Los
alimentos
de
temporada
pueden
degustarse
principalmente
en
esa
ventana
de
tiempo
donde
se
cultivan
aunque,
si
las
importamos,
esa
temporalidad
se
pierde
en
muchos
casos.
Un
ejemplo
de
verdura
que
podemos
comer
en
verano
en
verano
es
el
calabacín,
teniendo
que
cambiarlo
por
otra
verdura
hasta
los
meses
calurosos
del
año
siguiente.
Sin
embargo,
hay
algunas
formas
de
conservarlos
y
tomarlos
a
lo
largo
de
todo
el
curso.
Conservar
calabacines
de
temporada
para
tenerlos
disponibles
todo
el
año
El
calabacín
es
un
alimento
sano
que
permite
muchas
recetas
saludables
y
fáciles
de
hacer.
Esta
verdura
se
cultiva
principalmente
en
verano
en
España,
por
lo
que
es
el
momento
ideal
para
tomar
un
alimento
de
cercanía
y
temporada.
Está
claro
que
podemos
importar
alimentos
de
todo
tipo
durante
el
año
al
completo,
pero
eso
supone
un
aumento
drástico
de
la
huella
de
carbono,
una
disminución
de
la
calidad
y
una
elevación
considerable
en
el
precio.
Ese
es
el
motivo
por
el
que
pensar
en
métodos
de
conservación
de
los
alimentos,
como
el
que
te
proponemos
a
continuación,
hace
que
disfrutemos
del
calabacín
todo
el
año
sin
tener
que
mirar
fechas.
El
congelador
es
una
opción
práctica
que
se
puede
utilizar
siempre
para
almacenar
un
tiempo
algunas
verduras
frescas,
pero
salvo
que
tengas
opciones
de
grandes
dimensiones
no
es
posible
a
nivel
logístico.
Conserva
de
calabacines
en
vinagre
Antes
de
ponernos
manos
a
la
obra
necesitamos
los
siguientes
ingredientes:
-
1
kg
de
calabacín -
1
cebolla -
1
taza
de
agua -
1,5
tazas
de
azúcar
1
taza
de
vinagre
de
vino
blanco -
½
taza
de
sal -
1
cucharada
de
curry
en
polvo -
4
cucharadas
de
granos
de
pimienta
blanca
El
primer
paso
es
lavar
los
calabacines
y
secarlos
para
ponernos
a
cortarlos
en
dados
pequeñitos,
de
unos
1,5
cm
de
lado.
Si
utilizas
verdura
ecológica
no
es
necesario
que
los
peles,
si
es
calabacín
normal
sí
es
más
recomendable.
Haz
lo
mismo
con
la
cebolla,
pero
con
el
corte
en
rodajas.
Introduce
los
dos
alimentos
ya
correctamente
cortados
en
un
bol
grande
y
añádele
la
sal.
Mezcla
bien
el
calabacín
y
la
cebolla
a
la
vez
que
se
impregnan
de
la
sal,
tápalos
con
un
paño
y
déjalos
reposar
24
horas.
Cuando
haya
transcurrido
ese
tiempo,
enjuágalos
con
agua
fría
y
sécalos
bien.
Utiliza
un
nuevo
recipiente
grande
y
limpio
para
echarlos
en
él.
El
siguiente
paso
es
hacer
un
almíbar
en
una
cacerola
en
la
que
calentamos
vinagre
de
vino
blanco,
agua
y
una
taza
de
azúcar.
Cuando
ya
esté
listo,
viértelo
en
el
bol
con
los
calabacines
y
la
cebolla.
Llega
el
turno
de
agregar
los
granos
de
pimienta
y
el
curry.
Mezcla
todos
los
ingredientes
bien
y
de
nuevo
los
dejamos
reposar
con
un
paño
tapándolos
durante
24
horas.
Al
día
siguiente,
después
del
reposo,
pásalo
todo
por
un
colador
para
separar
el
jugo
de
los
calabacines.
Lleva
a
ebullición
el
almíbar
de
nuevo
y
viértelo
una
vez
más
sobre
los
calabacines
para
volver
a
dejarlos
reposar
durante
24
horas.
Cuando
ya
esté
listo,
echa
la
preparación
en
una
cacerola,
añádele
media
taza
de
azúcar
y
cocínalo
durante
10
minutos.
Ya
tenemos
nuestros
calabacines
listos
para
ser
guardados
y
consumidos
cuando
queramos.
Lo
único
que
nos
queda
es
verter
la
preparación
caliente
en
frascos
esterilizados,
darle
la
vuelta
y
dejarlos
enfriar
24
horas.
Podrás
utilizarlos
cuando
te
apetezcan
para
añadírselos
a
una
ensalada,
arroz
o
cualquier
preparación
que
se
ocurra.
En
Vitónica
|
El
lugar
ideal
para
almacenar
las
patatas
y
conservarlas
frescas,
sin
pudrirse,
durante
tres
meses
o
más
Imágenes
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