por no mejorar; el dolor es una bola de nieve, no es un solo problema».

«El dolor neuropático se considera por definición refractario, de difícil manejo y que no responde a los analgésicos convencionales. Para tratarlo exitosamente se usan antiepilépticos y antidepresivos. El tratamiento tiene que ser muy bien planificado, lleva un tiempo hasta que alcanzan su efecto máximo», dijo.

Asimismo agregó: «El dolor neuropático representa un reto muy grande, muchas veces pueden ser necesarias escaladas sucesivas de las dosis de fármacos para lograr lo que llamamos el ‘estado estable’, cuando se logra el mejor control posible del dolor. Aún así, algunos reportes indican que hay un 30% de pacientes que no logran controlarlo, en estos casos se recurre a la combinación de medicamentos». (NA)