«Mi
pareja
y
yo
queríamos
pasar
el
fin
de
semana
en
Madrid«,
comenta
Juan
José,
y
acabaron
simplemente,
perdiendo
130
euros
del
alojamiento
que
pagaron
y
al
que
no
han
podido
acceder.
Fue
una
reserva
realizada
por
Booking.
Tras
el
problema
que
tuvieron,
Juan
José
buscó
información
al
respecto
y
sorpresa:
dio
con
un
artículo
de
hace
un
año
sobre
cómo
un
grupo
de
amigos
perdió
1.000
euros.
Leyendo,
se
dio
cuenta
de
que
esta
historia
hablaba
del
mismo
lugar
donde
él
hizo
su
reserva,
por
lo
que
se
puso
en
contacto
con
nuestro
medio.
Volvimos
a
ponernos
en
contacto
con
Manuel
Blanco
Casal
para
saber
qué
había
pasado
en
su
caso
y
resulta
que
la
frustración
por
lo
que
les
sucedió,
le
llevó
a
él
y
a
sus
colegas
a
crear
una
web
para
que
personas
afectadas
por
alojamientos
publicados
en
Booking
pudieran
compartir
sus
experiencias.
Ya
hemos
visto
otros
reportajes
en
los
que
la
gente
que
se
ve
afectada
por
anuncios
poco
transparentes
o
incluso
estafas,
y
que
no
son
casos
aislados,
por
lo
que
aquí
vamos
a
contar
toda
la
historia
de
Juan
José
y
su
pareja,
vamos
a
recordar
la
de
Manuel,
su
pareja
y
sus
amigos
y
desvelar
qué
pasó
tras
la
publicación
de
su
historia
y
también
vamos
a
conocer
cómo
funciona
la
nueva
plataforma
online
para
personas
que
hayan
sido
estafadas
o
hayan
tenido
problemas
con
sus
alojamientos
cuando
querían
irse
unos
días
de
vacaciones.
Es
natural
que
pueda
haber
problemas
de
este
tipo,
y
es
que
hay
que
recordar
que
Booking
es
una
plataforma
ampliamente
usada
para
reservar
alojamientos
temporales,
pero
es
interesante
conocer
estas
estafas
para
no
caer
en
las
trampas
más
comunes.
Unas
condiciones
imposibles
de
cumplir
«El
timo
no
es
muy
grande
(son
177
euros)
pero
no
deja
de
ser
muy
molesto,
claro»,
comenta
Juan
José.
Buscando
hace
unos
días
un
alojamiento
para
un
fin
de
semana
en
Madrid
vio
que
la
mayoría
de
lugares
más
o
menos
céntricos
rondaban
los
300
euros
para
dos
días
aunque
fueran
hostales
y
pensiones…
hasta
que
encontró
un
lugar
asequible
y
que
le
gustó.
Hizo
la
reserva,
por
177
euros,
y
poco
después
le
llegó
un
correo «muy
largo»
donde
le
pedían
una
fianza
de
450
euros
y
donde
les
informan
que
es
necesario
tener,
por
lo
menos,
35
años
para
alojarse
en
el
espacio.
Quien
cuenta
esta
historia
tiene
32
años,
por
lo
que
no
cumplía
este
requisito
para
dormir
en
el
hotel
que
había
reservado.
«Posteriormente
miré
la
página
de
Booking
para
ver
si
me
había
despistado
yo,
pero
en
el
apartado
de
términos
y
condiciones
no
venía
especificado.
Sin
embargo
sí
que
venía
en
un
desplegable
de «información
adicional»,
oculta
para
ser
una
cláusula
tan
importante»,
explica
Juan
José.
El
joven
los
contactó
y
y
se
encontró
un
servicio
de
atención
al
cliente
basado
en
tecnologías. «Las
contestaciones
parecían
casi
automatizadas
y
se
ciñeron
a
que
ellos
lo
tienen
escrito
en
el
anuncio
en
Booking»,
explica
el
afectado.
