¿En
qué
momento
los
robots
humanoides
dejaron
de
ser
espectáculo
para
convertirse
en
herramienta?
Quizá
estemos
justo
ahí.
Fuentes
consultadas
por
Reuters
aseguran
que
NVIDIA
y
Foxconn
están
en
conversaciones
para
desplegarlos
en
una
planta
de
fabricación
de
servidores
de
inteligencia
artificial
en
Houston.
NVIDIA
ha
confiado
en
el
gigante
taiwanés
para
levantar
una
nueva
planta
de
fabricación
de
servidores
en
Houston,
Texas.
El
objetivo:
producir
los
GB300,
sus
nuevos
servidores
de
IA
basados
en
la
arquitectura
Blackwell,
dentro
del
ambicioso
plan
para
reubicar
parte
de
su
producción
en
territorio
estadounidense.
Según
ha
adelantado
Reuters,
ambas
compañías
están
en
conversaciones
para
desplegar
robots
humanoides
en
esta
fábrica.
La
intención
sería
que
empiecen
a
operar
en
el
primer
trimestre
de
2026.
Si
se
concreta,
marcará
un
hito
doble:
sería
la
primera
vez
que
un
producto
de
NVIDIA
se
fabrica
con
la
ayuda
de
estas
herramientas,
y
también
el
primer
uso
de
esta
tecnología
por
parte
de
Foxconn
en
una
línea
de
producción
de
servidores
de
IA.
Houston
no
es
una
fábrica
cualquiera:
aquí
se
prepara
algo
nuevo
Por
ahora,
los
detalles
son
escasos.
No
se
sabe
cuántos
robots
se
utilizarán,
qué
aspecto
tendrán
ni
qué
funciones
exactas
desempeñarán.
Pero
sí
hay
indicios.
En
una
presentación
interna
de
mayo,
Foxconn
mostró
cómo
estaba
entrenando
robots
humanoides
para
tareas
como
manipular
objetos,
insertar
cables
o
realizar
montajes
básicos,
actividades
habituales
en
la
fabricación
de
servidores.
La
elección
de
Houston
no
es
casual.
Al
tratarse
de
una
planta
nueva,
los
espacios
se
están
diseñando
con
margen
para
integrar
estas
tecnologías
desde
el
principio,
algo
mucho
más
complejo
de
lograr
en
instalaciones
ya
operativas.
Según
una
de
las
fuentes
consultadas,
ese
diseño
facilitaría
la
incorporación
de
robots
humanoides
en
la
línea.

El
NVIDIA
GB300
cuenta
con
un
diseño
a
escala
de
rack
Que
NVIDIA
apueste
por
robots
humanoides
en
su
cadena
de
producción
no
es
solo
un
movimiento
logístico.
Es
también
una
declaración
de
intenciones.
Hasta
ahora,
ningún
producto
de
la
compañía
se
había
fabricado
con
la
ayuda
de
este
tipo
de
robots.
Y
Foxconn,
el
mayor
fabricante
por
encargo
del
mundo,
tampoco
los
había
utilizado
en
una
línea
de
producción
dedicada
a
servidores
de
IA.
La
decisión,
según
lo
que
han
contado
las
fuentes
a
Reuters,
marcaría
el
comienzo
de
una
nueva
etapa
para
ambas
compañías.
En
el
caso
de
Foxconn,
serviría
además
para
mostrar
al
mundo
los
avances
en
robótica
que
ha
estado
desarrollando
junto
a
NVIDIA,
aunque
también
se
han
probado
modelos
de
terceros
como
los
de
la
china
UBTech.
Para
NVIDIA,
el
movimiento
encaja
con
su
estrategia
más
amplia.
La
compañía
no
solo
diseña
chips
para
entrenamiento
de
modelos
de
IA:
también
ofrece
una
plataforma
de
desarrollo
específica
para
robots
humanoides,
con
capacidades
visuales,
motoras
y
cognitivas
basadas
en
sus
propias
arquitecturas.
