La comunidad internacional redobla la presión contra la junta militar con más sanciones

0
131

Paz Suu Kyi, de 75 años, continúa bajo arresto domiciliario.

Paz Suu Kyi, de 75 años, continúa bajo arresto domiciliario.

El Reino Unido y Canadá sancionaron a tres generales de Myanmar por «graves violaciones de los derechos humanos» tras el golpe de Estado militar a principios de febrero, mientras que Estados Unidos, India, Japón y Australia reclamaron un «urgente» retorno a la democracia.

Las sanciones impuestas por los Gobiernos británico y canadiense tienen como objetivo el ministro de Defensa, Mya Tun Oo, el ministro de Interior, Soe Htut, y su adjunto, Than Hlaing.

Sus activos en el Reino Unido quedan bloqueados y no podrán viajar a ese país, precisó el comunicado del Ministerio de Exteriores, señalando además que se tomarán medidas para impedir las empresas británicas trabajar con el ejército birmano.

Más países

El 1 de febrero, el ejército birmano derrocó al Gobierno civil de Aung San Suu Kyi, al que acusa de haber cometido fraude electoral en las elecciones de noviembre, lo cual dio lugar a una oleada de manifestaciones que fueron duramente reprimidas.

En simultáneo, los cancilleres de Estados Unidos, India, Japón y Australia reclamaron un «urgente» retorno a la democracia en Myanmar.

El jefe de la diplomacia estadounidense, Anthony Blinken, y sus pares de esos tres países del mecanismo llamado Quad señalaron la «urgente necesidad de restaurar el gobierno democráticamente electo», dijo el portavoz Ned Price.

Por su parte, Japón informó que su ministro de Relaciones Exteriores, Toshimitsu Motegi, «urgió con firmeza a los militares de Birmania a detener inmediatamente su violenta respuesta a los civiles» que lideran manifestaciones contra el golpe de Estado y para exigir la liberación de la Nobel de la Paz Suu Kyi.

La aparición de los «Hackers de Birmania»

Piratas informáticos atacaron las páginas web gubernamentales gestionadas por la junta militar en Myanmar (antigua Birmania), que continuó emitiendo órdenes de arresto contra personalidades y funcionarios que incitaron a las movilizaciones contra el golpe de Estado.

Un grupo, que se presenta como los «Hackers de Birmania», atacó varías páginas web gubernamentales, entre ellas la del Banco Central, la de propaganda del Ejército birmano, la cadena de televisión pública MRTV, la autoridad portuaria y la de la agencia de seguridad alimentaria y de salud.

Este hackeo se produce un día después de que una nueva marcha -una de las más grandes desde el golpe del 1 de febrero- reuniera a decenas de miles para protestar contra la junta militar.

«Luchamos por la justicia en Myanmar», declaró el grupo de piratas informáticos en su cuenta de Facebook, donde compararon su acto con «una gran manifestación ante las páginas web del Gobierno», según informó la agencia de noticias AFP.

Protestas y bloqueos

En Yangón, la ciudad más grande Myanmar (antigua Birmania), los automovilistas bloquearon el tráfico por segundo día consecutivo, en un intento de impedir el despliegue de las fuerzas de seguridad.

En la madrugada once empleados de la Cancillería fueron detenidos por participar en el movimiento de protesta.

Un agente de policía que no quiso identificarse explicó que al menos 50 funcionarios habían sido detenidos en los últimos cuatro días, mientras el canal de televisión estatal MRTV también anunció órdenes de arresto contra varios actores, cineastas y un cantante, acusados de utilizar su popularidad al servicio del movimiento de protesta.

En la noche del miércoles, en el país se impuso un bloqueo en internet que redujo el tráfico a un 21% de su nivel habitual, según el observatorio NetBlocks, un grupo que registra las restricciones en la red y tiene sede en el Reino Unido.

El miedo a las represalias está presente en el ánimo de los habitantes de este país que vivió cerca de 50 años bajo la férula militar desde su independencia en 1948.

Pese a ello, los llamados a la desobediencia civil prosiguen: médicos, profesores, controladores aéreos, trabajadores ferroviarios están en huelga contra el golpe.