No
le
facilitaron
una
hoja
de
reclamaciones
y
también
llamaron
al
atención
al
cliente
de
Booking
pero
afirma
el
afectado
que
no
los
ayudaron
porque
la
empresa
dijo
que
esa
información
estaba
escrita
en
el
anuncio
publicado
la
plataforma.
Otro
problema
es
que
no
le
dieron
la
dirección
exacta
del
lugar
al
no
pagar
la
fianza: «La
pedí
pero
no
me
la
dieron».
De
todos
modos,
la
pareja
decidió
ir
a
Madrid: «fuimos
a
la
hora
de
la
reserva
por
la
calle
indicada
en
el
apartamento
a
ver
si
encontrábamos
algo
y
no
vimos
nada.
A
las
20h
nos
escriben
que
no
nos
hemos
presentado
en
el
alojamiento
y
que
por
tanto
nos
cancelan
la
reserva
y
nos
la
cobran.
Esto
les
sirve
para
que
no
podamos
poner
una
valoración
el
la
web
de
Booking
explicando
lo
ocurrido»
a
otros
usuarios.
Juan
José
nos
ha
compartido
unas
capturas
de
pantalla
del
anuncio
hace
unos
días
donde
no
se
muestra
claramente
la
restricción
por
edad.
Y,
lo
ha
vuelto
a
revisar
esta
semana
y
ahora
sí
que
aparece.
Las
confusiones
del
anuncio
El
apartamento
existe,
en
Booking
aparece
y,
viendo
las
valoraciones,
muchas
personas
se
alojan
hay.
Muchas
se
quejan
de
que
les
parece
que
la
fianza
es
excesiva,
más
porque
les
llega
sin
un
aviso
claro
a
la
hora
de
reservar.
Como
ya
hemos
visto
de
la
mano
de
Juan
José,
las
personas
que
no
se
presentan
a
la
cita
porque,
al
no
cumplir
los
requisitos
no
reciben
la
dirección
exacta
del
lugar,
no
pueden
dejar
una
reseña
ya
que,
oficialmente,
no
han
usado
los
servicios.
Es
decir,
este
no
es
un
alojamiento
fantasma,
como
otros
casos
que
hemos
recogido,
pero
sí
presenta
problemas
al
no
dar
información
de
manera
transparente.
Entre
otros
problemas,
explica
Juan
José, «suben
una
oferta
muy
barata.
Entienden
que
la
mayor
parte
de
la
gente
que
busca
algo
barato
a
última
hora
es
gente
joven.
Te
piden
una
fianza
por
transferencia
mucho
más
cara
y
que
nosotros
sentimos
poco
fiable
y
además
no
te
dejan
entrar
si
tienes
menos
de
35
años,
con
lo
cual
la
gente
que,
o
no
paga
los
450
porque
se
huele
un
timo,
o
directamente
no
tiene
la
edad,
se
queda
sin
acceder
pero
la
empresa
sí
se
queda
con
el
dinero».
El
pasado
año,
la
historia
que
nos
comentaba
Manuel
Blanco
Casal,
Director
de
Blanco
y
en
Batea
Comunicación
Digital,
el
problema
que
encontraron
fueron
otro
diferente:
le
dijeron
que
esa
póliza,
la
fianza,
tenía
que
haberla
pagado
15
días
antes.
Algo
imposible
para
él
y
el
grupo
con
el
que
viajaba,
porque
él
hizo
la
reserva
6
días
antes
de
su
viaje
y
la
fianza
la
pagó
poco
antes
de
ir
a
Madrid.
Y
en
su
caso,
además,
alguno
de
los
viajeros
también
tenía
menos
de
35
años
de
edad,
por
lo
que
tampoco
cumplían
con
los
requisitos
para
dormir
en
el
hotel
ubicado
en
Chamberí.
Ahora,
hemos
hablado
con
Blanco
para
que
nos
cuente
qué
más
pasó,
tras
publicar
su
historia.
Cabe
decir
que,
desde
Genbeta,
nos
pusimos
en
contacto
con
Booking
en
aquella
ocasión
y
también
ahora.
