El sol apenas entibia la mañana del martes en el River Camp de Ezeiza y en una de las canchas, Marcelo Gallardo habla con un jugador. No tan conocido para el gran público, pero que ya da que hablar. Se trata de Julián Alvarez, el cordobés de apenas 18 años, el centrodelantero de la Reseerva.
Nacido en Calchín, un pueblo de 2.500 habitantes, a los 11 años tuvo una prueba en el Real Madrid pero decidió volverse porque recién a los 13 lo podían fichar. Y a principios de 2016 se probó en el club del que es hincha y dejó su tierra para cumplir un sueño. Desde entonces, le pasaron varias cosas que todavía lo sorprenden.
Alvarez hace jueguito con Gallardo. (LA MAQUINA)
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Porque apenas arribó, le pusieron Pipa porque lo veían parecido a Alario. Enseguida empezó a hacerse notar por sus cualidades futbolísticas, fue sparring en el Mundial de Rusia y, al regresar, Gallardo lo incluyó en la lista de la Libertadores con el número 9 nada menos, el que dejó libre Marcelo Larrondo. «Cuanto me enteré, me puso muy contento. Es algo muy lindo y un orgullo, además», comentó en charla con La Máquina Radio.
Y el sábado pasado a la mañana, bajo la atenta mirada de Gallardo, Alvarez fue titular en el ataque de la Reserva en el 3-0 ante Belgrano. Y según pudo averiguar Olé, sobre eso se trató especialmente la conversación de este martes con el entrenador, quien le preguntó cómo se sintió en ese partido. Además, en un momento se pusieron a hacer jueguitos juntos…
«Marcelo siempre me dice que me siga entrenando, que me siga perfeccionado porque todo llega», dijo el nuevo Pipa, el pibe que va paso a paso y espera una chance en la Primera.
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RECUERDOS DE SU PASO POR EL REAL MADRID
Julián Alvarez con el Pipa Higuaín, cuando se probó en el Real Madrid.
Alvarez con la camiseta del Real, en un partido con el Barcelona.
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