
Más
de
40
actas
de
infracción
se
labraron
en
los
tres
meses
en
los
que
se
abrió
el
período
para
podar
arbolado
urbano.
El
plazo
comenzó
en
la
última
semana
de
mayo
y
finalizó
el
31
de
agosto
pasado.
Aún
quedan
algunas
podas
en
ejecución,
por
autorizaciones
otorgadas
la
semana
anterior,
que
no
se
pudieron
hacer
por
las
condiciones
del
tiempo
del
fin
de
semana,
pero
son
las
últimas
de
la
temporada.
Cualquier
otra
que
se
detecte,
será
multado
el
frentista.
Entre
junio
y
agosto,
hubo
700
pedidos
autorizados
para
hacer
el
trabajo
y
en
cada
caso,
el
propietario
debía
contratar
a
un
podador
habilitado
para
evitar
daños
en
los
árboles.
Sin
embargo,
se
detectaron
25
situaciones
de
podas
sin
permiso
previo
y
otras
15
que
se
hicieron
de
manera
incorrecta,
es
decir,
sin
respetar
el
criterio
avalado
por
los
agentes
sobre
el
trabajo
en
las
ramas.
Y
hubo
un
par
de
extracciones
sin
aval.
Con
respecto
al
año
anterior,
hubo
un
incremento
en
el
número
de
solicitudes,
pero
se
redujo
del
7
al
5
por
ciento
la
cantidad
de
infracciones
detectadas.
Desde
el
Área
de
Arbolado
Urbano
informaron
que
se
está
trabajando
en
un
proyecto
de
ordenanza
para
unificar
criterios
de
la
poda.
Cabe
destacar
que
el
municipio
quiere
y
puede
regular
el
manejo
de
árboles
de
la
vereda,
no
así
de
los
que
están
dentro
de
las
propiedades
privadas,
a
excepción
que
se
trate
de
ejemplares
históricos.




































