La Justicia brasileña abre la posibilidad de anular sentencias del Lava Jato

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La Corte Suprema votó una resolución que podría invalidar cientos de causas, incluida la del expresidente Lula, por fallas de procedimiento

En un inesperado giro judicial, la Corte Suprema de Brasil abrió esta noche la posibilidad a una anulación masiva de sentencias derivadas de la operación anticorrupción Lava Jato, incluida una condena al expresidente Luiz Inacio Lula da Silva.

En Brasilia, 6 de los 11 jueces del Supremo Tribunal Federal (STF) admitieron que en los casos en que hubo delatores, los acusados deberían haber sido los últimos en presentar sus alegatos finales para garantizarles su total derecho a defenderse de las imputaciones. La Corte juzgaba un recurso específico presentado por un exgerente de Petrobras condenado en el marco de la Lava Jato, Marcio de Almeida Ferreira, pero la decisión crearía un precedente importante para que otros convictos pidan invalidar los procesos en su contra.

Ante las implicancias que tendría la resolución para tantos otros casos, el presidente de la Corte, José Antonio Dias Toffoli, suspendió la sesión hasta el próximo miércoles, cuando el tribunal deberá definir si su entendimiento se aplica solo al caso de Almeida Ferreira o se extenderá a todas las otras condenas.

“Trataré delimitaciones respecto a la aplicación”, resaltó Dias Toffoli, quien no llegó a emitir su voto anoche.

Uno de sus colegas, Luis Roberto Barroso, que votó en contra de modificar los procedimientos actualmente vigentes, propuso que cualquier cambio solo sea considerado para casos futuros.

De acuerdo a un balance divulgado por la fuerza de tareas de la Lava jato, si la revisión de los procedimientos se aplicaran a todos los anteriores fallos, podrían ser anuladas 32 sentencias que involucran a 143 condenados. Uno de los que podría beneficiarse en parte es el expresidente Lula, máximo líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT).

El exmandatario (2003-2010) cumple una condena ratificada en segunda instancia a ocho años y nueve meses de prisión por corrupción y lavado de dinero por haber recibido como soborno un departamento tríplex en el balneario de Guarujá, pero también ya fue condenado en primera instancia otra causa, por obtener una chacra en Atibaia a cambio de favores a empresas, a 12 años y 11 meses de reclusión. Es en este segundo proceso que sus abogados podrían solicitar una anulación, ya que los delatores presentaron sus alegatos finales después de que lo hizo la defensa del popular exdirigente.

El caso de Almeida Ferreira -condenado a 10 años y tres meses de cárcel- surgió luego de que en agosto, la segunda sala del STF anuló la condena al expresidente de Petrobras Aldemir Bendine en base a los mismos argumentos. Fue la primera vez que una sentencia de la Lava Jato, firmada por el entonces juez Sergio Moro -ahora ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro- fue anulada.