Irán confirmó este domingo 2.489 nuevos casos de coronavirus durante las últimas 24 horas, lo que lleva el número total a 222.669, mientras que los muertos superan ya los 10.500, con 144 nuevos decesos, y el alerta general impulsó al gobierno a ordenar el uso de mascarillas obligatorio.
Así lo confirmó esta noche el balance proporcionado por la portavoz de Sanidad, Sima Sadat Lari, recogido por la agencia estatal de noticias iraní, IRNA.
Como nota positiva, el número de pacientes recuperados en todo el país es de 183.310, pero los datos generales son preocupantes, dado que 2.946 siguen en terapia intensiva.
El país lleva rondando los 2.500 casos diarios desde hace semanas, pero la acuciante situación económica llevó a las autoridades a reabrir gran parte de los negocios a fines de mayo, con el consiguiente repunte de casos, hasta convertir junio en el peor mes desde el inicio de la crisis, informó Europa Press.
Las provincias más afectadas del país son Juzestán, Kermanshah, Kurdistán, Hormozgán, Azerbaiyán Occidental y Jorasán Razavi.
El presidente Hasan Rohani anunció hoy que impondrá obligatoriamente el uso de mascarilla en las zonas más afectadas del país así como «en espacios de reunión cerrados», en una medida que entrará en vigor la próxima semana hasta el 22 de julio «y será ampliada, si se considera necesario».
