El labneh de kéfir es muy sencillo de preparar, solo requiere tiempo para dejarlo escurrir. Puedes usar cualquier kéfir de supermercado que te guste, o icnluso yogur, pero que no sea con leche desnatada o no conseguirás una buena textura.
Tras eliminar -o beber- el líquido que flota, remover bien los botes y echar sobre una estameña, gasa fina que no suelte hilo, o varias capas de papel de cocina resistente dispuestas sobre un colador. Dejar soltando el líquido al menos dos horas, en la nevera si hace mucho calor.
Podemos tenerlo menos tiempo, aunque quedará menos sólido, o mucho más, para concentrar al máximo su textura, casi como un queso cremoso.
Lavar la fruta y cortar en gajos. Calentar un poco de aceite en una parrilla o plancha, a temperatura media-alta, y cocinarla girando las piezas hasta que estén bien doradas, dejando que se caramelicen un poco y cojan una textura más blanda.
Servir con vainilla molida o en polvo, rallaura de lima o limón y una porción del kéfir escurrido. Completar con los pistachos al gusto y tomar recién hecho, o reposado en frío.
