Para muchos esta semana marca el finde las vacaciones, pero como cantan la banda malagueña Airbag, «septiembre aún es verano»; y encima llegan a nuestras fruterías una de las mayores delicias del estío: los higos.
Este tesoro efímero del final del verano es sabroso, jugoso y muy versátil y puede ser el protagonista inesperados de la cena que os proponemos para esta noche, una exquisita ensalada de higos, queso de cabra y nueces.
Primero lo primero: los ingredientes. En una ensalada, la frescura es clave, así que necesitáis higos frescos, queso de cabra, nueces, espinacas o rúcula y un buen chorrito de vinagreta de miel y mostaza.
Las nueces pueden ir al natural, pero la ensalada gana enteros –aunque también calorías– si las caramelizamos en una sartén con un poco de azúcar y agua; es tan fácil que lo podríais hacer con los ojos cerrados, aunque no lo recomendamos por razones obvias. Una vez listos todos los ingredientes, montad la ensalada en capas y terminad con la vinagreta.
Si obviamos el caramelizado, estamos ante una ensalada la mar de saludable. Los higos aportan fibra y antioxidantes, el queso de cabra es menos graso que otros quesos y ofrece una buena dosis de proteínas, y las nueces nos regalan ácidos grasos saludables.
Si queréis variar la receta, las posibilidades son infinitas. Sustituid el queso de cabra por ricotta o mozzarella fresca. Si las nueces no son lo vuestro, optad por almendras o pistachos.
Para despedirnos, nada mejor que maridar esta cena con algo sencillo pero que esté a la altura. Un vino blanco fresquito o incluso un cava serán el compañero perfecto para esta ensalada.
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