¿Qué lecciones y aprendizajes te deja el 2020? 17 madres nos lo comparten

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El 2020 es indudablemente un año que nos ha dejado marcados, pero también es un año en el que aprendimos muchas cosas. Precisamente ayer, compartíamos lo que 17 madres habían aprendido acerca de sus hijos este año.

Ahora toca hacerlo algo similar, pero enfocado en nosotras mismas. Por ello, 17 madres nos comparten los aprendizajes y lecciones que les ha dejado el 2020.

A ser más pacientes

Si algo tuvimos que poner en práctica constantemente este año, fue la paciencia: con nuestros hijos, con nuestra pareja, con lo que sucedía en el mundo y hasta con nosotras mismas.

Mariana, madre de un niño de cuarto años, nos cuenta que viendo a su hijo ella pudo aprender a ser más resiliente y paciente, pues el ver que su pequeño era capaz de esperar y comprender la situación, le ayudó a ella a manejarlo de la misma manera.

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Para Abigail, la paciencia también fue un aprendizaje clave en este año, particularmente enfocado a su papel de mamá, pues entendió que muchas cosas que su hijo hace son simplemente parte de su desarrollo y debe permitirle ser y crecer.

El caso de Karla es similar, pues aprendió a ser más paciente con su hijo, pero también con ella misma, entendiendo que su familia es más importante que cualquier cosa y el tiempo con ellos es más valioso que intentar hacerlo todo.

También, recibió un recordatorio que a veces como padres olvidamos: el tiempo vuela y nuestros hijos solo serán niños una vez. Así que debemos disfrutar más el presente y sin prisas, pues aunque hoy pueda ser un poco caótico tener un bebé en casa, en el futuro extrañaremos esos momentos.

A valorar lo que tenemos y agradecer más

Familia Amor

Familia Amor

Este año definitivamente también nos ayudó a poner las cosas en perspectiva, dándonos una gran lección de vida que tenemos que conservar: el valorar lo que tenemos y ser más agradecidos.

Una de las cosas que más valoramos este año al igual que Dulce, mamá de un niño, es la salud y el disfrutar cada momento que vivimos.

Para Ale, que pasó semanas difíciles debido a que su esposo enfermó y necesitó ser ingresado, el aprendizaje más grande fue valorar cada día y vivirlo al máximo, apreciando esos pequeños detalles ordinarios y el tiempo juntos.

En el caso de Karla, que es maestra y madre de un niño, la situación en el mundo le ayudó a ser más consciente de todo lo que tiene en casa, desde su familia hasta su trabajo, lo que le ayudó a ser más agradecida y terminar un año muy difícil sintiéndose en paz.

Jessica, quien es madre de una hija, reconoció el esfuerzo y vida de los profesores, y se enfocó en disfrutar los días con su familia, siendo agradecida por todo lo que tienen.

Para Damariz, la lección ha llegado a través de su hija, quien cada día le recuerda la importancia de dar y recibir amor, y también, a ser agradecida por la comida que tienen en casa.

Cómo nos está cambiando la pandemia a las familias

A soltar el control

Familia En Casa

Familia En Casa

Como madres, es casi natural que controlemos muchos aspectos de la vida familiar y la organización en casa. Ante una pandemia, nos vimos obligadas a relajarnos un poco y permitirnos fluir con la situación.

Así le sucedió a Mariana, que aprendió a soltar un poco y delegar ciertas tareas y obligaciones, pues al inicio quería hacerlo todo y el resultado era sentirse enojada y cansada.

Algo similar pasó con Gaby, madre de dos hijos, quien nos cuenta que se dio cuenta que tomar las cosas con calma es importante para estar mejor con su familia, por lo que se permitió fluir en el día a día y aprendió a disfrutar esos momentos cotidianos con su familia, entendiendo que no siempre puede controlarse todo.

En el caso de Karmen, gracias al ejemplo de su hijo adolescente entendió que los jóvenes no son tan irresponsables como ella pensaba, lo que le ayudó a confiar más en él y en su capacidad para ser responsable cuando la situación lo requiere.

Para Silvia, la lección más grande y que aún continúa aprendiendo, es el no controlar todo lo que sucede. Solía planificar todo el itinerario familiar para vacaciones, cumpleaños y fines de semana con mucha antelación para sentirse segura, pero la pandemia cambió todo eso y aprendió a vivir al día, improvisando cuando es necesario y manteniéndose presente en el aquí y ahora.

Me he dado cuenta que no hay maternidad perfecta: hay que hacerlo lo mejor posible y dejar que todo fluya

A no olvidarnos de nosotras mismas

Mujer Mascarilla

Mujer Mascarilla

Finalmente, pero no menos importante, es una lección que nos dejó la pandemia a muchas madres: entender que es necesario cuidarnos a nosotras mismas, para poder estar bien y cuidar mejor a nuestra familia.

Para Ale, esa fue la lección más valiosa del año: aprender a escucharse a ella misma y hacer de su autocuidado una prioridad, lo que le ayuda a sentirse en armonía consigo misma y con quienes le rodean.

En este apartado en particular, también me incluyo a mí, Lucy, pues tras los primeros -y estresantes- meses de la pandemia, finalmente puse el autocuidado como prioridad, permitiéndome descansar y hacer cosas para mí cuando me sentía agobiada, lo que indudablemente me ayudó a pasarlo más tranquila y poder apoyar emocionalmente a mi hija.

En el caso de Saraí, tener a su esposo en casa debido a las restricciones por el coronavirus, le ayudó a aligerar la carga de la crianza y cuidado de sus hijos, aprendiendo que cuidar su propia salud física y mental como madre también es un acto de amor hacia su familia.

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Para Mónica, quien tuvo que pasar por una separación en medio de la pandemia, el aprendizaje de este año fue entender que realmente lo más importante son ella y sus hijos, y que la salud mental es algo que nunca debemos descuidar.

Y finalmente, cerramos con el resumen de Isabela, quien sin duda engloba los más grandes aprendizajes que como madres tuvimos en este año:

A valorar cada momento por más común que parezca pues no sabemos cuando ya no vamos a estar. Creo que para muchos de nosotros, el encierro fue un recordatorio para poner los pies en la tierra y valorar lo que realmente importa, que es estar presente con nuestros hijos, entender cómo se sienten, por qué reaccionan de cierta forma, qué los hace sentir felices o tristes.

También aprendí a aceptar que esto es algo fuera de mi control y abrazar la situación siendo paciente conmigo y mi hija y agradeciendo cada instante que estamos aquí sanas, juntas y felices.

A pesar de lo negativo que pudo suceder, este año que termina nos ayudó a crecer mucho emocionalmente, y como prueba tenemos los aprendizajes que nos deja. Porque realmente, no hay nada más importante que cuidarnos a nosotros y a quienes amamos, y valorar el tiempo que estemos juntos.

Fotos | iStock
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