Los
nanoplásticos
(NP)
y
los
microplásticos
(MP)
son
partículas
diminutísimas
que
no
vemos,
pero
que
están
en
el
aire,
el
agua
y
muchos
alimentos
que
ingerimos.
Un
reciente
estudio
ha
comprobado
que
cada
vez
están
más
presente
en
nuestros
órganos.
Esa
es
la
razón
por
la
que
algunos
autores
se
refieren
a
ellos
como
pequeñas
hormigas
que
pueden
destruir
nuestros
sistemas
humanos.
Nanoplásticos
y
microplásticos
cada
vez
más
presentes
en
el
ser
humano

Desde
el
uso
generalizado
de
materiales
plásticos
y
el
manejo
inadecuado
de
los
desechos
plásticos,
los
nanoplásticos
(NP)
y
los
microplásticos
(MP)
se
han
convertido
en
peligros
globales.
Durante
los
últimos
50
años
han
aumentado
exponencialmente
estas
partículas.
Estudios
recientes
demuestran
que
estos
plásticos
inapreciables
para
el
ojo
humano
pueden
inducir
diversas
toxicidades
en
los
organismos,
con
estos
efectos
adversos
estrechamente
relacionados
con
los
cambios
en
la
microbiota
intestinal.
Aún
no
está
claro
hasta
qué
punto
los
NP
y
los
MP
causan
daño
o
toxicidad
humana,
aunque
ya
se
ha
visto
que
causan
inflamación
y
aumentan
el
riesgo
de
problemas
cardiovasculares.
Como
decía
Paracelso: «la
dosis
hace
el
veneno».
Esto
viene
a
significar
que
puede
que
los
niveles
actuales
no
sean
suficientes
para
ver
resultados
preocupantes,
pero
se
han
identificado
partículas
en
órganos,
como
los
pulmones,
el
intestino
y
la
placenta.
En
una
publicación
de
Nature
comprobaron
que
existen
niveles
elevados
de
NP
y
MP
en
órganos
como
el
hígado,
riñones
y
cerebro
en
muestras
de
personas
fallecidas.
Estas
partículas
se
han
encontrado
también
en
testículos
y
cerebro.
Lo
más
preocupante
es
que
los
datos
obtenidos
en
2024
son
significativamente
mayores
que
otros
tomados
años
atrás.
Volviendo
a
la
afirmación
de
Paracelso,
dosis
cada
vez
más
elevadas
acercan
a
los
NP
y
los
MP
a
ser «veneno»
para
nuestra
salud.
Queda
mucho
por
investigar
en
este
campo,
pero
hay
datos
casuales,
no
causales,
de
mayor
presencia
de
NP
y
MP
en
cerebros
de
demencia.
Los
NP
y
MP
no
son
los
que
causan
la
demencia,
al
menos
eso
no
se
ha
demostrado,
pero
ese
dato
es,
cuanto
menos,
intrigante.
Referencias
Chen
K,
Wang
L,
Liu
J,
Zheng
H,
Wu
X,
Liao
X.
The
ant
that
may
well
destroy
a
whole
dam:
a
systematic
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the
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through
gut
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PMID:
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En
Vitónica
|
El
agua
embotellada
contiene
más
plástico
del
que
creemos,
y
no
hablamos
únicamente
del
envase
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