Si
necesitas
ideas
nuevas
para
animarte
a
consumir
la
saludable
coliflor
durante
los
meses
de
verano,
prueba
a
añadirla
a
ensaladas
o
platos
templados
que
puedes
dejar
listos
con
antelación.
El
único
esfuerzo
será
encender
el
horno,
pero
en
el
caso
de
esta
crucífera,
merece
mucho,
muchísimo
la
pena.
Todas
las
verduras
ganan
en
sabor
y
textura
al
cocinarlas
al
horno
-sin
desmerecer
lo
ricas
que
pueden
estar
también
crudas,
cocidas
al
dente
o
salteadas-,
pero
yo
diría
que
la
coliflor
es
de
las
que
más
agradecen
el
asado.
No
emite
ese
olor
que
tan
desagradable
resulta
a
mucha
gente
al
cocerla,
se
carameliza
y
adquiere
una
textura
muy
agradable
con
un
sabor
delicioso.
Es
una
receta
original
de
Andy
Baraghani
en
The
New
York
Times,
y
coincidimos
con
ella
en
lo
bien
que
marida
la
salsa
César
con
la
coliflor.
Hemos
hecho
una
versión
algo
más
con
una
variante
más
saludable
de
la
mayonesa,
pero
también
puedes
usar
lactonesa,
veganesa
casera
o
una
versión
comercial
más
suave.
Si
lo
prefieres,
sustituye
la
mitad
por
queso
fresco
batido
desnatado.
Precalentar
el
horno
a
220ºC
con
aire
o
calor
arriba
y
abajo.
Cortar
la
coliflor
en
ramilletes
del
tamaño
de
un
bocado,
aunque
no
salgan
todos
iguales,
según
se
explica
en
la
guía
sobre
cómo
cortar
una
coliflor.
Lavar,
escurrir
y
poner
en
una
bandeja
de
horno
engrasada
con
aceite
en
una
sola
capa.
Añadir
las
alcaparras,
abundante
pimienta
negra
recién
molida,
un
poco
de
sal
y
un
chorrito
de
aceite
de
oliva.
Remover
bien
y
hornear
unos
30
minutos,
removiendo
a
mitad
de
tiempo
para
que
todas
las
partes
se
cocinen
igual.
Debe
quedar
tostada
y
caramelizada
en
los
bordes,
pero
vigilar
que
no
se
churrusque.

Mientras,
hacer
la
salsa
mezclando
la
ralladura
del
limón,
su
zumo
colado,
la
mayonesa
o
queso
fresco
batido
desnatado
(o
mezcla),
la
mostaza,
las
anchoas
machacadas,
el
ajo
rallado,
queso
parmesano
rallado
y
pimienta.
Combinar
la
coliflor
asada
y
las
alcaparras
con
un
buen
manojo
de
perejil
o
cilantro
fresco
-no
muy
picado,
dejando
hojas
enteras-
en
una
fuente
grande
y
mezclar
en
caliente
con
la
salsa.
Servir
con
más
queso
rallado
y/o
pimienta
negra
al
gusto.
Con
qué
acompañar
la
ensalada
de
coliflor
con
salsa
césar
ligera
Recién
hecha,
tibia,
o
al
día
siguiente,
esta
ensalada
templada
de
coliflor
puede
servirnos
de
primer
plato,
plato
único
o
guarnición,
tanto
fría
como
atemperada
un
poco
en
el
microondas.
La
coliflor
es
muy
saciante
pero
no
resulta
pesada,
y
asada
suele
sentar
mejor
que
cocida.
Puede
ser
un
plato
único
perfecto
para
la
cena.
En
Vitónica
|
Coliflor
al
horno
asada
entera
con
aderezo
picante
de
yogur
En
Vitónica
|
Tortitas
fit
de
coliflor




































