EEUU quiere renunciar a traer las muestras más valiosas recogidas en Marte. Lockheed promete hacerlo por menos de la mitad

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Desde
febrero
de
2021,

el
rover
Perseverance
recorre
con
paciencia
el
cráter
Jezero
,
una
antigua
cuenca
fluvial
en
la
superficie
de
Marte.
Allí,

donde
hace
millones
de
años
fluyó
el
agua
,
el
robot
de
la
NASA

ha
ido
recolectando
fragmentos
de
roca
y
polvo
marciano

con
un
objetivo
muy
concreto:

buscar
señales
de
vida
pasada
.
No
se
trata
de
una
misión
cualquiera.
Es,

según
la
propia
NASA
,
el
primer
paso
de
un
ambicioso
plan
para
traer
a
la
Tierra
muestras
intactas
de
otro
planeta.

Durante
más
de
tres
años,
Perseverance
ha
hecho
su
trabajo
en
silencio
y
las
muestras
que

ahora
reposan
dentro

de
pequeños
tubos
sellados,
cuidadosamente
depositados
en
la
superficie
marciana
o
almacenados
a
bordo
del
propio
rover.
Desde
el
espacio,
parecerían
migas
de
pan
en
un
rastro
trazado
a
través
de
un
planeta
desierto,
esperando
ser
recogidas.

Una
promesa
truncada

El
plan,
conocido
como

Mars
Sample
Return
,
debía
enviar
otra
nave
a
Marte,
lanzar
desde
allí
un
cohete
con
las
muestras
y
devolverlas
a
la
Tierra
para
su
análisis
en
laboratorios.
Pero
el
proyecto
empezó
a
desmoronarse.
Una
revisión
independiente

elevó
el
coste

estimado
hasta
los

11.000
millones
de
dólares

y
retrasó
el
posible
regreso
de
las
muestras

hasta
2040
.

En
mayo,
la
nueva
administración
estadounidense

presentó
su
primer
borrador
presupuestario
:
propone
recortar
un
24 %
de
la
financiación
de
la
NASA
y
cancelar
Mars
Sample
Return
por
considerarlo
un
programa
desorbitado
en
costes.
El
plan
aún
debe
pasar
por
el
Congreso,
pero
marca
un
giro
claro:
se
priorizan
las
misiones
tripuladas
al
espacio
profundo,
como

Artemis
,
y
se
congelan
los
proyectos
con
gran
presupuesto
y
escaso
retorno
inmediato.

Mars Sample Return Lander Perseverance 2

Con
el
recorte
presupuestario
en
curso
y
sin
garantías
de
continuidad,
la
NASA
decidió
reexaminar
sus
opciones.

Según
explicó
el
 ahora
exadministrador
Bill
Nelson
,
se
estaban
evaluando
dos
rutas
alternativas
más
viables:
una
que
aproveche
el
sistema
de
aterrizaje
tipo
“sky
crane”
utilizado
con
éxito
en
los
rovers
Curiosity
y
Perseverance,
y
otra
que
abra
la
puerta
a
nuevas
propuestas
del
sector
privado.

La
carta
de
Lockheed
Martin

En
medio
de
la
incertidumbre
presupuestaria,
una
de
las
grandes
contratistas
espaciales
de
Estados
Unidos
ha
decidido
mover
ficha.
Lockheed
Martin,
con
medio
siglo
de
experiencia
en
misiones
a
Marte,

ha
presentado
a
la
NASA

una
propuesta
para
ejecutar
la
misión
Mars
Sample
Return
con
un
enfoque
radicalmente
distinto:
por
menos
de

3.000
millones
de
dólares

y
bajo
un
contrato
de
precio
fijo.

Mars Sample Return Landscape Jpg Pc Adaptive 1280 Medium

El
cambio
no
es
menor.
Frente
al
modelo
tradicional,
plagado
de
riesgos
presupuestarios
y
con
múltiples
actores
públicos
involucrados,
Lockheed
promete
una
arquitectura
más
sencilla.
Su
propuesta
incluye
un
módulo
de
aterrizaje
más
compacto,
basado
en
la
nave

InSight
que
ya
tocó
suelo
marciano
en
2018
,
un
vehículo
de
ascenso
más
ligero
y
específico
—diseñado
para
ser
el
primero
en
despegar
desde
otro
planeta—
y
un
sistema
de
reentrada
a
la
Tierra
derivado
de
misiones
como
Genesis,
Stardust
y

OSIRIS-REx
.

Mars Sample Return Mav Esa

Se
trata
de
un
compromiso
va
más
allá
de
la
ingeniería.
Al
tratarse
de
un
contrato
“firm-fixed
price”,
Lockheed
Martin
se
hace
responsable
de

absorber
cualquier
posible
sobrecoste
.
Es
decir,
si
algo
se
complica,
la
factura
no
sube.
Según
la
propia
compañía,
ese
modelo
ya
ha
demostrado
ser
eficaz
en
otras
misiones
científicas
de
espacio
profundo,
donde
incluso
lograron
devolver
parte
del
presupuesto
no
utilizado
a
la
NASA.

Mars Sample Return Mav

El
mensaje
está
claro:
si
la
NASA
quiere
salvar
su
misión
más
ambiciosa
sin
que
se
dispare
el
gasto,
Lockheed
Martin
está
lista
para
liderarla.
Traer
de
vuelta
una
treintena
de
pequeños
tubos
podría
ayudarnos
a
responder
una
de
las
grandes
preguntas
de
la
humanidad.
¿Estuvo
alguna
vez
Marte
habitado?

Los
científicos
no
buscan
fósiles
ni
estructuras
complejas.

Buscan
indicios
sutiles

que
solo
pueden
analizarse
con
el
nivel
de
precisión
que
permiten
los
laboratorios
de
la
Tierra.
Y
por
eso,
las
muestras
que
ha
recogido
Perseverance
no
son
cualquier
roca.
Han
sido
seleccionadas
una
a
una
en
función
de
su
ubicación,
su
antigüedad,
su
composición
y
su
contexto
geológico.
Son,

en
palabras
de
la
propia
NASA
,
el
material
con
mayor
probabilidad
de
contener
una
“biofirma”
marciana.

Pero
el
valor
de
estas
muestras
va
más
allá
de
lo
biológico.
Pueden
revelar
cómo
fue
el
Marte
húmedo
de
hace
3.500
millones
de
años,
cómo
evolucionó
su
clima,
por
qué
se
volvió
un
planeta
árido
e
inhóspito,
y
cómo
interactuaron
durante
milenios
los
procesos
geológicos,
atmosféricos
y
químicos.
También
nos
dirán
qué
recursos
podrían
aprovechar
futuras
misiones
tripuladas:
dónde
es
más
seguro
aterrizar,
qué
materiales
son
aprovechables,
qué
zonas
presentan
riesgos.

Imágenes
|
Lockheed
Martin

En
Xataka
|

La
NASA
encerró
a
cuatro
voluntarios
un
año
simulando
su
vida
en
Marte.
Lo
que
no
faltó:
una
biblioteca
entera
de
juegos
de
PS4