Recomendación y trato personal, las armas del comercio tradiconal en Navidad

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La gran ventaja del pequeño comercio es que conoce a sus clientes, sabe lo que quieren, lo que les gusta o lo que regalan a sus hijos en Navidad. Los trata como individuos, no como una tendencia de compra o una moda. Cuando elige los productos que va a vender lo hace pensando en ellos. Y todo esto hace que cuando necesitan comprar algo vayan hasta la tienda de la que son clientes toda la vida porque saben que encontrarán lo que buscan.

El comercio online quiere lo que tiene el comercio tradicional, el trato personal. Y sin embargo, en muchos casos el sector de la venta al por menor renuncia a utilizar esta gran ventaja competitiva. En lugar de intentar explotar estas cuestiones esperan simplemente a que el cliente cruce la puerta. Y esto es un gran problema.

El cliente se engaña buscando mejores ofertas en Internet y grandes superficies

Porque los clientes muchas veces se ven seducidos por la cantidad de ofertas que hoy en día reciben a través de grandes campañas de publicidad, por los precios bajos que les llegan a través de Internet. También por grandes superficies donde se puede aprovechar el tiempo y nos ofrecen más variedad de productos y realizar compras diversas.

Y sin embargo es una pérdida de tiempo para muchos de ellos, que se sienten abrumados por la cantidad de gente, de tiempo que pierden en encontrar lo que buscan. En el comercio tradicional todo es más fácil, porque basta una breve conversación para que sepan realmente lo que buscamos y nos recomienden adecuadamente.

El pequeño comercio le da al cliente un traje a medida para comprar lo que necesitan. Muchos se ven seducidos por otras ofertas aunque saben que el resultado no será igual

El problema es que no se incita al cliente a acudir a este comercio. Simplemente en muchos casos se espera a que cruce el umbral de la puerta para empezar a tratarle como lo que es, un cliente único. Y es un error, porque muchas veces no llega a entrar simplemente porque olvida que tenemos aquello que está buscando.

El pequeño comercio está acostumbrado a fiarlo todo a la situación del local. Cuantos más clientes pasen por delante de la puerta, más posibilidades hay de que entren. Pero esto tiene un coste muy alto si queremos situarnos en una de las principales calles comerciales de nuestra ciudad.

Una campaña de marketing apropiada, de SMS personalizados, mejor incluso que mensajes de WhatsApp, de anuncios en buscadores en el momento adecuado, de nuevos productos en las redes sociales, ayudan a que nuestro cliente llegue hasta nuestro negocio. Si después además sabemos ponérselo fácil y damos en el clavo con lo que está buscando ambos salimos ganando y contentos.

Imagen | Fancycrave.com

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