El kickboxing es uno de los deportes más de moda en la actualidad; no en vano, los gimnasios dedicados exclusivamente a esta actividad siguen creciendo en número desde hace ya meses. Lo cierto es que poco a poco más gente va perdiéndole el miedo al saco, a los guantes, a las patadas y a los puñetazos y cada vez son más los que se suman al entrenamiento de kickboxing, bien como un entrenamiento aislado o bien para complementar su rutina.
Ahora bien, ¿cuáles son los beneficios que podemos obtener de la práctica del kickboxing? Te los contamos para que te animes, por lo menos, a probarlo una vez (¡y dicen que el que lo prueba siempre repite!).
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Mejora de tu capacidad aeróbica: gran parte de las clases de kickboxing tienen un componente aeróbico. Desde el calentamiento, durante el cual podemos saltar a la cuerda (con todos los beneficios que eso implica) hasta las partes más técnicas en las que se trabajan diferentes combinaciones de golpes con brazos y piernas, además de bloqueos y esquivas. Una forma divertida de hacer subir tus pulsaciones.
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Mejora de tu coordinación: la gran olvidada para muchos deportistas, pero importante tanto en nuestro entrenamiento como en nuestra vida diaria. La coordinación es una habilidad motora que nos permite realizar movimientos fluidos de forma ordenada, sincronizando los distintos músculos que se ven implicados en ellos. Es una de las habilidades que más se deteriora con el paso del tiempo, de modo que trabajarla ahora puede ser beneficioso para aumentar nuestra calidad de vida en un futuro.
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Trabajo de toda tu zona central: hablamos hace tiempo del ‘efecto serape’, por el cual sabemos que todos los movimientos comienzan y acaban en la zona central de nuestro cuerpo. Por esto, especialmente en kickboxing, es importante contar con un core bien trabajado: todas las patadas o los puñetazos que vayamos a realizar van a partir siempre desde la musculatura interna de nuestra zona central, que es la responsable de imprimir fuerza y velocidad a cada golpe y que se mantendrá activa durante prácticamente toda la sesión de entrenamiento.
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Adiós al estrés: sin duda, el kickboxing es una de las actividades más desestresantes que puedes realizar para liberarte de las tensiones de tu día a día. No es solo que pegar a un saco o a un compañero (de forma controlada y con las correspondientes protecciones) te ayude a liberar energía, sino que además el kickboxing exige un alto grado de concentración durante su práctica, algo que conseguirá que te olvides, al menos durante un tiempo, de otras preocupaciones de tu vida diaria.
Imagen | Unsplash
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