Hubo resistencia a la instalación de KWS en Tronco Pozo

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Representantes de la empresa multinacional KWS se presentaron en la noche de este martes en el club de Tronco Pozo para explicar sobre su inversión en Colonia Caroya.

La firma de orígenes alemanes, radicada hace 20 años en Argentina, compró 18 hectáreas en calle 52 y 144 de Tronco Pozo para hacer ensayos de maíz con un laboratorio que se está edificando.

La reunión fue masiva: hubo vecinos del barrio rural y de la zona céntrica, ingenieros agrónomos y productores.

Desde la empresa informaron que no será un depósito de agroquímicos y se diferenciaron del caso Monsanto en Malvinas Argentinas.

Incluso, explicaron que están siendo controlados como cualquier productor y que para hacer las investigaciones sobre las enfermedades del maíz necesitan aplicar el 50 por ciento menos de productos que un chacarero caroyense.

«La aplicación de agroquímicos tiene que ser con mochilas, controlado y corremos el riesgo que si en una chacra colindante estén aplicando glifosato, nos perjudique el trabajo de todo un año», dijo Alejandro Genin, de KWS.

Sin embargo, un grupo de vecinos manifestó su resistencia a la presencia de la firma en la ciudad.

Ya sea porque es multinacional, porque la ubicación es cercana al corredor de calle Pedro Patat, porque van a fumigar, porque hay que defender la agroecología, porque «vienen a llevarse la plata», algunos se mostraron en contra de la instalación.

Después de varias discusiones, el responsable de Ambiente de la Municipalidad, Ing. Agr. Eduardo Angulo, aclaró que KWS no infringió ninguna ley ni ordenanza sobre la producción y que están siendo controlados como cualquier productor caroyense.