Esta
vez,
por
el
momento,
no
hemos
tenido
respuesta.
En
la
ocasión
anterior
nos
pidieron
el
número
de
reserva
de
Blanco
y
sus
compañeros
de
viaje
y
lo
facilitamos
con
el
permiso
de
los
afectados.
No
volvimos
a
conocer
más
detalles.
Manuel
nos
cuenta
que,
tras
publicar
la
historia
y
contactar
a
Booking,
la
empresa
acabó
devolviendo
la
fianza
(400
euros),
pero
que
la
empresa «se
quedó
con
el
dinero
del
alquiler,
que
eran
600
euros».
Y
recuerda
que,
ante
esta
situación,
estando
ya
en
la
ciudad
pero
sin
alojamiento,
tuvieron
que
encontrar
un
hospedaje
a
última
hora
estando
ya
en
Madrid
y
solo
encontraron
un
lugar
por
1.000
euros
entre
los
4
y
alejados
de
los
lugares
que
iban
a
visitar.
Su
queja,
además
de
perder
unos
1.600
euros
en
total
(gastos
del
nuevo
alojamiento
encontrado
a
última
hora
y
el
dinero
que
se
quedó
la
empresa),
les
resultó
muy
molesto
que «Booking
se
desentendiera
de
todo»,
alegando
que
era
una
decisión
de
la
empresa
hotelera.
Blanco,
por
su
parte,
llevaba
más
de
10
años
usando
esta
web
como
referencia
a
la
hora
de
buscar
dónde
alojarse
en
sus
viajes.
Una
plataforma
contra
los
abusos
La
agencia
de
Manuel,
Blanco
y
en
Batea
Comunicación
Digital,
lleva
un
despacho
de
abogados
de
ámbito
nacional
y
decidió
analizar,
con
estos
profesionales,
la
posibilidad
de
denunciar
y
de
hacer
valer
los
derechos
del
consumidor.
«¿Por
qué
Booking
se
muestra
tan
confiado
en
este
modus
operandi?»,
era
la
duda
que
acechaba
a
Blanco.
Finalmente
ha
entendido
que
los
clientes
en
su
mayoría
no
denuncian
casos
así, «porque
a
los
abogados
y
a
los
usuarios
no
les
interesa
al
ser
un
proceso
monitorio»
y
no
tienen
costas.
Es
decir
que,
si,
por
recuperar
1.000
euros
por
poner
un
ejemplo,
hay
que
pagar
un
alto
porcentaje
al
abogado
que
ayude
con
el
litigio,
al
final
la
gente
decide
no
demandar
y
es
por
esto,
que
para
Booking
no
supone
un
grave
problema.
Manuel
y
otras
personas
decidieron
crear
una
plataforma,
dentro
de
su
agencia:
Plataforma
de
afectados
por
Booking.
La
presentaron
en
diciembre
y
hay
decenas
de
particulares
de
toda
España
contando
historias
muy
similares.
De
la
mano
del
área
de
civil
de
la
empresa
de
abogados
mencionado,
están
viendo
cómo
proceder
con
todos
estos
problemas
de
manera
conjunta.
No
solo
hay
quejas
e
historias
compartidas
por
parte
de
usuarios,
sino
que
muchos
alojamientos
pequeños
también
están
acusando
a
Booking
de
un
abuso
de
poder
frente
a
ellos.
Como
explican
desde
el
proyecto:
La
Plataforma
de
Afectados
por
Booking
reúne
a
ciudadanos
y
ciudadanas
particulares,
así
como
a
establecimientos
hoteleros,
que
se
han
visto
perjudicados
por
las
prácticas
irregulares
de
Booking.
La
Plataforma
colabora
con
un
grupo
de
abogados
especializados
en
Derecho
Civil,
y
que
figuran
entre
los
impulsores
de
Lex
Hoy,
para
presentar
reclamaciones
y
defender
los
derechos
de
miles
de
personas
y
negocios
afectados.
Imagen
|
Foto
de
Marten
Bjork
en
Unsplash