En
marzo,
el
propio
Jensen
Huang
vaticinó
que
el
uso
generalizado
de
robots
humanoides
en
entornos
industriales
llegaría
“en
menos
de
cinco
años”.
No
están
solos:
Tesla,
Mercedes,
BMW,
China
La
idea
de
incorporar
robots
humanoides
a
las
líneas
de
montaje
ya
no
es
una
rareza.
Aunque
su
despliegue
todavía
es
limitado
y
experimental,
varios
fabricantes
llevan
tiempo
probando
esta
tecnología
en
entornos
controlados
o
en
tareas
muy
concretas.
Entre
ellos
destaca
BMW,
que
ha
hecho
ensayos
en
plantas
estadounidenses.
Y
se
sabe
que
Tesla,
que
ha
desarrollado
su
propio
robot
humanoide
llamado
Optimus,
ha
puesto
a
trabajar
al
menos
dos
unidades
en
una
línea
de
producción.
Pero
el
interés
no
se
limita
a
las
grandes
marcas
occidentales.
China
ha
convertido
la
robótica
humanoide
en
una
prioridad
estratégica
nacional
dentro
de
su
plan
Made
in
China
2025.
Empresas
como
UBTech
—cuyo
modelo
también
ha
sido
evaluado
por
Foxconn—
están
siendo
impulsadas
directamente
por
el
gobierno
con
vistas
a
transformar
el
tejido
industrial
del
país.
De
esta
misión
forman
parte
alianzas
estratégicas
como
la
de
Huawei
y
UBTech
concretada
este
año.
Este
posible
despliegue
de
robots
humanoides
en
Houston
no
ocurre
en
el
vacío.
Forma
parte
de
un
movimiento
más
amplio,
impulsado
por
la
presión
política
y
la
necesidad
estratégica
de
relocalizar
producción
tecnológica
en
suelo
estadounidense.
En
abril,
NVIDIA
anunció
su
intención
de
fabricar
infraestructura
de
IA
por
valor
de
hasta
500.000
millones
de
dólares
en
EEUU
en
los
próximos
cuatro
años,
con
socios
como
TSMC,
Wistron
y
la
propia
Foxconn.
Para
muchas
empresas,
automatizar
es
una
cuestión
de
supervivencia.
La
fábrica
de
Houston,
aún
en
construcción,
es
parte
de
esa
estrategia.
Pero
producir
localmente
implica
enfrentarse
a
al
menos
un
nuevo
problema:
la
escasez
de
mano
de
obra.
Y
es
ahí
donde
la
automatización
entraría
en
juego.
Quizás
no
de
manera
esencial
para
estas
fábricas,
pero
como
un
campo
de
pruebas
para
posibles
expansiones
futuras.
Para
muchas
empresas,
automatizar
ya
no
es
una
cuestión
de
mejora.
Es
una
cuestión
de
supervivencia.
Así,
cada
vez
más
actores
locales
están
desarrollando
robots
humanoides
pensados
específicamente
para
la
industria.
Tesla,
Figure,
Apptronik
o
Agility
Robotics
están
entre
las
compañías
que
han
apostado
por
esta
nueva
generación
de
máquinas.
Jeff
Burnstein,
presidente
de
la
Association
for
Advancing
Automation,
resumía
a
Axios
la
nueva
realidad
industrial:
“Así
es
como
se
compite
hoy”,
por
lo
que
“hay
que
aprovechar
las
mejores
herramientas
disponibles”.
Los
robots
humanoides
convivieron
durante
años
con
el
escepticismo:
bonitos
en
exhibiciones,
poco
útiles
en
la
práctica.
Ahora,
esa
percepción
está
dando
un
vuelco.
Nos
encontramos
ante
un
cambio
que
apunta
a
ser
importante,
pero
cuyo
verdadero
alcance
conoceremos
solo
con
el
paso
del
tiempo.
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