La historia detrás de la tapa de Luis Alberto Spinetta en la revista Gente

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“Leer basura daña la salud. Lea libros”. Pocos mensajes más elocuentes que el que Luis Alberto Spinetta escribió en un cartel que se colgó al cuello para enfrentar una guardia periodística en 1995… y que llegó a la tapa de la revista Gente.

La historia detrás de la decisión del Flaco de plantarse de esa manera frente a los fotógrafos (de la mano de su novia de entonces, Carolina Peleritti) fue contada recién ahora por Jorge Fernández Díaz, en aquel momento subdirector de Gente.

El relato es parte de una entrevista realizada por los periodistas Jorge Bernárdez y Luciano di Vito para el libro #ElFinDelPeriodismo, publicado en noviembre por Editorial Sudamericana. Aunque el fragmento no llegó a la edición final del texto, Bernárdez lo publicó en su cuenta de Facebook, y aquí lo reproducimos con su autorización.

“Mi límite era no hacer pomada a un tipo por un tema privado.

Un día nos enteramos en la redacción de Gente que Spinetta estaba saliendo con Carolina Peleritti. Yo no lo podía creer y empezamos a seguirlos, queríamos esa foto. Les pusimos guardias hasta que un día suena el teléfono en la redacción y escucho la inconfundible voz del Flaco.

– Hola, ¿Jorge Fernández Díaz? Te habla Luis Alberto Spinetta -Yo pensaba que era una joda- ¿Vos sos el tipo que me está cagando la vida? 

Yo lo amaba tremendamente.

– No, Flaco, yo no te sigo a vos. Para nosotros la noticia es ella, en realidad.
– ¿Que tengo que hacer para que dejen de perseguirme? -me preguntó.
– Salí a la calle, ahí están GenteCaras y Pronto. ¿Sabés por qué están todos? Porque yo no levanto la guardia de Gente. Si levanto la guardia se van.
– ¿Y qué tengo que hacer para que la levantes?
– Salí un minuto, que te caguen a flashazos y yo levanto la guardia.
– Lo voy a hacer -dijo, y colgamos.

Salió a la calle con el famoso cartel contra las revistas y todos los fotografiaron. Con el tiempo, lo pusimos en una tapa del suplemento “ADN” de La Nación. Le mandé saludos a través de Rodolfo Bracelli, que fue el que lo entrevistó, y el Flaco me mandó a decir que estaba todo perdonado”.