‘Euphoria’ es una de las series del año: un imprescindible e hipnótico viaje por las luces y sombras de una generación

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Es innegable que HBO está en racha. En poco más de dos meses nos ha plantado entre originales y coproducciones (con BBC, sobre todo) unas cuantas series nuevas que van directas a lo mejor de 2019: ‘Chernobyl‘, ‘Gentleman Jack‘, ‘Years and Years‘… y la que ha confirmado que merece un puesto eminente en ella es ‘Euphoria‘.

Reconozco que había algo de miedo. En poco más de veinte años de producciones originales, HBO no se había acercado al drama adolescente y, de hecho hasta su estreno las sinopsis que nos encontrábamos eran tan genéricas como resumibles en «adolescentes y sus mierdas». Eso sí, que Sam Levinson (‘Nación salvaje‘) estuviera detrás de ella ya indicaba que había ganas de hacer algo interesante.

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Y vaya si así ha sido, ya que lo que nos hemos encontrado han sido con ocho episodios que han redefinido todo un género. Algo parecido a lo que hizo ‘Skins’ en su momento o tantas y tantas series a lo largo de los últimos tiempos al forzar la profundidad de lo que se cuenta. No estamos hablando de meras historias de drogas, sexo y la sociedad de un instituto, sino un retrato poliédrico y profundo de un grupo de población.

Retratando con éxito a toda una generación

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Hablamos de personas que son grandes para bautizos y pequeños para bodas. Que se ven con cuerpos adultos, con necesidades adultas, pero sin la madurez suficiente y teniendo que lidiar con unas inseguridades y unos temores que no se pueden solucionar viendo tutoriales de Youtube. 

En la crítica inicial de la serie, comenté que ‘Euphoria’ es visceral, incómoda y parece diseñada para perturbar al espectador adulto o al que se encuentre lejano de la generación actual de jóvenes. Es un retrato crudo pero humano, en el que no cabe el simplismo. La realidad de Rue, de Jules, de Kat… incluso del «villano» de Nate Jacobs está llena de matices. Matices dolorosos, tristes, violentos, alegres… y bastante melancólicos.

Esos escandalosos árboles están puestos de una forma que incluso el ojo más escandalizado, valga la redundancia, pueda entrever que hay mucho más de lo que parece a primera vista. Todo un logro para un Sam Levinson que hace una gran apuesta por lo visual y lo estético. Es una serie que nos atrapa con sus planos y con su música, pero también con un guion que va directo al grano, que es sincero y que se centra en los triunfos y tragedias personales de nuestros protagonistas.

Historias potentes con un reparto espectacular

Kat Euphoria

Kat Euphoria

Y, sobre todo, cuenta historias. Cada episodio abre con la historia de uno de los protagonistas de la serie. La historia personal que les ha ido transformando hasta ser lo que ha sido ello. Una forma obvia pero efectiva de provocar en el espectador un sentimiento de empatía. Poco a poco Levinson hace que conectemos con la órbita de Rue (y con ella misma) a un gran nivel emocional.

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Porque cada una de estas historias personales, son las de un camino de aprendizaje: Kat (Barbie Ferreira) con su mundo virtual donde escaparse (y que será vehículo para su propia aceptación y empoderamiento); Cassie (Sydney Sweeney) con su lucha por demostrar ser algo más de lo que los hombres quieren de ella; incluso comprendemos mejor a Nate (Jacob Elordi) en su posición de querer ser el macho alfa. 

Son historias con sus DRAMAS, en mayúsculas, incluidos que todos hemos vivido en mayor o menor medida y que a veces nos quedan tan lejanas que ahora las desdeñamos como si no hubieran sido importantes o traumáticos en su momento. Pero lo son. Y nos han transformado en lo que somos hoy. Cada una de las historias que se cuentan en ‘Euphoria’ daría para una serie propia.

Lexi Euphoria Nbga

Lexi Euphoria Nbga

Aunque desde fuera puedan parecer sórdidas y deprimentes, Steve Levinson logra impregnar de cierto optimismo, alegría y ganas de vivir a los protagonistas de la serie. Sufres y sufren, pero a la vez les ves disfrazados en la fiesta de Halloween y estás «living» con Lexi disfrazada de Bob Ross o lo bonito, y los altibajos, de «Rules». Sí, hay depresión, hay senderos de autodestrucción, adicciones y problemas gordos, pero hay una luz al final de cada túnel.

En una época en la que ese famoso «It’s not TV, It’s HBO» de la década pasada parecía haber sido superado por la más que interesante oferta en cable y streaming, HBO vuelve a demostrar que siguen siendo jugadores innovadores en la ficción televisiva. La propuesta de ‘Euphoria’ nos lleva por todo un espectro de emociones, sensaciones y estados mentales en un viaje hermoso y reconfortante.