La prevención del ciberacoso desde el diálogo y la educación

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Tras conocerse que un hombre domiciliado en Colonia Caroya está a punto de ser juzgado por Grooming, entrevistamos a la docente local Valeria Cargnelutti para conocer las formas de prevención para que las personas menores de edad no sean víctimas del ciberacoso.

La educadora, involucrada en este tema, se refirió a la importancia de la Educación Sexual Integral para que niños y niñas conozcan sus derechos a la intimidad para saber reaccionar a tiempo cuando un pederasta, oculto tras un perfil falso en las redes sociales, se gana su confianza y avanza con pedidos de fotos de desnudez.

A los padres les pidió que generen el diálogo con sus hijos para que no tengan miedo en decir si son víctimas de ciberacoso y apostando a la educación y no al control exagerado en el momento en que el menor está en la computadora.

«El diálogo en familia se tiene que dar. Cuando ocurre un caso como el de Colonia Caroya, tiene que abrirse la charla sobre el tema», dijo.

«Los adultos no podemos estar las 24 horas al lado de los menores. No sería beneficioso para ninguno. Pero si se puede hablar de la gravedad si alguien manda una foto de desnudez. El único responsable de cuidarse es cada uno», agregó. 

El caso local que se investigó desde EEUU.

El pasado 5 de agosto, el Fiscal de Instrucción de Jesús María, Guillermo Monti, dio por concluida la investigación fiscal y pidió la elevación a juicio contra un hombre de Colonia Caroya que está detenido por “Grooming, producción de material  pornográfico infantil, abuso sexual gravemente ultrajante continuado, facilitación de representaciones sexuales de menores de edad, coacción agravada reiterada, tenencia de material pornografico infantil”.

Se trata de una persona de joven edad, que cayó en marzo de 2019 por acosar y extorsionar a mujeres a través de las redes sociales.

Las maniobras del detenido consistían en tomar contacto con las víctimas a través de redes sociales con un perfil falso, como si fuera menor de edad, ganándose su confianza mediante conversaciones, tras lo cual remitía imágenes pornográficas y mediante engaños lograba así la remisión por parte de las víctimas de imágenes y/o videos de contenido sexual.

Luego, las amenazaba obligándolos al envío de más imágenes, llegando en algunos casos a tratarse de prácticas sexuales explícitas entre menores.

Así también, resultó imputado de Coacciones Agravadas, resultando víctimas mujeres mayores de edad de las que obtuvo fotografías y/o filmaciones en ropa interior bajo excusa de contrato laboral para modelaje y una vez obtenido dicho material, las amenazaba con publicarlo en las redes sociales si no se filmaban y/o se tomaban fotografías con contenido sexual.

Las víctimas residían no solo en localidades de la provincia de Córdoba, sino también en localidades de las provincias de Santa Fe, Buenos Aires y Santa Cruz; como así también en el exterior: Venezuela, México, Brasil y España.