Qué determinó la autopsia a Pillín Bracamonte, el barra de Rosario Central que fue acribillado

El
doble
crimen
que
sacudió
a
la
ciudad
de
Rosario
luego
del
partido
entre


Central
y


San
Lorenzo
sigue
bajo
investigación.
Por
lo
tanto,
luego
del
velorio
de
los
barras,

la
Justicia
reveló
cuáles
fueron
los
resultados
de
la
autopsia
que
se
realizó
sobre
los
cuerpos
de


Andrés
Bracamonte
y
su
ladero,


Raúl
Atardo.

Hasta
el
momento,

la
única
certeza
era
que
los
líderes
de
la
facción
Canalla
habían
sido
acribillados
a
tiros
en
la
esquina
que
une
las
calles
Avellaneda
y
Reconquista.
Sin
embargo,
con
el
trabajo
de
los
peritos,
se
pudo
determinar
exactamente
cuántos
impactos
recibió
cada
uno.

El

Instituto
Médico
Legal,
organismo
que
se
encargó
de
llevar
adelante
el
procedimiento,
confirmó
que

tanto
Pillín
como
su
escolta
tenían
cinco
orificios
de
bala
cada
uno.
Otro
dato
no
menor
es
que

los
disparos
se
habrían
efectuado
a
una
corta
distancia.

Aunque
todavía

no
hay
detenidos,
la
policía
de
la
provincia

allanó
a
una
banda
narco
que,
en
principio,

sería
rival
de
Los
Monos
y

habría
estado
involucrada
en
este
doble
asesinato.

Con
un
fuerte
operativo
policial,
tanto
el
líder
de
la
barra
de

Rosario
Central
como
su
ladero
fueron
velados
en
la
cochería
Caramuto,
ubicada
en
el
centro
de
la
ciudad.

Andrés
Bracamonte
sufrió
29
intentos
de
homicidio
y
era
investigado
por
más
de
una
causa.
Por
lo
tanto,
existen
varias
hipótesis
alrededor
de
su
asesinato.
De
todas
formas,
la
más
fuerte
está
vinculada
a
una
posible

venganza
narco
e,
incluso,
a

una
disputa
por
el
liderazgo
de
la
barra.

Andrés
Bracamonte
tomó
el
control
de
la
barra
de

Rosario
Central
a
fines
de
los ’90,
momento
en
el
que
dos
facciones
del
Canalla
se
enfrentaron
entre
sí
y
la
suya
logró
imponerse
sobre
la
de

Juan
Bustos,
quien
era
su
principal
oponente.

Aunque
permaneció
en
el
poder
durante
más
de
dos
décadas,
enfrentó
varias
causas
e,
incluso,
terminó
detenido.
A
lo
largo
de
su
vida,
fue
investigado
por
reventa
de
entradas,
lavado
de
dinero,
extorsión
y
violencia
de
género.

Las
múltiples
causas
por
las
que
fue
seguido
de
cerca
por
la
Justicia
hicieron
que
sea

deportado
de
Sudáfrica
durante
el

Mundial
2010
y
que
no
pueda
ingresar
a
la
cancha
del
Canalla
por
el
programa
Tribuna
Segura,
pero
nada
le
impidió
seguir
siendo
el
referente
de
la
barra
desde
afuera.

Durante
todo
este
tiempo
fue
amenazado
y
atacado
con
reiteración.
Lo
interceptaron
por
la
calle,
le
dejaron
mensajes
intimidantes
en
su
casa
y
hasta
lo
acribillaron
a
tiros.
De
hecho,
según
confirmó
su
propio
abogado
tiempo
atrás,

intentaron
matarlo
unas
29
veces.
No
obstante,
la
última
balacera
terminó
con
su
vida
a
los
52
años.