Cuatro recetas de pan de soda irlandés, el más fácil del mundo mundial (ideal para principiantes)

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Mezclamos la leche con el zumo de limón y dejamos reposar 15 minutos. Con ello se corta la leche y obtenemos buttermilk, ingrediente para este pan. Se puede encontrar en algunas tiendas de alimentación, si tenéis la suerte de dar con ella os podéis ahorrar este paso.

En un recipiente hondo y amplio mezclamos las harinas (podemos usar solo harina blanca si no tenemos integral, en ese caso necesitaríamos 310 gramos). Añadimos el bicarbonato sódico y la sal. Formamos un hueco en el centro y añadimos el buttermilk (mezcla de leche con limón).

Removemos con una cuchara de madera para integrar la harina poco a poco. Cuando la masa sea tan espesa que no la podamos trabajar con la cuchara, espolvoreamos con harina la encimera y volcamos sobre ella la masa. Amasamos un par de minutos hasta homogeneizar.

La masa es algo pegajosa, pero si está muy húmeda podemos añadir un poco más de harina para ayudarnos a formar con ella una bola. La colocamos sobre una bandeja de horno cubierta con papel vegetal y hacemos dos cortes en la superficie, en forma de cruz.

Introducimos la bandeja en el horno, precalentado a 200 ºC con calor arriba y abajo, y cocemos durante 25-30 minutos, a media altura. Cuando el pan esté dorado, retiramos del horno y dejamos enfriar sobre una rejilla antes de consumir.