La
startup
Altera,
centrada
en
crear «humanos
digitales»,
ha
creado
la
primera
civilización
artificial
a
gran
escala,
liberando
1.000
agentes
de
IA
simultáneos
en
un
entorno
de
Minecraft,
según
ha
contado
en
un
largo
reportaje
el
MIT
Technology
Review.
Aunque
el
proyecto
arrancó
en
septiembre,
el
paso
del
tiempo
ha
permitido
ver
los
resultados,
que
son
espectaculares:
desarrollaron
trabajos
especializados,
votaron
sus
propias
reformas
fiscales
y
hasta
crearon
una
religión.
Por
qué
es
importante.
Este
experimento
marca
un
hito
en
nuestra
capacidad
para
comprender
cómo
las
IAs
pueden
interactuar
en
grupo
y
desarrollar
comportamientos
sociales
complejos.
Y
puede
ser
un
primer
paso
para
la
creación
de
civilizaciones
artificiales
que
coexistan
con
humanos
en
entornos
digitales.
El
contexto.
Robert
Yang,
exprofesor
del
MIT,
fundó
Altera
después
de
inspirarse
en
un
experimento
de
Stanford
que
demostró
comportamientos
sorprendentemente
humanos
en
un
grupo
de
25
agentes
de
IA.
Yang
decidió
llevar
la
idea
al
extremo:
¿qué
pasaría
con
1.000?
En
detalle.
Los
agentes
de
IA,
equipados
con «cerebros»
modulares
basados
en
modelos
de
lenguaje,
mostraron
sorprendentes
capacidades
para…
-
Desarrollar
personalidades
únicas:
algunos
se
volvieron
extrovertidos,
otros
introvertidos. -
Crear
roles:
fueron
surgiendo
constructores,
comerciantes,
exploradores… -
Establecer
relaciones
sociales.
Formaron
amistades
y
mantuvieron
sistemas
de «valoraciones»
entre
ellos. -
Participar
en
política.
Votaron
reformas
fiscales
y
ejercieron
influencia
mutua.
Entre
líneas.
Los
agentes
IA
no
solo
sobrevivieron,
sino
que
prosperaron.
Un
chef
artificial,
por
ejemplo,
daba
más
comida
a
quienes
lo
valoraban
más.
Los
artistas
pasaban
más
tiempo
recogiendo
flores.
Todos
desarrollaron
comportamientos
coherentes
con
su
rol
elegido.
Ahora
Altera
planea
expandirse
a
Roblox
y
otros
mundos
virtuales
con
su
premisa
habitual:
crear «humanos
digitales»
aprovechando
esos
entornos
ya
funcionales.
El
plan
a
largo
plazo
es
que
puedan
interactuar
con
nosotros,
los
humanos
a
secas,
en
la
vida
cotidiana,
tanto
ayudándonos
a
resolver
problemas
como
a
entretenernos.
Profundiza.
El
experimento
demuestra
que
los
grandes
modelos
de
lenguaje
correctamente
entrenados
y
adaptados
son
capaces
de
captar
las
dinámicas
sociales
humanas
y
replicarlas
de
forma
convincente,
desarrollando
un
entorno
colectivo
realista.
Ahora
queda
por
ver
qué
implicaciones
puede
tener
eso
para
nuestro
futuro
digital.
En
Xataka
|
Este
jugador
lleva
11
años
recorriendo
Minecraft,
y
aún
no
ha
alcanzado
su
destino
Imagen
destacada
|
Xataka
con
Midjourney