Esta semana ha está circulando por WhatsApp, Telegram y redes sociales un apocalíptico mensaje que asegura que las estaciones de servicio van a dejar de surtir combustible. Pero esto no es cierto.
Así nos lo han confirmado desde el sector de las gasolineras, tanto a nivel nacional como regional, que descartan de plano que no se vaya a servir carburante, al menos, de forma generalizada. Lo que sí se mantendrá es el elevado precio de la gasolina y el diésel, que no ha parado de subir en las últimas semanas.
En definitiva se trata de un bulo, alimentado desde las redes sociales. Aunque el problema de estas desinformaciones es que pueden ser el detonante perfecto que provoque el pánico entre los conductores, propiciando largas colas para repostar.
El temor a la falta de suministro, viene ocasionado por diferentes frentes. Por un lado del paro de transportistas fijado para el próximo lunes 14 de marzo, pero también está presente la sombra de la guerra en Europa del Este en relación al suministro de petróleo.
El efecto del paro de transportistas será limitado
En lo que respecta al paro, este ha sido convocado por la Plataforma de Defensa del Sector Transporte, y también será secundada por la Unión de Transportistas, Autónomos, Pymes y Asalariados (UTAPA).
No obstante, a este parón no se suman ni el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), ni por ejemplo tampoco la Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España (Fenadismer), que aglutinan la mayor parte de las entidades del país. Los sindicatos tampoco se han pronunciado.
De hecho, la CNTC ya ha emitido un comunicando desmarcándose del mismo, remarcando que no han convocado ningún paro, además de cuestionar que «en esta coyuntura sea una solución eficaz».
En definitiva, y a priori, la mayor parte de transportistas españoles no secundarán este paro, por lo que desde las estaciones de servicio se muestran tranquilas y descartan de plano que vaya a existir una falta real de suministro.
«El efecto apunta a ser limitado. Podrá haber algún problema puntual pero no va a ser generalizado», nos traslada Nacho Rabadán director general de la Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio (CEEES).
Y de la misma opinión es Víctor García Nebreda, secretario general de la Agrupación Española de Vendedores al por menor de Carburantes y Combustibles (Aevecar). «El paro será un único día, por lo que no debería tener mayor repercusión«.
García Nebreda señala que esto es así porque «las gasolineras suelen tener margen de dos o tres días de suministro«, por lo que aunque no llegaran camiones puntualmente a algunas estaciones el lunes, esto no significa que no vayan a disponer de carburante.
Por su parte, Inés Cardenal, directora de Comunicación de la Asociación Española de Operadores de Productos Petrolíferos (AOP) explica que «no hay razón para pensar en desabastecimiento» y que aunque pueda haber algún problema esporádico en alguna estación «al ser secundado el paro de una forma minoritaria no se prevé que pueda afectar al suministro». Se trata de «un bulo en toda regla», puntualiza en referencia a estos mensajes.
También son de esa opinión entidades regionales, como es el caso de la Asociación Provincial de Estaciones de Servicio de Barcelona. Su presidente Manuel Amado nos traslada que «no tienen noticia de que vaya a haber falta de suministro» ya que «el paro está convocado por transportistas independientes».
E idéntico discurso mantiene desde la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio Comunidad de Madrid, cuya responsable de prensa asegura que han estado consultado sobre este hecho y que les han asegurado el suministro en las estaciones.
¿Seguirá llegando petróleo a las refinerías españolas?
Más allá del paro de parte del sector del transporte para el próximo lunes, se puede tender a pensar que el conflicto entre Rusia y Ucrania podría ocasionar que no llegara petróleo a las refinerías españolas a causa del bloqueo de las importaciones del crudo desde Rusia.
No obstante, como ha recordado Inés Cardenal a RTVE, las importaciones de crudo provienen de hasta 19 países, llegando de Rusia solo el 4,6 % en el caso del año pasado. Así, están desde la AOP aseguran mostrarse tranquilos en este aspecto pues el suministro estará garantizado.
En España, los principales proveedores de petróleo son Nigeria, México y Arabia Saudí; Rusia supone hoy menos del 2 % del petróleo que importamos.
También nos lo traslada así García Nebreda de Aevecar, que además recuerda que España es uno de los países europeos con mayor numero de refinerías, por lo que el combustible no debiera faltar. Aunque nadie tiene una bola de cristal de hasta donde pueda llegar el conflicto y las consecuencias que puede traer.
Lo que sí es cierto es que el petróleo no está aumentado la producción en relación a la creciente demanda tras la pandemia, lo que en parte ha ocasionado esta escalada de precios en el barril de Brent, que ahora se sitúa en casi 112 dólares.
No obstante las petroleras están obligadas a mantener el suministro con una margen de 90 días, como bien nos recuerda Nacho Rabadán (CEEES).
Las estaciones pequeñas, las más afectadas
Más allá del paro, y a largo plazo, el hecho de que el precio de la gasolina y el diésel esté disparado afecta al bolsillo de lo consumidores, pero también a las gasolineras. Sobre todo a las pequeñas, que por otra parte suponen entre el 60 % y el 70 % de la totalidad de estaciones españolas.
Y esto se podría traducir en que pequeñas gasolineras, con poca rotación, no puedan asumir los costes del combustible y por tanto dejar de servirlo, según nos explica Rabadán. «En la ultima semana hemos tenido sobrecostes por cisterna de entre 6.000 y 9.000 euros. Desde principios de año se ha encarecido unos 15.000 euros».
Aunque las que corren este peligro son estaciones de entornos rurales y alejadas de grandes núcleos urbanos. Si la situación se alarga, nos advierten desde el sector, podría ocasionar el cierre de estaciones que podría ser «temporal o bien definitivo».
De hecho algunas ya lo han hecho, nos recuerda Manuel Amado, aunque García Nebreda explica que no es tan sencillo que una estación cierre, por normativa medioambiental.
El sector en general ya reclama medidas urgentes por la escalada de precios, pues todos coinciden en que la subida del precio de la gasolina y el diésel no les beneficia, pues venden menos: «Hay menos gente que viene a repostar o bien no llenan del depósito», explica Rabadán.
Entre las mismas, se encuentra la reducción del IVA del 21 % al 10 %, que por ejemplo ha trasladado CEEES al Gobierno y que asegura que la medida supondría abaratar el precio del combustible de hasta casi 12 euros de cara al consumidor final.
No obstante hay que recordar que en España, más allá del gravamen indirecto, el tipo impositivo a los carburantes es de los más bajos de Europa.
Además, cuando el precio ha sido más bajo, las estaciones han dispuestos de márgenes amplios. Lo que se traduce en grandes diferencias de precios entre marcas principales y estaciones de bajo coste, pero también por ejemplo por situación geográfica, pues es más cara en grandes núcleos de población.
Y aunque esos márgenes se han reducido en la actualidad precisamente como consecuencia de la situación geopolítica, la brecha sigue presente.
Sea como fuere, y de cara a los conductores, no apunta a que la falta de suministro de gasolina o diésel vaya a ser una realidad en los próximos días, más allá de lo que suponga el paro de transportistas (que será pormenorizado) o en alguna estación dada.
Lo que sí continuará es el elevado precio de los carburantes tradicionales, con la gasolina ya disparada cerca de los 2,0 euros el litro y el diésel cercano a los 1,60 euros. Y lejos de revertirse, todo apunta a que continuará la escalada de precios durante las próximas semanas.
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