El
Parlamento
Europeo
quiere
que
el
equipaje
de
mano
vuelva
a
ser
lo
que
alguna
vez
fue:
parte
del
billete,
no
un
extra.
Esta
semana
ha
dado
un
paso
clave
para
que
cada
pasajero
pueda
subir
a
bordo
con
un
bolso
y
una
pequeña
maleta
sin
pagar
un
céntimo
más.
Sobre
el
papel
suena
bien.
Pero
el
camino
es
largo,
el
texto
aún
no
es
definitivo
y
algunas
aerolíneas,
que
llevan
años
cobrando
por
casi
todo,
ya
avisaron
en
su
día:
si
les
obligan
a
incluirlo
gratis,
lo
compensarán
por
otro
lado.
Qué
incluye
la
propuesta.
La
reforma
que
plantea
Bruselas
no
se
queda
solo
en
el
equipaje.
Pero
empieza
por
ahí.
El
texto
aprobado
en
una
reunión
de
la
Comisión
de
Transportes
establece
que
los
pasajeros
deberían
tener
derecho
a
embarcar
con
un
bolso
o
mochila
(hasta
40×30×15
cm)
y
una
pieza
pequeña
de
equipaje
de
mano
(hasta
100
cm
en
total
y
7
kg
de
peso),
todo
sin
recargo.
La
resolución
también
plantea
que
los
menores
de
12
años
tengan
asegurado
un
asiento
contiguo
a
su
acompañante
sin
pagar
por
la
selección,
y
que
las
personas
con
movilidad
reducida
dispongan
de
más
garantías.
Entre
ellas,
poder
viajar
con
un
asistente
sin
pagar
billete
cuando
sea
necesario,
y
ser
compensadas
si
se
daña
su
equipo
de
ayuda
o
se
lesiona
su
animal
de
asistencia.
Y
preparan
más
cambios.
Uno
de
los
puntos
más
delicados
de
la
reforma
tiene
que
ver
con
los
trayectos
multimodales:
esos
en
los
que
el
viaje
combina
tren,
autobús
y
avión,
por
ejemplo.
Hoy,
si
se
pierde
una
conexión
en
ese
tipo
de
itinerarios,
el
pasajero
puede
quedar
desprotegido.
Los
eurodiputados
de
Transporte
quieren
cambiar
eso.

La
propuesta
busca
que
si
todo
el
trayecto
se
ha
contratado
con
una
única
compañía
o
plataforma,
el
pasajero
tenga
derecho
a
asistencia
(comida,
alojamiento)
y,
si
el
vendedor
no
indicó
el
tipo
de
billete,
al
reembolso
íntegro
más
un
75%
de
compensación.
Todo
eso,
siempre
que
la
conexión
perdida
implique
un
retraso
de
al
menos
60
minutos.
El
sector
aéreo,
incómodo.
La
Asociación
de
Líneas
Aéreas
(ALA)
ha
lamentado
que
el
Parlamento
Europeo
esté
“limitando
la
libertad”
de
los
pasajeros
para
elegir
los
servicios
que
necesitan.
Critican
que
la
propuesta
genera
confusión
y
se
aleja
de
la
línea
que
acordaron
hace
unas
semanas
los
Estados
miembros
en
el
Consejo
de
la
UE.
Lo
que
viene
ahora.
Cabe
señalar
que
la
reforma
aún
no
está
cerrada.
El
texto
aprobado
por
la
Comisión
de
Transportes
—por
38
votos
a
favor,
2
en
contra
y
2
abstenciones—
debe
pasar
por
el
pleno
del
Parlamento
en
julio,
y
después
comenzar
el
trámite
de
negociación
con
los
Estados
miembros.
Ahí
es
donde
suelen
suavizarse
muchas
de
las
propuestas
iniciales.
En
paralelo,
las
aerolíneas
presionan
para
que
el
texto
final
no
imponga
obligaciones
que
afecten
a
su
estructura
tarifaria.
La
gran
incógnita
es
si
la
gratuidad
del
equipaje
de
mano
acabará
blindada
o
si
quedará,
una
vez
más,
sujeta
a
interpretación.
Hasta
entonces,
todo
sigue
igual:
cada
aerolínea
mantiene
su
política
de
equipaje.
Imágenes
|
Cameron
Cox
|
Michał
Parzuchowski