‘Pesadilla en el paraíso’ muestra en su gala 12 ladrones de patatas, gente que no se lava los dientes y una expulsada agradecida

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Desde aquí, en semanas anteriores, nos preguntábamos qué ocurriría si a ‘Pesadilla en el paraíso’ le quitáramos el sexo, las broncas por amistades y parejas, y nos centráramos más en el factor diferencial de hacer un reality en una granja. La mano de mono debió doblar un dedo, porque no se puede ser más mortecino que el programa de esta semana, en el que ha habido terribles discusiones por patatas, lavarse los dientes y hacer mosto. Apasionante.

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El ladrón de patatas

La primera gran polémica de la noche vino de manos de Dani, Danna y Bea, que por la noche se acercaron a hurtadillas a la cocina y se comieron unas cuantas patatas. Puede sonar a chorrada (porque lo es), pero en la gala 12 los concursantes ya no están para sutilezas, sino para liarla lo más que puedan. Para prueba, Iwan Molina, que se marchó del consejo diciendo «Me da vergüenza».

No fue el único que reaccionó de forma absurdamente dura ante la patatada que se hicieron los concursantes. Por ejemplo, Israel lo calificó de «cerdada» y Manuel dijo que «Aquí tiene hambre todo el mundo». Mientras tanto, Dani, que era el capataz de la semana, le quitaba importancia como podía, diciendo que simplemente se lo había pasado bien. Los Juicios de Núremberg, una tontería al lado del Robo de las Patatas.

En plató se lió parda también, claro (cómo no) y Steisy empezó a llamar la atención a las madres de Dani y Bea, diciendo «El vídeo es de vergüenza y vosotras les habéis enseñado esa mierda». Como siempre, a grito pelado, no vayáis a creer que aquí alguien tiene un poco de sangre fría. Al final, después de que empezara un rifirafe, Carlos Sobera ha puesto paz para dar paso a publicidad. Para qué si no.

Una menos, quedan demasiados

El duelo de esta semana en las nominaciones enfrentaba a Danna y Manuel, que en semanas anteriores tuvieron escarceos sexuales bajo la manta (algo que Danna ha explicado después a su novio) y que aclararon con unas metáforas sobre música y DJs que creo que nadie terminó de pillar demasiado. Ahora, el enfervorecido público (menos de un millón de espectadores) decidió entre ambos.

Y, finalmente, la que se fue a su casa con un 57% de los votos fue Danna Ponce, dio las gracias a sus compañeros, dijo la frase «lo que me espera fuera es super guay» (lo que le espera fuera: un Telecinco en ruinas) y se despidió de sus amigos allí dentro: Iwan, Daniela y, muy especialmente, Bea, que ha roto a llorar después de escucharla.

«Te llevo aquí, eres una tía con un gran corazón, cuando sanes lo que tengas que sanar te vas a convertir en una persona increíble». No tengo muy claro que «cuando sanes lo que tengas que sanar» es lo que se le dice a alguien que acabas de conocer y se supone que te cae bien, pero vista la llantina de Bea, debe ser que sí. Relaciones raras en Mediaset.

Entre pruebas y nominados

El grueso de la noche no fue una bronca: en un intento infructuoso por blanquear el show, gran parte del programa se basó en dos pruebas. Una, hacer mosto. Otra, un concurso de talentos en el que cada uno hacía lo que mejor supiera delante del pueblo de Jimena de la Frontera, que vio cómo unos cantaban, otros peinaban y, finalmente, Víctor Janeiro se subía encima del caballo y hacía malabares. Obviamente, fue el ganador absoluto.

Pero como esto no es el ‘Grand Prix’ (ojalá), los concursantes se vieron en la de todas las semanas: las nominaciones. Repartidas entre Israel y Bea, al final fue la segunda la que entró en el duelo. Nunca unas patatas habían salido tan caras. Frente a ella, el nominado de Danna Ponce: Manuel. Ahora es cosa del público elegir entre Manuel y Bea. Pues ya sabéis, lo de todas las semanas durante los últimos veinte años en Telecinco.

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Ah, por cierto, antes de cerrar la conexión, una actualización sobre una bronca que no deja dormir al pueblo español: las acusaciones de Bea hacia Iwan porque, aparentemente, no se lavaba los dientes. Al final, ha confesado que estaba rabiosa y que se arrepiente. Pues ale, otra noche más de pesadilla terminada. Y no, no es una referencia al título del programa.