El actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, comenzará a posicionarse nuevamente como candidato en la política argentina después de un período de bajo perfil. Cultor del dialoguismo, vuelve a presentarse como un dirigente sin favoritismos hacia ninguna de las tribus que componen el Frente de Todos e iniciará una etapa proselitista con visitas a intendentes del conurbano bonaerense.
Con una estrategia de tiempos cuidadosamente calculada, Scioli se mostró hace 48 horas con Alberto Fernández en Luján en una convocatoria que hizo el padre Pepe. Fue en el mismo día en que el kirchnerismo lanzó en Avellaneda el “operativo clamor” para que Cristina Kirchner se postule y en el que Máximo Kirchner criticó fuertemente al Presidente.
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Desde hace un tiempo, Scioli pretende ir a una interna y vencer a sus competidores, incluidos a los de La Cámpora, ya que intuye que es la única forma de alinear verdaderamente a todos los sectores.
En paralelo, y a pesar del claro respaldo a CFK, el kirchnerismo también da señales a otro potencial candidato presidencial: Sergio Massa. El domingo, el ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, valoró su gestión al frente del Ministerio de Economía, aseguró que es una persona con la que a pesar de las diferencias “hay diálogo permanente” e indicó: “Lo quiero en mi equipo siempre”.
Por su parte, el exmotonauta, que asegura tener un proyecto propio, iniciará su recorrido visitando los distritos más poblados del país tras la foto con Alberto Fernández. Entre ellos, varios de Buenos Aires, la provincia donde inició su carrera política, de la que fue gobernador ocho años y la que lo llevó cerca de la victoria en las elecciones presidenciales de 2015.
Este lunes estará en Almirante Brown, donde se reunirá con Mariano Cascallares, el jefe político del distrito, gobernado por Juan Fabiani de forma interina. Allí visitará la empresa de productos sanitarios Aqualaf.
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Cascallares es uno de los dirigentes del peronismo del conurbano que estuvo presente el sábado pasado en Avellaneda apoyando el lanzamiento del “operativo clamor” a la Vicepresidenta. De todos modos, se reunirá con Scioli en un gesto de apoyo que podría ser clave en la carrera electoral del exgobernador.
Más tarde se dirigirá a Esteban Echeverría, gobernado por Fernando Gray, donde se reunirá con el intendente y visitará la empresa autopartista Treves, ambas con una importante relación comercial con Brasil.
Gray no es cualquier intendente dentro del ecosistema del peronismo del conurbano. Fue quien se distanció del kirchnerismo cuando, en soledad, se opuso a la conducción -verbal y judicialmente- de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense.
El martes será el turno de estar en Ezeiza, donde gobierna de manera interina Gastón Granados, quien también participó en el acto del kirchnerismo en Avellaneda el pasado sábado. Su padre, el histórico barón del conurbano, Alejandro Granados, que está en uso de licencia, supo ser por unos años su ministro de seguridad.
En tanto, la próxima semana comenzará su recorrido por el interior del país. De esta manera, Scioli busca levantar el perfil para demostrar que su carrera política aún no ha terminado.
