La multa récord de 4.340 millones de euros que recibió Google en julio por su posición dominante en Android ya empieza a tener repercusiones. La decisión ya ha sido apelada ante el Tribunal General de la Unión Europea, pero simultaneamente Google ha estado trabajando en cómo debe modificar Android en Europa para cumplir con la decisión del tribunal.
El tribunal le daba entonces 90 días a Google para corregir sus malas prácticas, y la fecha límite está a la vuelta de la esquina. Google ya ha anunciado sus tres medidas que se resumen en dos: los fabricantes podrán crear sus propios forks de Android y preinstalar las aplicaciones de Google en un nuevo terminal requerirá de una licencia.
Android es gratis. Nuestras apps, no
Ya en julio Sundar Pichai, CEO de Google, comentaba en el blog de la compañía con motivo de la millonaria multa europea que «hasta ahora, el modelo de negocio de Android ha permitido que no necesitaran cobrar a los fabricantes por su tecnología».
Al tener a los fabricantes atados en corto y pseudo-obligados a instalar sus aplicaciones, permitía a la compañía obtener beneficios si el usuario decidía usar las aplicaciones de Google preinstaladas en lugar de otras aplicaciones también preinstaladas o disponibles en Google Play. Para cumplir con la decisión del tribunal europeo, Google no forzará a los fabricantes a incluir sus aplicaciones, de modo que ha ajustado su modelo de negocio para compensar la pérdida potencial de usuarios.
Añadir la suite de aplicaciones Google como Servicios de Google, Google Play, Gmail, Google Drive y tantas otras requerirá del pago de una licencia en Europa, que no incluirá ni Google Chrome ni la aplicación de Google. Éstas se ofrecerán por separado, con su correspondiente licencia.
Es decir, tal y como pedía la Unión Europea, ahora un fabricante de teléfonos Android tiene más flexibilidad para hacer un poco «lo que le de la gana» sin tener que firmar un acuerdo de todo o nada, como antes. Concretamente, estos son los cambios desde la vista de un fabricante de móviles Android:
- Puede desarrollar un fork de Android.
- Puede no incluir la suite de apps de Google en algunos modelos.
- Puede incluir la suite de apps de Google, pero pagando una licencia.
- Puede incluir Chrome y la app de Google, pero pagando una licencia.
¿Y esto quién lo paga?
Estos cambios en licencias entran en vigor tan pronto como el próximo 29 de octubre, así que podemos esperar ver cambios inminentemente a no ser que prospere el recurso de Google. Aunque no ha trascendido a cuánto ascenderán dichas licencias, lo que muchos estamos pensando es quién va a acarrear con el coste.
Por supuesto, todavía no hemos tenido tiempo para recibir noticias desde ningún fabricante de Android, aunque el principal temor es que este coste se acabe repercutiendo al usuario final, de modo que los teléfonos móviles Android pasen a costar un poco más en Europa.
La gama baja es la que corre más peligro: quizá empecemos a ver móviles lanzados sin apps de Google para abaratar costes
En un mercado en el que cada vez tenemos más terminales que superan los mil euros, probablemente en las gamas medias y altas no veamos grandes cambios. Éstos móviles buscan ofrecer lo mejor al usuario, y eso generalmente implica añadir las aplicaciones de Google o, por lo menos, Google Play. Más peligro corren las gamas bajas.
En la gama de entrada lo que se prioriza principalmente es el precio, de modo que estos cambios en la licencia de Android podrían dar lugar a dos situaciones: móviles de gama de entrada que se lanzan sin apps de Google para abaratar costes, o que ven incrementado su precio para compensar ese coste extra.
¿Querías fragmentación? Pues toma tres tazas
En la publicación de Google en julio se hablaba del equilibrio que la compañía había logrado en el ecosistema de Android. Gracias a las prácticas agresivas de Google en cuanto a exclusividad y preinstalación de aplicaciones.
Con el modelo de negocio anterior se ha logrado que la gran mayoría de móviles Android ahí fuera, a pesar de estar basados en un sistema operativo de código abierto, con su propia capa de personalización, tengan algo en común: las aplicaciones de Google. Esto podría cambiar en el futuro.
Esto supone un quebradero de cabeza importante para Google y para los desarrolladores de aplicaciones, que deberán prepararse para situaciones en las que el usuario no tiene Servicios de Google Play o alguna aplicación que hasta ahora se daba por preinstalada en la mayoría de las ocasiones. No es algo totalmente nuevo, los móviles Android «sin Google» existen desde hace años, pero hasta ahora siempre han sido bastante marginales.
Si no prosperan los recursos y este nuevo plan sale adelante, nos podemos topar con tres Android distintos: Android fuera de Europa, Android sin servicios de Google y Android con servicios de Google y/o Chrome y app de Google, previo pago. Estaremos atentos para ver cómo evoluciona todo este asunto y qué cambios empezamos a ver a partir del próximo 29 de octubre.