Es
un
hecho
que
la
rutina
diaria
está
llena
de
pequeños
gestos
que
realizamos
de
manera
automática,
aprendidos
generación
tras
generación,
sin
cuestionarnos
su
eficacia
o
incluso
su
sentido.
Uno
de
estos
gestos
es
la
colocación
de
la
bolsa
en
el
cubo
de
la
basura,
una
tarea
aparentemente
simple
que,
sorprendentemente,
muchos
hemos
estado
haciendo
de
forma
incorrecta
durante
años
y
de
la
que
no
se
esperan
grandes
filosofías.
Este
error
común
no
solo
puede
provocar
molestias
innecesarias,
sino
que
también
afecta
la
higiene
y
funcionalidad
de
nuestros
hogares,
pues
una
bolsa
mal
colocada
es
una
potencial
fuente
de
malos
olores
y
desperdicios
descontrolados.
La
mayoría
de
las
personas
desenrolla
la
bolsa,
la
sacude
para
abrirla
y
luego
la
introduce
en
el
cubo,
ajustándola
alrededor
del
borde.
Sin
embargo,
este
método
tradicional
puede
generar
problemas
como
bolsas
que
se
deslizan
hacia
el
interior
del
cubo
a
la
que
se
lanza
un
objeto
pesado,
acumulación
de
aire
en
el
fondo
o
incluso
roturas
inesperadas
al
retirar
la
basura.
Pero
la
magia
de
las
redes
también
pasa
por
la
felicidad
de
compartir
conocimientos
útiles,
trucos
y
técnicas
que,
aunque
parezca
mentira,
hay
que
recordar
a
menudo
para
no
caer
en
lo
de
siempre.
Es
lo
que
gurús
de
la
organización
y
la
limpieza
han
puesto
negro
sobre
blanco:
es
una
técnica
eficiente
para
colocar
la
bolsa
en
el
cubo
de
basura
de
la
mano
de
un
método,
sencillo
pero
ingenioso.
limpiar
el
microondas
en
5
min.
Como
un
gorro
Este
no
solo
facilita
la
tarea,
sino
que
también
mejora
la
higiene
y
prolonga
la
vida
útil
de
las
bolsas.
La
clave
radica
en
invertir
el
proceso
habitual:
en
lugar
de
abrir
la
bolsa
antes
de
colocarla,
se
sugiere
darle
la
vuelta
y
colocarla
sobre
el
borde
externo
del
cubo,
como
si
fuera
un
gorro.
Posteriormente,
se
empuja
el
centro
de
la
bolsa
hacia
el
interior
del
cubo,
asegurando
que
quede
perfectamente
ajustada
y
sin
aire
en
el
fondo.
Este
enfoque
presenta
varias
ventajas.
Al
colocar
la
bolsa
de
esta
manera,
se
evita
la
acumulación
de
aire
en
el
fondo,
lo
que
facilita
su
llenado
y
posterior
extracción.
Además,
al
estar
bien
ajustada
desde
el
inicio,
se
minimiza
el
riesgo
de
que
la
bolsa
se
deslice
hacia
el
interior
del
cubo,
un
problema
común
con
el
método
tradicional.
Esta
manera
de
colocar
la
bolsa
evita
el
molesto
momento
de
que
esta
se
hunda
cuando
echamos
un
objeto
duro
y
pesado.
Esto
evita
también
que
tengamos
que
estar
constantemente
recolocándola.
Asimismo,
otro
aspecto
relevante
es
la
higiene.
Al
invertir
la
bolsa
y
colocarla
de
manera
que
las
costuras
queden
en
el
interior,
se
reduce
la
posibilidad
de
que
los
residuos
entren
en
contacto
con
el
borde
del
cubo,
manteniendo
esté
más
limpio.
Fotos
|
SHVETS
production
y
Ron
Lach
En
DAP
|
Este
es
el
error
común
que
debes
evitar
cada
vez
que
usas
tu
freidora
de
aire
y
podría
estropearla
