Hacía mucho tiempo que no se hablaba tanto en Europa de la Indycar, o quizás es que nunca se habló tanto. La categoría de monoplazas por excelencia en Estados Unidos se está aprovechando de la crisis que vive la Fórmula 1 para atraer a sus filas a pilotos de primera línea, que bien han perdido su ilusión, como es el sonado caso de Fernando Alonso, o que se han quedado sin asiento y buscan alternativas viables para su futuro.
Los aficionados a la Indycar se cuentan por miles en su lugar de origen, pero no en el viejo continente. Esta nueva era está ayudando a internacionalizarse a la disciplina y abrirse a un público menos especializado, uno al que ya le empezó a sonar la categoría con la participación de Alonso en las 500 Millas de Indianápolis en 2017. Ahora es el momento de mostrar sus puntos fuertes respecto a la F1 para captar a un público ansioso de nuevas emociones y, por qué no, atraer a nuevos patrocinadores e inversores.
El breve idilio de Fernando Alonso en las 500 Milla de Indianápolis fue tan solo la punta del iceberg que podría ser mucho mayor en 2019. Existe gran interés desde la organización para que el bicampeón del mundo de Fórmula 1 tenga un asiento competitivo el año próximo. Es una acción de marketing inmejorable para ellos y que además, no le costaría un duro como promotores. Más bien todo lo contrario ¿Quién diría que no a esto?
Un plan B a la Fórmula 1
El aún compañero de Fernando Alonso en McLaren, Stoffel Vandoorne, también podría cruzar el charco el próximo año. El belga parece se ha quedado sin asiento para la próxima temporada y en Indycar podría tener un hueco. Tanto en el propio equipo de Woking, donde siguen dándole vueltas a su entrada oficial en la categoría, en otros equipos como el de Dale Coyne podría tener hueco.
Ni el asturiano ni Vandoorne serán los primeros pilotos en hacer este camino. En la temporada actual nos encontramos nombres como Alexander Rossi, Max Chilton, Sébastien Bourdais, Takuma Sato que antes estuvieron en la considerada categoría reina… y no son los únicos. Juan Pablo Montoya ya antes de debutar en la Fórmula 1 se había alzado con su primera victoria en las 500 Millas de Indianápolis.
La decisión definitiva sobre el futuro de Fernando Alonso debería llegar en las próximas semanas. Tras su retirada, anunció que se pronunciaría sobre sus nuevos proyectos en octubre por lo que cada vez queda menos para saber cuál es su decisión final.
Si lo hace finalmente, a los aficionados europeos nos tocará aprender, y tendremos una gran oportunidad para hacerlo. Alonso será una suerte de embajador y todo un maestro, que bien sabemos que es capaz de adaptarse rápidamente a cualquier tipo de condiciones. Gane o no, o dispute el campeonato completo o no, debemos aprovechar su interés en el campeonato para aprender que las carreras de coches (y de monoplazas) van más allá de la Fórmula 1.
Hemos tenido pilotos españoles en la Indy, como Fermín Velez u Oriol Servià, pero todos coincidiremos en que el tirón mediático de Alonso – tanto en España como en el resto del mundo – es incomparable al de cualquier piloto.